"Quiero darle a Pablo las gracias por haber aceptado venir al Elche. Es la persona que necesitamos porque tiene experiencia y nos transmite fe y confianza". De esta manera presentó este jueves el presidente del Elche, Joaquín Buitrago, a Pablo Machín, nuevo entrenador del equipo.

El técnico soriano es la persona a la que se encomienda el club y su entorno para lograr el milagro de la permanencia en Primera, algo que hace una semana se veía como una quimera y que desde la llegada del soriano para un poco más posible.

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"No tengo una varita mágica", avisa el entrenador, que aceptó la oferta del Elche, colista de Primera sin haber ganado ni un solo partido, "porque este equipo tiene más capacidad de la que ha demostrado y mi trabajo es hacérselo ver a ellos". Para el entrenador, la clave para huir de esta crisis es "el trabajo y el convencimiento".

Machín recordó que vivió una situación parecida en sus inicios, cuando siendo aún un desconocido tomó las riendas del Girona a pocas jornadas del final y con una desventaja parecida a la actual (ocho puntos) para salvarlo del descenso.

"Mi misión es ayudar al equipo a ser competitivo", señaló Machín, quien pidió marcarse objetivos a corto plazo "porque ya ha habido suficientes frustraciones". "Llego con ilusión y responsabilidad. Lo único que puedo garantizar es trabajo", significó el entrenador, quien llega acompañado de su habitual grupo de trabajo.

Machín no quiso valorar el trabajo de sus predecesores en el banquillo ni tampoco "poner excusas", pero admitió que el Elche actual tiene dos grandes problemas. "Es vulnerable porque encaja goles y también en el aspecto moral", resumió.

"En el fútbol se puede remontar. Que te metan un gol no quiere decir que tengas perdido el partido. Las casas se construyen desde los cimientos. Hay que lograr que no te generen ocasiones y a partir de ahí crecer e ir evolucionando", explicó.

Margen de mejora

El soriano justificó su optimismo al señalar que en la plantilla del Elche hay "mucho margen de mejora" e insistió en no focalizar en los datos negativos sino en aspectos positivos. "Seguro que de aquí a un tiempo lo vemos todo con otros ojos", comentó el entrenador, quien admitió que el parón de la competición ha venido bien al equipo para "limpiar de fantasmas" las cabezas.

"Mi objetivo es que seamos mejores en cada entrenamiento. El jugador necesita confianza y motivación. Es hora de que den un paso adelante y demuestren más calidad de la que han demostrado", resaltó.

El preparador reconoció que hasta el momento el Elche ha cometido "muchos más errores de los esperados" en la Liga, la mayoría de ellos, según explicó, "individuales que ha pagado el colectivo".

El entrenador se negó a especular con bajas o refuerzos, pero reconoció que en épocas de crisis "siempre tiene que haber cambios". "Para mí los jugadores que tengo son los mejores de Primera. Mi objetivo es conseguir un bloque sólido que nos permita competir y a partir de ahí llegarán las victorias. A partir de ahí será la secretaría técnica y el mercado los que digan si podemos traer cosas, que seguramente se harán", matizó el soriano, quien asumió que afronta un gran reto en su trayectoria profesional.

Machín recordó que el pasado año no fichó por el Elche por no dejar "tirado" a su cuerpo técnico cuando entrenaba Arabia y dijo que la plantilla del pasado curso era bastante similar, a excepción de la baja significativa de Johan Mojica, si bien en una situación deportiva mucho menos crítica.

Adaptarse al grupo

El entrenador soriano aseguró que ha evolucionado como técnico en los últimos años y que, a pesar de que siempre le ha gustado jugar con tres centrales, "los futbolistas y el club están por encima de los entrenadores". "No voy a llevar a los jugadores a la guerra sin escudos. Hay que optimizar los recursos para ser competitivos", dijo Machín, que deseó que cuando acaben los partidos los aficionados se sientan orgullosos del desempeño de su equipo.

Machín explicó que se toma el próximo mes de entrenamientos como "una pretemporada para avanzar en aspectos tácticos" y anunció que protegerá a los numerosos lesionados que hay actualmente en el equipo para que lleguen al reinicio de la competición a finales de diciembre "en plenitud porque los vamos a necesitar a todos".

El soriano, por último, se siente "un privilegiado" por entrenar en Primera y afirmó que este regreso a la Liga, tras varios años fuera y algunas decepciones en sus últimos trabajos en Sevilla, Vitoria y Barcelona, supone un "escaparate para seguir labrándome una carrera". De su acierto y fortuna se alimenta ya el Elche para intentar burlar al destino.