Ricky Hatton con sus títulos mundiales y, años después, de fiesta en Benidorm.

Ricky Hatton con sus títulos mundiales y, años después, de fiesta en Benidorm. Reeuters/Facebook

Benidorm

Las fiestas y excesos de Ricky Hatton en Benidorm, la leyenda del boxeo británico fallecido a los 46 años

El deporte inglés llora la muerte del excampeón mundial, quien fue visto durante años en pubs de la turística ciudad.

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Alicante
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El mundo del boxeo llora la muerte del exboxeador Ricky Hatton, un héroe británico que ha fallecido a los 46 años tras una vida de éxitos en los mejores rings y de excesos en los peores antros de Benidorm.

El púgil inglés, apodado The Hitman (El Sicario), fue encontrado sin vida en su casa de Mánchester el pasado domingo. La Policía de Greater Manchester informó que no se investigan indicios de criminalidad.

El británico tenía la intención de volver a enfundarse los guantes en diciembre y había sobrevivido a varios intentos de suicidio.

Forjado en las calles de Mánchester, de sangre obrera y con su eterna camiseta del Manchester City, fue uno de los deportistas británicos más icónicos, llegando a ser cinco veces campeón mundial en la categoría de peso wélter superligero de la IBF y la IBO y a ganar 37 millones de libras.

Leyendas como David Beckham, Wayne Rooney, Tyson Fury o Pep Guardiola, en nombre del Manchester United, entre otros, han lamentado el trágico final del inglés, castigado por la depresión, el alcohol y las drogas, y quien fue un asiduo de los pubs de Benidorm en sus años más oscuros.

Se convirtió en un ídolo de masas, atrayendo a decenas de miles de fans a sus combates debido a su estilo valiente y agresivo y a su forma de ser cercana, que conectaba con el público.

Ricky Hatton durante su pelea contra Manny Pacquiao en 2009

Ricky Hatton durante su pelea contra Manny Pacquiao en 2009 Reuters

Sus años gloriosos llegaron a partir de 2005, cuando fue reconocido como Boxeador del Año por la revista The Ring tras su épica victoria sobre Kostya Tszyu, en lo que es una de las noches más importantes en la historia del boxeo británico.

Hatton peleó en cuatro divisiones y acabó su carrera con 45 victorias, 32 de ellas por KO, y solo tres derrotas frente a algunos de los mejores de la historia, como Floyd Mayweather Jr., Manny Pacquiao y Vyacheslav Senchenko.

Su retirada definitiva fue en 2012. Desde entonces, el amor que dedicaba al boxeo lo absorbieron las fiestas, el alcohol y el fútbol.

Caída

En 2023 contó al Daily Star que llegó a beber hasta 25 pintas de Guinness diarias y combinar el alcohol con cocaína para mantener los episodios de consumo durante jornadas de más de treinta horas.

Hatton disfrazado de Hulk en Benidorm.

Hatton disfrazado de Hulk en Benidorm. Facebook

También relató algunos de los rituales autodestructivos que le acompañaban en su día a día, como los momentos en los que cogía un cuchillo y su pareja debía arrebatárselo para evitar que acabara con su vida. "No me importaba si vivía o moría", reconoció con el tiempo.

Con su retirada entró en depresión y encontró en Benidorm un refugio, donde se convirtió en un turista más en busca de excesos, exprimiendo el cierre de pubs y la cerveza barata.

Con su muerte, aficionados británicos han compartido sus experiencias junto a Hatton en la noche alicantina con fotos y vídeos en los que se le puede ver disfrazado con diferentes atuendos, con pelucas y en estado de ebriedad.

"D.E.P, Ricky Hatton. Benidorm no va a ser lo mismo sabiendo que no estás", "fue un placer conocerte en las fiestas de Benidorm, nos lo pasamos genial".

O "qué triste haber conocido a Ricky Hatton en Benidorm, tomó una copa con nosotros y fue muy gracioso, es una persona muy sociable", son algunos de los mensajes de británicos recordando sus encuentros en la ciudad.

No solo se dejaba ver por la Costa Blanca. Días antes de su muerte sorprendió a los turistas que disfrutaban en un bar de Costa Adeje (Tenerife) cantando uno de los temas más célebres del grupo Oasis.