Los socialistas de la provincia de Alicante han sido los únicos que han logrado tener un discurso autocrítico con el PSPV-PSOE de Ximo Puig en los últimos años. Por esa razón, en enero de 2022 pudo ganar las primarias provinciales el diputado nacional Alejandro Soler frente al candidato impulsado por el presidente de la Generalitat, Toni Francés. Desde entonces, el 'solersimo' ha ido creciendo sin tener respuesta proporcional del aparato del partido en las listas. Ahora estas diferencias serán decisivas.

No sólo eso, como explican fuentes del PSPV-PSOE, ese malestar con algunas decisiones internas y su laminación en las listas pueden multiplicarse al perder sus cargos en Generalitat, provincia y ayuntamientos, muchos de los cuadros del partido. Como explica un conocido socialista alicantino: "Muchos este mes van a cobrar, tal vez al siguiente, pero en julio perderán sus nóminas".

Ximo Puig ha manifestado su intención de quedarse como líder de la oposición a Mazón. Pero nadie se lo cree. Va a ser una oposición coyuntural. El último congreso autonómico socialista fue en Benidorm en noviembre de 2021. Todo parece que Puig no cumplirá un mandato entero y que se adelantarán las renovaciones dos años ante el descalabro electoral.

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El propio Alejandro Soler en declaraciones a EL ESPAÑOL señala: "Se acaban de convocar las elecciones generales y eso lo cambia todo. Mi valoración del Gobierno en la Generalitat globalmente es que ha habido buena gestión aunque siempre hay aspectos mejorables. El PSPV-PSOE ha sufrido las consecuencias de una ola nacional agudizada por la caída de nuestros socios. Tenemos que hacer una reflexión para mejorar, pero ha de esperar al 23-J".

Desde su entorno, sin embargo, mayoritario en la provincia de Alicante no son tan complacientes. Más allá de la gestión en la Generalitat de Puig y los suyos, critican duramente su gestión en el partido. "El partido es inexistente y lo hemos pagado el 28-M, más aún en un contexto en el que la política nacional ha sido determinante", explicaba un solerista. 

Y es que esa fue una de las mayores críticas que hicieron los soleristas en enero del año pasado. la "falta de pulso". Algo que se ha agravado en las listas copadas por el ximismo y por independientes, algo que no ha gustado en los últimos tiempos. En el caso de Alicante, cuatro en los puestos de salida a las Cortes Valencianas: Yaissel Sánchez, Mario Villar, Rosario Navalón y David Bernardo López-Such. O en Valencia, Cristina Martínez y Alicia Andújar.

En el caso de Alicante ciudad, por ejemplo, la candidata de Puig, Ana Barceló se ha negado a que ningún 'solerista' entrase en la lista electoral pese a tener un peso del 30% en la agrupación. Y la minoría minoritaria, la que debía trabajar en la campaña para Barceló (el sector de Ángel Franco), tampoco se ha sentido muy representada pese a que no lo han criticado públicamente.

Todos consideran lógico que Puig dirija el proceso hasta el 23-J, pero pocos son los que creen que se vaya a tomar el turrón como secretario general del PSPV. "El partido debe buscar nuevos liderazgos, ya vengan desde Alicante o que se conformen conjuntamente desde las tres provincias. Yo no veo a Puig haciendo oposición a Mazón", explicaba otro veterano socialista.

Se refieren a la posibilidad de que el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, se presente con el apoyo de Alicante en un proceso organico de renovación en el próximo otoño. O que sea el propio Soler el que se postule. En cualquier caso, el parato de Puig intentará controlar la sucesión, para lo que lleva tiempo hablándose del conseller en funciones Arcadi España.

Ese aparato, que procede del sector mayoritario que procede desde la época de Joan Lerma, controla los resortes de muchos municipios, comarcas y provincias. Pero a partir de julio comienza un nuevo tiempo.