Rosa Cañon.

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Alicante

La radioterapia contribuye a la curación del 40 % de los pacientes con cáncer, según Quirónsalud

El 60 % de las personas con cáncer reciben radioterapia en algún momento de su enfermedad, un tratamiento que contribuye de forma decisiva a la curación.

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La radioterapia se consolida como uno de los pilares fundamentales en el tratamiento del cáncer. Lejos de ser una terapia complementaria, su papel es hoy determinante en los abordajes oncológicos modernos, tanto en la curación como en el control de la enfermedad.

Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), cerca del 60 % de los pacientes con cáncer en España necesitará radioterapia en algún momento de su proceso.

La evidencia científica respalda su eficacia. Los consensos clínicos actuales indican que la radioterapia contribuye a la curación de aproximadamente el 40 % de los pacientes, ya sea como tratamiento único o combinada con cirugía, quimioterapia, inmunoterapia u otras terapias sistémicas.

En un contexto marcado por el aumento de la incidencia del cáncer, su relevancia es aún mayor. En España, esta enfermedad continúa siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad. Según los últimos datos de SEOM y REDECAN, en 2024 se diagnosticaron 286.664 nuevos casos y para 2025 se estima que la cifra alcance los 296.103.

Pese a esta tendencia al alza, los avances en investigación, tecnología y tratamientos han permitido mejorar de forma significativa la esperanza y la calidad de vida de los pacientes oncológicos, situando a la radioterapia como una herramienta clave en una oncología cada vez más eficaz y personalizada.

Según explica la doctora Rosa Mª Cañón, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de la Plataforma de Oncologia del Hospital Quirónsalud Torrevieja, "las nuevas tecnologías están permitiendo una mayor exactitud en la localización de los tumores y, por tanto, una mayor precisión en el momento de administrar la radioterapia.

Todo ello se traduce en mayores probabilidades de control tumoral y una mejora significativa en la calidad de vida de los pacientes, al disminuir la aparición de efectos secundarios uno de los principales objetivos de la oncología moderna".

Oncología Radioterápica

La radioterapia ha experimentado una evolución extraordinaria en los últimos años gracias al desarrollo tecnológico, señala la doctora.

Múltiples avances se incorporan en los nuevos aceleradores de electrones como en el TrueBeam 2.7, del Hospital Quirónsalud Torrevieja, por la precisión milimétrica en la colocación del paciente y administración del tratamiento.

Por lo que, reduce el riesgo de errores: posicionamiento automático del paciente, control remoto desde la sala de control y modernos equipos de adquisición de imágenes, que permiten analizar y corregir en tiempo real la posición del tumor, incrementando la seguridad durante la administración de la radioterapia.

Otra de las tecnologías novedosas es la radioterapia intraoperatoria en quirófano, técnica que permite administrar una dosis elevada de radiación durante la intervención quirúrgica.

Esta modalidad permite la visualización directa de la zona a irradiar, protegiendo los tejidos sanos circundantes y disminuyendo los efectos secundarios.

Se utiliza en tumores complejos: como los sarcomas retroperitoneales y de extremidades, recaídas de tumores ginecológicos y digestivos, cáncer de recto, páncreas o pulmón y en seleccionados casos de mujeres con tumores precoces de mama precoz.

Entre las técnicas emergentes destaca la protonterapia, que utiliza protones en lugar de rayos X y permite concentrar la radiación con gran precisión en el tumor, minimizando la irradiación de los tejidos sanos circundantes, reduciendo así los efectos secundarios a corto y largo plazo con especial beneficio en tumores pediátricos y en localizaciones cercanas a órganos vitales.

La combinación de innovación tecnológica, protocolos clínicos actualizados y continua formación médica”, resume la doctora, “contribuye de manera decisiva a mejorar los índices de curación y a reducir los efectos secundarios de los tratamientos.

La radioterapia moderna permite así tratamientos cada vez más personalizados, eficaces y seguros, centrados en el paciente y en su calidad de vida”.