Dos niños de 7 y 8 años han resultado heridos graves por traumatismo craneoencefálico tras ser atropellados por un autobús en el casco urbano de la ciudad de Alcoy, según informaron desde el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de la Generalitat.

Al parecer, el accidente se ha producido en torno a las 12.50 horas en la calle Valencia por circunstancias que aún se están investigando, y al lugar de los hechos han acudido dos ambulancias del SAMU y del Soporte Vital Básico (SVB) para dar asistencia inmediata a los dos heridos.

Posteriormente, los niños han sido trasladados al hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, en sendas ambulancias, según informa Efe citando fuentes del CICU.

Por el momento las circunstancias en las que se ha producido el suceso no han trascendido, ni tampoco el estado en el que se encuentran actualmente las víctimas del atropello. Solamente que su estado reviste gravedad debido a los traumatismos craneoencefálicos que padecen tras haber sido atropellados por el autobús. 

Otro accidente de tráfico en Petrer

Por otra parte, una conductora que duplicaba la tasa de alcohol permitida en sangre ha protagonizado un accidente en la localidad alicantina de Petrer tras perder el control de su coche e impactar contra dos vehículos estacionados, en un suceso en el que la persona que la acompañaba en el asiento del copiloto sufrió un golpe en la frente.

Los hechos, de los que informaron fuentes del ayuntamiento en un comunicado, sucedieron en la calle Óscar Esplá a las 4.45 horas del sábado pasado.

"La conductora dio positivo en la prueba de alcohol realizada por los agentes que acudieron al lugar del siniestro, registrando una tasa de 0,55 mg/l en aire espirado, por lo que se le abrió un expediente administrativo", según explica la nota de prensa del ayuntamiento.

Ante estos hechos, las mismas fuentes indicaron que la Policía Local de Petrer estudia llevar a cabo una campaña informativa ante "el incremento de casos de conducción habiendo ingerido bebidas alcohólicas", lo que se ha traducido en una mayor siniestralidad al volante.

De acuerdo con el comunicado, "un estudio de la Dirección General de Tráfico (DGT), elaborado en colaboración con institutos forenses de varias comunidades autónomas y presentado en el Ministerio de Justicia, señala que la mitad de los conductores fallecidos en 2020 había consumido alcohol, drogas o psicofármacos". De ahí que se esté planteando la posibilidad de lanzar una campaña de concienciación sobre los efectos de conducir bajo estos efectos.