José Vicente Lledó, en los entrenamientos del equipo.

José Vicente Lledó, en los entrenamientos del equipo. Intercity

Deporte

Lledó: "Seguimos lejos de todo, pero somos un poco más optimistas que hace tres semanas"

El entrenador del Intercity destaca el compromiso del vestuario ante una situación crítica y admite que está ante la oportunidad de relanzar su carrera.

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Pablo Verdú
Alicante
Publicada

Sentido común en tiempos de crisis. En apenas un mes, José Vicente Lledó (Alicante, 1971) ha logrado cerrar la herida que desangraba el Intercity y ha convencido al equipo de que el milagro de la permanencia en Primera Federación no es imposible.

Con el alicantino en el banquillo, el Intercity ha sumado siete puntos de 12, cifra notable pero insuficiente para salir del fondo de la clasificación.

Discreto, socarrón y estoico, Lledó elogia el compromiso del vestuario en una situación crítica y asume con naturalidad que está ante la gran oportunidad de consolidarse como entrenador profesional tras una década alternando categorías modestas con el fútbol formativo. "Me ha costado llegar aquí y supongo que el futuro dependerá de cómo acabemos", afirma.

¿Ha cambiado mucho el estado de ánimo del equipo tras las últimas victorias?

Las victorias siempre ayudan. Para un equipo es importantísimo ver que el esfuerzo que están haciendo en los partidos y en el día a día se traduce en resultados. Y más en este caso.

Estas victorias han conseguido que el estado anímico esté mejor, pero tengo que reconocer que en los dos primeros partidos que estuve, aunque no se ganaron, el ánimo no estaba mal, ni mucho menos

Cómo lo está salvando

Llegó en una situación crítica, ¿cuál fue su planteamiento inicial para recuperar un equipo a 10 puntos de la salvación?

Intentar lograr cada jornada pequeños objetivos. En mi debut empatamos ante el Marbella, que podía parecer poca cosa, pero ya mejoramos cosas. Luego fuimos a Sevilla y perdimos ante un rival enrachado ante el que competimos.

Poco a poco fuimos cogiendo confianza y, pese a que las cosas no vivieron bien dadas, el equipo nunca ha dejado de trabajar y de intentarlo.

¿Mira cada jornada la clasificación o prefiere no amargarse la vida?

La miro, pero poco y no mucho más allá del próximo partido. No hago cálculos de los puntos que debemos conseguir en los próximos tres o cuatro partidos, por ejemplo. Miro solo el siguiente.

Seguimos muy lejos de todo, pero somos un poco más optimistas que hace tres semanas. Vamos a ver si somos capaces de continuar con esta mini racha, aún pequeña, pero vital para nosotros.

El reto

¿Cuánta gente que le quiere le aconsejó que no se metiera en el banquillo de un equipo casi desahuciado?

Algún amigo no lo veía claro. Es evidente que si me llaman era porque el equipo estaba en una situación muy complicada.

Y acepta sin dudar…

Es que entrenar en Primera Federación es una oportunidad muy buena para cualquier profesional y, además, en este caso está el añadido sentimental. Hay muchos entrenadores y pocos equipos.

El Intercity es especial para mí porque es el primer club al que entrené y encima es de mi ciudad. Cuando me llamaron del club solo me interesó cuándo podía comenzar a entrenar. Me daba igual lo demás. No es lo mismo estar en Tercera o Lliga Comunitat que en el Intercity.

Todo el mundo del fútbol habla bien de Lledó como entrenador. ¿Por qué le ha costado tanto llegar hasta esta categoría?

Supongo que habrá un poco de todo. Ya tuve la opción de tocar la Segunda con el Hércules, aunque como miembro del cuerpo técnico de Jokanovic y solo durante cinco partidos. También fui segundo de Pacheta, de Manolo Herrero… Y luego llegó el Intercity, con dos ascensos, la Copa del Rey…

Me han ido pasando también cosas buenas, aunque es verdad que no en categorías importantes. Ahora llega, aunque ha tardado, una oportunidad muy buena y vamos a ver si somos capaces de aprovecharla.

Si la temporada acaba de forma digna y le llega alguna oferta de fuera, ¿se plantearía hacer las maletas y dedicarse plenamente a dirigir?

Como en Alicante no se vive en ningún sitio. Todo dependerá de lo que se pueda conseguir en el Intercity y de que podamos dar la cara hasta el final. Luego ya será la gente la que valore el trabajo que se ha hecho.

Pero es evidente que si salvamos al equipo se habrá conseguido un objetivo dificilísimo y supongo que algo así llamará la atención. De momento, estar en un equipo fuerte y de mi ciudad es lo máximo para mí. Me cuesta hacer la maleta, pero ya veríamos.

Ha sido jugador, entrenador, ojeador, técnico de cantera… ¿En qué rol ha disfrutado más?

Como jugador. Nada es comparable a eso. Lo primero que pedí a los Reyes Magos en mi vida fue una pelota y tenerla entre los pies es lo mejor que hay. Tuve la suerte de jugar en Primera con el equipo de mi ciudad, por lo que no puedo pedir más.

Entrenador es otra cosa. Como jugador tienes una responsabilidad limitada que depende de ti, pero como entrenador lo quieres controlar todo. Además, lo de ser futbolista no pasa nunca. He logrado cosas bonitas, aunque modestas, como entrenador, pero nada es comparable a lo que sientes como futbolista.

¿Cuándo sintió la vocación por el banquillo?

En mi último año de jugador. Me retiré en Tercera, con 31 años, por culpa de las lesiones. El bajón de categoría me hizo ver que había mucha diferencia en la calidad del entrenamiento con lo que yo había vivido. Pensé que a lo mejor podía hacer carrera por esa vía y mejorar los entrenamientos de los futbolistas de esta categoría.

Todo jugador que después se hace entrenador toma referencias de las experiencias vividas. ¿Quiénes fueron sus modelos?

De todos aprendes, ya sea para quedarte con algunas ideas que te parecen buenas o para rechazar otras. Todo vale. Quique Hernández y Manolo Jiménez han sido mis referentes y los entrenadores más importantes que he tenido en el fútbol profesional. Luego, a nivel de formación, José Ramón ‘Joserra’.

¿Cómo se gestiona un vestuario en el que conviven jugadores de perfil bajo con otros que han pasado por la élite, como Locadia, Modeste o Nsué?

No hay diferencias en el trato ni en el comportamiento. Me he encontrado a un grupo de jugadores muy receptivo a todo lo que he planteado.

Mis ideas son sencillas. Nadie en este vestuario tiene un ego tan fuerte como para ponerlo por encima del grupo. Todo el mundo es consciente de que la situación del equipo es mala y que hay que pelear por salir. Me lo están poniendo muy fácil.

Cuando llegó al Intercity dijo que el principal trabajo con el equipo era psicológico, pero también ha tocado algunas teclas tácticas.

Sí, pero cosas básicas. Jugamos 1-4-4-2. Transiciones rápidas y estar firmes atrás. Luego ya se trata de acertar en las áreas. Si Locadia está en racha, por ejemplo, todo es más fácil. También ayuda ver que las cosas van saliendo e ir recuperando a los lesionados.

Da la sensación de que solo la victoria les acerca a la permanencia, pero va a ser complicado ganar siempre. ¿Están preparados mentalmente para no rendirse si hay algún mal resultado durante este camino?

Debemos estarlo. Lo normal es que, con lo igualada que es esta categoría, se dé algún resultado negativo antes o después. No vamos a ganar todos los partidos. Lo importante es seguir remando mientras haya opciones.

Tampoco les ayuda el calendario. El domingo visita el Antonio Solana el Real Madrid Castilla.

Un equipo de calidad que, además, llega crecido y en un gran momento. Hay que intentar aprovechar las condiciones de nuestro campo para hacerles el partido incómodo y también sacar partido de la experiencia de muchos de nuestros jugadores.

Y en el otro banquillo, Raúl González, al que ya se enfrentó en el césped en Primera División.

No fue bien la cosa, porque ese año en Primera perdimos los dos partidos ante el Madrid. Pero contra el Castilla, al menos para mí, fue otra cosa. El año del ascenso a Primera con el Hércules le ganamos los dos partidos. Y yo marqué un gol en el Rico Pérez (4-1). A ver si recuperamos esa racha el domingo, aunque no será fácil.

Usted ahora está en el otro equipo de la ciudad, pero un jugador importante en la historia del Hércules. ¿Se siente querido por la afición blanquiazul?

Yo creo que hay gente que no tiene ni idea de quién soy, pero es verdad que también la hay que me recuerda con cariño. Y no oculto que es una satisfacción cuando alguien te nombra o te para por la calle. Sorprende, porque han pasado muchos años, pero es algo agradable.

El otro día una persona me dijo que hacía falta este año en la defensa del Hércules alguien como yo. Me dio un subidón que no veas, aunque por poco tiempo porque ya no estamos para nada. Ahora le pego a la pelota y no la envío ni tres metros de distancia.