Agustina Canales, esta semana en la plaza de Gabriel Miró de Alicante.

Agustina Canales, esta semana en la plaza de Gabriel Miró de Alicante. M.H.

Alicante ciudad

Agustina rescata a 349 mujeres de la trata en Alicante, la provincia que más lo tolera: "Una vida nueva no es fácil"

La ONG FIET ofrece una oportunidad para salir de la esclavitud en España, uno de los países preferidos para el turismo sexual.

Más información: Tres detenidos en Alicante por prostituir a mujeres sudamericanas y extorsionar a los clientes para no delatarlos

Alicante
Publicada

La lucha de Agustina Canales en Alicante tiene mucho trabajo. Esta es la provincia líder en la Comunitat Valenciana en número de locales donde se explota sexualmente a las mujeres. Y también es la que más consiente el sexo pagado, lo que ella define como violaciones. A través de la oenegé FIET trabaja para ofrecer "una vida nueva" y eso "no es fácil".

Fundada en 2009 por Fiona Bellshaw, se especializan en la trata de seres humanos, enfocándose principalmente en mujeres víctimas de explotación sexual. Y España es el tercer país del mundo en cuanto al volumen del turismo sexual, según recoge La Casita-Oblatas.

Dentro del Estado, están presentes en cinco autonomías y en la Comunitat Valenciana, su sede está en Alicante. Es aquí también donde tienen dos proyectos —una casa de acogida y una unidad móvil— para buscar una salida a las víctimas.

El perfil turístico de Alicante que tanto atrae a visitantes de todo el mundo también recibe a hombres que pagan por tener sexo con mujeres. Canales explica que la fundadora percibió un volumen "muy, muy grande" de mujeres traficadas en Alicante. Las mafias movilizan a las mujeres desde el centro de España hacia la costa, tratándolas como "mercancía" que "renueva" los locales.

"Hay pisos aquí en Alicante que visitamos y las mujeres van cambiando", señala Agustina. Las redes de trata se encargan de moverlas a otras ciudades, como Albacete o Madrid, para que los hombres repitan en sus locales.

España es el tercer país del mundo en consumo de prostitución, según datos de la oficina de las Naciones Unidas para el crimen. A ello contribuye la mencionada tolerancia social al fenómeno y la seguridad que tienen estos consumidores, que generalmente no están perseguidos.

La sociedad tiene una imagen "tergiversada" de la esclavitud del siglo XXI. Canales aclara que las víctimas son personas vulnerables, engañadas con falsas ofertas de trabajo. Les quitan pasaportes, las coaccionan con amenazas a sus hijos o familia en sus países de origen, y las endeudan constantemente.

Las mujeres son obligadas a tener relaciones sexuales sin protección, lo que Agustina califica de "violaciones". Son cosificadas, puestas en fila para que los "consumidores" las elijan, lo que denigra su integridad y derechos.

Los pisos de prostitución en Alicante operan las 24 horas del día, los siete días de la semana. Las mujeres solo pueden salir dos horas al día, y si exceden, son multadas con 50 o 60 euros por los proxenetas.

El lema de FIET es "rescatar y restaurar". Cuando una mujer decide salir, se le ofrece una "vida nueva". Desde enero de este año hasta la fecha, FIET ha atendido a 349 mujeres en pisos y clubes.

Para su seguridad y recuperación, ninguna mujer rescatada en Alicante permanece en la provincia. Son reubicadas en otras casas de acogida de la red nacional que tiene esta entidad o entidades colaboradoras.

La casa de acogida de Alicante tiene diez plazas, incluyendo para niños, y su dirección es confidencial para proteger a las mujeres y al personal. 

"No es el entorno más favorable donde ha sido traficada la mujer que pueda recuperarse", explica Canales, sobre esta decisión. La presencia de mafias y proxenetas en Alicante hace inviable su reintegración local.

Y para ello, cuenta, las acompañan en todas sus necesidades básicas: alimentación, higiene, protección, atención médica, gestión de documentación y apoyo terapéutico para superar el trauma.

Las secuelas de la explotación son profundas. Entre ellas se incluyen problemas físicos, psicológicos y de salud mental. Además, las mujeres son obligadas a llevar y consumir drogas, como cocaína, para los servicios.

"Empezar una vida nueva no es nada fácil", concluye Agustina, destacando la fortaleza de estas mujeres para levantarse y buscar ayuda terapéutica. FIET se enorgullece de acompañarlas en este proceso.