El entrenador del Elche, Francisco Rodríguez, durante el partido contra el Athletic.

El entrenador del Elche, Francisco Rodríguez, durante el partido contra el Athletic. EFE

Elche CF

Francisco, ante su hora más oscura en el Elche

El técnico nunca había estado cinco partidos sin ganar desde su llegada al banquillo franjiverde. Mantiene la calma, pero admite que el equipo no está para competir.

13 septiembre, 2022 09:51
Elche

Cinco jornadas de competición, con un bagaje de un punto de 15 posibles, amenazan con llevarse por delante todo el crédito que se ganó a pulso el técnico Francisco Rodríguez durante los últimos seis meses del pasado campeonato. Las dos últimas goleadas encajadas ante Villarreal y Athletic han puesto de manifiesto que el equipo ilicitano está a años luz del que fue la pasada primavera y pueden convertir de no mediar reacción inmediata en un martirio la temporada del centenario.

Hundido en la tabla, con la portería agujereada de tanto gol en contra y un ataque sin pólvora, el Elche se enfrentará el sábado a uno de los peores rivales posibles, el Barcelona, en un escenario, el Camp Nou, donde nunca ha ganado.

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Nunca antes Francisco se había visto en una situación como la actual. La peor racha del técnico en el banquillo del Elche fue de cuatro partidos sin ganar y a finales de la pasada temporada, cuando tras la victoria ante el Betis (0-1) el equipo se desinfló al tener la permanencia ya garantizada de forma virtual.

“No estamos compitiendo de la manera que debemos competir, no estamos en el camino”, asume el entrenador, quien achaca al calendario y a los problemas en la pretemporada el pobre rendimiento de su equipo.

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En este sentido, el almeriense recuerda que hasta diez jugadores –Pastore, Fidel, Gonzalo Verdú, Mascarell o Boyé, entre otros- no pudieron realizar un trabajo correcto en la fase de preparación como consecuencia de diversos problemas físicos, además de los que llegaron con la pretemporada iniciada o los que, directamente, aterrizaron a última hora.

¿Soluciones? El técnico, que por momentos parece resignado, recuerda que ha hecho todo lo posible para agitar al equipo a través de cambios de jugadores en la alineación o de dibujo táctico. Pero no sale nada. "No queda más que seguir trabajando para competir mejor", insiste Francisco, preocupado con la debilidad defensiva de su equipo en los duelos. La marcha a última hora del colombiano Johan Mojica, el jugador más desequilibrante del Elche, tampoco ha ayudado al equipo, al que le toca reinventarse.

El mal arranque de competición también ofrece sombras en cuanto a la planificación. A la vieja guardia franjiverde, formada por Fidel, Josan, Edgar Badía o Josan poco o nada se le puede pedir más a estas alturas, por lo que su rendimiento no está bajo sospecha. El club apostó por mantener el bloque del pasado con las renovaciones de Pere Milla, Ponce, Pastore y Mascarell, confiado en que manteniendo el reparto del curso anterior se repetiría el guion, dejando casi para última hora el capítulo de refuerzos.

Posiblemente sea ahí donde está el problema, ya que de todos los recién llegados solo Collado se ha hecho imprescindible y ha mejorado lo que había. Clerc, Roger Martí, Lirola, Domingos Quina y Nico Fernández no han brillado en el estreno liguero, mientras que Fede Fernández ni siquiera ha tenido opción de debutar. Ni los que estaban antes están al nivel del pasado curso, como Roco, Gumbau, Mascarell o Boyé, ni los recién llegados han dado un salto de calidad.

Precedentes

La buena noticia para el Elche es que el campeonato aún está en septiembre, por lo que hay tiempo más que suficiente para enderezar el rumbo. De hecho, el Elche que regresó a Primera de la mano de Fran Escribá, en la temporada 2013-14, tardó siete jornadas en lograr su primer triunfo y al final acabó salvando la categoría en la penúltima jornada.

Esa misma temporada, Francisco tuvo que esperar once partidos en el banquillo del Almería para sumar su primer triunfo en la Liga después de tres empates y siete derrotas, cinco de ellas consecutivas. Y el equipo también se salvó. "Es un momento de sufrimiento y hay que pasarlo con estabilidad emocional", resume el almeriense, quien se resiste a "bajar la cabeza".

En este contexto, y con el Barcelona asomando con la guadaña a la vuelta de la esquina, Francisco y el Elche se jugarán su futuro en octubre, tras el parón de la Liga. La salida a Vallecas y el partido ante el Mallorca, como local, se antojan decisivos para la suerte del técnico y del equipo en el campeonato.