Cala Almadrava de Benidorm.

Cala Almadrava de Benidorm. Turisme Comunitat Valenciana

Benidorm

La espectacular cala entre acantilados que es la más privada de Benidorm: "Es una auténtica sorpresa de belleza natural"

La playa de la Almadrava es uno de los mejores espacios para disfrutar del Mediterráneo de toda la Costa Blanca gracias a su menor afluencia de visitantes.

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Alicante
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De entre las múltiples playas de la ciudad de Benidorm, la cala de la Almadrava quizá sea la más reservada por su ubicación estratégica entre dos acantilados.

"La cala de la Almadrava en Benidorm es una auténtica sorpresa de belleza natural a los pies del Parque Natural de la Serra Gelada", explican desde Turisme Comunitat Valenciana.

Se trata de un rincón muy recogido entre acantilados, lo que hace que sus aguas sean bastante tranquilas, sin apenas oleaje.

Este espacio natural es perfecto para relajarse y alejarse de los miles de bañistas que abarrotan otros arenales de la ciudad durante el verano.

Además, sus aguas son transparentes, por lo que es un enclave destacado para los amantes del submarinismo y el snorkel. Las aguas cristalinas se convierten en una ventana a la rica vida submarina que habita bajo la superficie de la Costa Blanca.

"En la cala de la Almadrava podrás tumbarte en espacios de arena entre rocas. No olvides que se trata de un entorno junto a la Serra Gelada y las piedras forman parte del paisaje", apuntan desde el portal turístico.

Parte de su encanto reside en la escasa afluencia de visitantes, motivada en gran medida por su ubicación.

A diferencia de otras calas cercanas, como la popular cala del Tío Ximo, el acceso a la Almadrava es algo más complicado, ya que para llegar hay que seguir un sendero por la ladera de la montaña.

Desde la Generalitat advierten: "Debes plantearte llevar calzado cómodo, tener las manos libres y prestar especial atención a los más pequeños".

El punto de partida se encuentra junto al mirador de la Punta de l’Escaleta. Aunque no se trata de una playa naturista, en esta cala tan natural se practica el nudismo de forma espontánea.

Si bien cuenta con servicio de socorrismo e información sobre el estado del mar en verano, es una cala sin otros servicios, como sombrillas, tumbonas u opciones de restauración.

Por ello, se recomienda a los visitantes que deseen disfrutar de este rincón reservado llevar todo lo necesario, incluida comida y agua para mantenerse hidratados.

Tras disfrutar de la cala, los bañistas pueden descubrir los ocho kilómetros de la Serra Gelada, que pueden recorrerse a pie en unas cuatro horas.

"En mitad del camino podrás enamorarte de sus calas, su fauna y su flora. Conocer el faro del Albir o asomarte a la Punta de Cavall también forman parte del itinerario", añade el portal turístico.