
El pintor Cipriano Salvador.
El falso robo de la obra maestra del Renacimiento en El Prado y el inocente encarcelado que busca reparación
La increíble historia de un pintor injustamente acusado y del que, tras una investigación valenciana, piden un homenaje por salvar este cuadro.
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Un robo que no lo fue, un pintor encarcelado y un director del Museo del Prado son tres de los pilares de una rocambolesca historia con la que se reescribe el origen de una obra maestra del Renacimiento en España. Una investigación hecha en Valencia lo recupera y ha llegado hasta el Congreso para que se rinda homenaje al falso culpable.
Fernando Yáñez pintó en el primer tercio del siglo XVI el retablo de La Santa Generación. Ejemplo de una carrera por la que El Prado le citaba como el "más exquisito pintor del Renacimiento en España" y del que se le considera cercano a Leonardo Da Vinci e introductor desde Valencia de este estilo en la península.
Ese retablo, como detalla la proposición no de ley presentada por Sumar este febrero, se conservaba en la parroquia de Santa María de Almedina, un muy pequeño pueblo en Ciudad Real. La importancia de esta pieza ya había atraído a El Prado en 1930, según cuentan a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación, para comprarlo y llevarlo a sus salas.
Aquella operación iniciada bajo el mandato de Fernando Álvarez de Sotomayor en el museo no fructificó y ese retablo renacentista permaneció en la iglesia. Pero el estallido de la Guerra Civil puso en peligro una obra de la que un pintor, el ahora protagonista de este homenaje, sabía de su valor.
Cipriano Salvador ya había inventariado y catalogado buena parte del patrimonio material e inmaterial de la provincia de Ciudad Real en la década de los 20. Su objetivo era impulsar el turismo cultural en La Mancha.
¿Y qué hizo Salvador? Como relata Sumar, este maestro republicano sabía el valor que tenía la obra y temía que fuera quemada por los exaltados, como estaba sucediendo en otras iglesias al inicio del conflicto.

Editorial Comanegra
Por eso escondió el cuadro en su casa de Infantes y ahí pidió al Gobierno republicano que se hiciera cargo de él. Su llamada fue atendida por una brigada de la Caja General de Reparaciones de Daños y Perjuicios de la Guerra en enero de 1938.
Pero con la victoria del bando franquista en 1939, Salvador fue detenido. Le acusaron de colaborar con la República y de la desaparición de esta Santa Ana, la Virgen, Santa Isabel, San Juan y el niño. Por ello le condenaron a muerte en 1941 aunque consiguió que lo conmutaran por treinta años de prisión y trabajos forzados.
¿Qué había pasado con el cuadro? La PNL de Sumar recoge la investigación de José Alberto Camarillas en 2020 que denuncia que El Prado, y que Álvarez de Sotomayor estaba al tanto, había "adquirido de manera poco ética" la obra.
¿Cómo había sucedido? La investigación de Camarillas apunta a que El Prado y la iglesia de Villanueva de los Infantes acordaron esta operación, con el permiso del obispado, ya que "aprovecharon su posición después de la guerra y un error en la trascripción de las medidas de la obra en las actas de incautación", lo que les permitió exhibirlo.
De esa forma, como denuncian, se presentaba el cuadro en uno de los museos más visitados de España por el que se interrogaba a Cipriano sobre su paradero y por el que estuvo encarcelado en el Penal del Dueso hasta 1946.
El final de la historia y de la PNL llega con la difusión de estos giros pero también de una vuelta especial. El plan es que se haga una réplica del cuadro que se enviará a Almedina y con el que se hará el homenaje que organizará el Ministerio de Cultura a Cipriano Salvador.