Raquel, dueña del bar Los Piratas de Ibi.
Raquel, dueña de un bar de Ibi, alto y claro sobre la limpieza del monte tras el incendio: "Es un desastre"
La vecina del municipio teme que la falta de cuidado de la sierra derive en nuevos y más devastadores fuegos tras el del 18 de julio.
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Los vecinos de Ibi aún tienen el susto en el cuerpo tras haber visto arder 185 hectáreas del pulmón verde del pueblo el pasado 18 de julio.
El inicio del fuego en el paraje de San Pascual avanzó hasta devorar parte del Parque Natural de la Font Roja, con el riesgo de que las llamas bajaran hasta las casas de la localidad.
Raquel, dueña del bar Los Piratas de Ibi, recuerda haber vivido con "incertidumbre" las primeras horas del incendio forestal.
"No sabíamos por dónde soplaba el aire y estábamos un poco con dudas, porque mucha gente de esta zona tiene casas o casetas por el monte", sostiene.
"Podría haber pasado mucho y no pasó. Desde el centro del pueblo no se veía el humo, pero un poco más arriba sí se veía el incendio", resalta.
La pronta reacción de los bomberos desplegados y la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) impidieron que el desastre fuera mayor. "Fue todo súper rápido, los bomberos actuaron súper bien", añade.
Pese al susto, Raquel quiere recalcar la falta de limpieza del monte, ya que, aunque fue un accidente, el "desastre de limpieza" que denuncia podría provocar nuevos y más devastadores fuegos en el futuro.
"Está todo muy sucio, no limpian nada. Deberían coger a la gente que está tocándose las narices para que limpien la sierra, porque es algo nuestro", reflexiona la dueña del bar.
"Es que luego sí que les gusta ir y disfrutar del campo, pero hay que mantenerlo, y no lo hace nadie", resalta.
Respecto a la Font Roja, pide tanto a sus vecinos como a los visitantes que llegan de toda la provincia a disfrutar de su vegetación que respeten el pulmón verde de la provincia.
"La gente que viene tira porquería y va arrastrando todo. Si ven una planta, la pisotean. No tienen cuidado ni civismo", concluye.
Por su parte, el alcalde de Ibi, Sergio Carrasco, asegura que desde el municipio se toman medidas de limpieza y desbroce para "evitar los mayores riesgos posibles".
Así, Carrasco indica que el origen del fuego a causa de unas cenizas en la comunidad religiosa del Cenáculo "parece ser una mala praxis, pero no intencionada. Puede ocurrirle a esa persona como a cualquiera que suba a los merenderos en esa época del año".
"El problema es que hay mucha zona que es privada y donde tenemos que requerir a los propietarios que sean ellos quienes la limpien", concluye.