El concurso de traslado de docentes que ha propuesto el Gobierno central en virtud del Real Decreto 1364/2010 -y que llegará el año que viene a la Comunidad Valenciana- ha generado un fuerte rechazo entre una parte de los funcionarios, hasta el punto de que ya han empezado a organizarse para rechazar las condiciones en las que se va a producir.

En una carta remitida el Ejecutivo, este grupo de trabajadores públicos (que ya suma más de 1.000), compuesto por "docentes de todas las etapas educativas, desde Infantil hasta Secundaria, Formación Profesional, Escuelas Oficiales de Idiomas y Conservatorios de Música y Danza", ha decidido expresar su "preocupación por la situación en que nos veremos abocados tras el proceso de estabilización por concurso de méritos", y plantean "posibles soluciones que alivien el agravio comparativo que se va a producir en los concursos de traslados de ahora en adelante".

Según recuerdan, "la normativa europea demanda reducir la temporalidad entre el personal de la administración. Una medida que celebramos, ya que va a permitir que miles de compañeros y compañeras docentes, hasta ahora en interinidad, pasen a disfrutar de la anhelada fijeza".

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Sin embargo, añaden, "la manera de consolidación por la que se ha optado supondrá un perjuicio claro y directo para los que sí hemos pasado por un proceso de concurso-oposición y hemos accedido a la condición de funcionarios (en prácticas actualmente, o ya de carrera) en los sucesivos concursos de traslados".

"Puesto que los estabilizados se convertirán a todos los efectos en funcionarios/as, pero sin pasar por el año de prácticas y sin concursar con 0 puntos en su primer concurso de traslados, y debido a la sentencia del Tribunal Supremo que dictamina que se computen todos los años de interinidad como experiencia, competirán por las mismas plazas que aquellos que sí nos sometimos a un proceso costoso como es el concurso-oposición", explican en el escrito. "En definitiva, las reglas han cambiado en mitad de la partida, y los perjudicados somos nosotros y nosotras".

Soluciones

Ante esta situación, la petición de los trabajadores públicos es pedir que se modifique el Real Decreto 1364/2010, de 29 de octubre, "y se cree un apartado en la baremación que puntúe el hecho de haber accedido a la condición de funcionario tras haber obtenido plaza en un concurso-oposición, o si se prefiere, que se puntúe también el hecho de haber superado la fase de funcionario/a en prácticas, por la que todos y todas hemos pasado a diferencia de los que ahora serán estabilizados".

"Consideramos que la puntuación otorgada en este apartado debe ser lo suficientemente elevada para que los que sí demostraron su mérito y capacidad en un proceso de concurso-oposición, y asumieron unas condiciones que no siempre les beneficiaban (como marcharse a destinos más lejanos de su lugar de residencia) puedan escoger por delante de los estabilizados por concurso de méritos", dicen.

Su propuesta es que "se puntúe con al menos 70 puntos para equiparar la suma de años de interinidad con la que cuentan aquellos que ahora pasarán a ser funcionarios y funcionarias de carrera".

"La otra opción plausible para que los estabilizados no ocupen las plazas a las que los funcionarios y funcionarias que entraron por concurso-oposición optan sería crear dos concursos de traslados", añaden. "Uno para los que accedieron a través del único método existente hasta ahora, y a continuación otro concurso con las plazas restantes para los que han obtenido la plaza gracias a la estabilización".

Respecto a la propuesta de los sindicatos que plantean que esta situación se solucione haciendo que los estabilizados concursen con 0 puntos en su primer año, lo consideran "un mero parche, ya que en los sucesivos concursos de traslados pasarán por delante de personas que sí obtienen su plaza a través de un concurso-oposición, y esta es la condición que creemos que debe prevalecer, ahora y a medio y largo plazo".

"Hasta ahora no tenía sentido puntuar esta característica porque todos los participantes del concurso de traslados habían pasado por un concurso-oposición y por un año de prácticas", manifiestan. "Ahora la situación ha cambiado radicalmente, mezclándose en el mismo concurso personas que acceden de dos maneras muy desiguales, y de ahí la necesidad de corregir la desventaja que supone para nuestro colectivo".

Para estos docentes, "si la educación pública puede enorgullecerse de su plantilla es, en buena parte, porque se accede pasando por un proceso abierto, de libre concurrencia y donde se selecciona a aquellos que el tribunal considera mejor preparados, sumando los méritos académicos y formativos. Difuminar esta característica y menospreciar la validez y garantía de los procesos de concurso-oposición creemos que no solo nos perjudica de manera clara y directa, sino que también desprestigia la educación pública por la que cada día trabajamos".