El aeropuerto de Alicante-Elche, situado en la partida de El Altet, es el quinto de España por volumen de pasajeros. La infraestructura ha experimentado un crecimiento constante desde su inauguración en mayo de 1967. Una de las más decisivas fue su ampliación en el año 2011, con una terminal con capacidad para 20 millones de visitantes. Desde entonces sus cifras prácticamente se han doblado (de 8 millones de pasajeros se ha pasado a 15), y supone la puerta de entrada para los cientos de miles de extranjeros que cada año eligen la Costa Blanca para pasar sus vacaciones.

Sin embargo, no siempre fue así. El primer aeródromo de la provincia se inauguró mucho antes, en 1919, dentro del término muncipal de Alicante y en suelo de Rabasa. Fue un 23 de febrero y uno de sus dos primeros usuarios fue nada menos que Antoine de Saint-Exupéry, un aviador primerizo que en 1943 publicaría El Principito, uno de los libros más influyentes del siglo XX.

Torre de control del aeródromo de Rabas, vista desde uno de los aviones. Eugenio Bañón Archivo Municipal de Alicante

Saint-Exupéry, que por aquel entonces contaba con 19 años, pilotaba uno de los dos biplanos Salmson 2A2 que recalaron en Alicante, después de salir de Touluse y hacer escala en Barcelona. Seguían una ruta hacia Casablanca pasando antes por Málaga, Tánger y Orán. El aviador francés pertenecía al servicio postal que transportaba el correo de Toulouse a las antiguas colonias francesas, en lo que luego sería Senegal.

Rabasa fue el sitio elegido precisamente por el director general de este correo, llamado Líneas Aéreas Latécoère, para hacer escala en Alicante en el viaje de sus aviadores hacia África. Los terrenos eran de propiedad municipal y estaban ubicados en la partida de Los Ángeles, cerca de San Vicente del Raspeig y donde se ubica actualmente la Universidad de Alicante. De hecho, la torre de control de este aeródromo aún se conserva dentro de las instalaciones del campus alicantino.

Estado actual de la torre de control de Rabasa, que se conserva dentro de la Universidad de Alicante.

El cambio de ubicación

El aeródromo de Rabasa permaneció en activo hasta los años 50, aunque en 1927 la línea postal cambió de manos y Aéropostale llevó sus aviones a un nuevo campo de vuelo en la partida ilicitina de El Altet, en la ubicación del actual aeropuerto. Durante la Guerra Civil fue un aeródromo militar, cuya función principal era defender el Puerto de Alicante de los bombarderos.

Cuando acabó el conflicto, en 1939, Rabasa pasó a formar parte de la Región Aérea de Levante, pero poco a poco se fue desactivando hasta que en los años 50 su actividad era prácticamente nula. El Ayuntamiento intentó presentar un proyecto de renovación a la Dirección General de Aeropuertos de España, pero sus exigencias hicieron imposible que siguiese adelante. El foco se puso entonces en El Altet.

Inauguración del aeropuerto de El Altet tras el cierre de Rabasa. AENA

De El Altet al cielo

Tras el cierre definitivo del de Rabasa, el 4 de mayo de 1967 se abrió al tráfico nacional e internacional de pasajeros y mercancías el nuevo aeropuerto de El Altet. Ese mismo día aterrizó el primer avión, un Convair Metropolitan de la compañía Aviaco. La compañía Iberia se incorporó al tráfico del Aeropuerto en noviembre de 1969 con sus líneas Alicante-Madrid y Alicante-Barcelona.

El crecimiento del tráfico fue inmediato, ya que todos los turistas con destino a la costa alicantina, que hasta la fecha hacían su entrada por el aeropuerto de Valencia, se trasladaron al de Alicante.

Aeropuerto ubicado en la partida de El Altet durante los primeros años. AENA

En 1970 el número de pasajeros se acercó al millón, lo cual hizo necesaria la construcción de un nuevo terminal de pasajeros cuya primera fase fue inaugurada en junio de 1972. A partir de este momento la nueva instalación se utilizó sólo para vuelos internacionales. La segunda fase se concluyó en 1974, y se incorporó el tráfico nacional en marzo de 1975.

El crecimiento sostenido del tráfico hizo posible alcanzar los dos millones de pasajeros en 1978, lo que obligó a reformar el edificio terminal de pasajeros y ampliar el estacionamiento de aviones en 60.000 metros cuadrados. Por razones operativas, se amplió la longitud de la pista hasta los 3.000 metros.

Fachada de las actuales instalaciones del aeropuerto de Alicante-Elche. AENA

La época moderna

Los años 80 provocaron crecimientos más ligeros, pero en la década de los 90 el aumento de pasajeros fue mucho más elevado. En 1996 se llevó a cabo una primera reforma, que permitió atender a los nueve millones de pasajeros anuales que utilizan sus instalaciones en un breve espacio de tiempo.

Para el embarque se instalaron cinco pasarelas telescópicas, y se construyó un nuevo edificio de oficinas para compañías aéreas, centro de operaciones y área de negocios. También se amplió la capacidad del aparcamiento de vehículos y la plataforma de aviones y se construyó una nueva salida rápida hacia la cabecera 28.

Posteriormente, la liberalización del mercado aéreo en Europa y España y la posterior aparición de las compañías de bajo coste, contribuyeron a un nuevo incremento sostenido que llevó a la ampliación de todas sus instalaciones. En 2005 se abrió una nueva terminal de carga, en 2007 una terminal de pasajeros (la T2) y finalmente, en 2011, la ampliación actual. Y es posible que pronto se quede corto: en 2013 se superó la barrera de los 10 millones de pasajeros, y en 2019 la de los 15. El objetivo ahora es alcanzar los 20 y seguir creciendo.