Opinión El merodeador

Merodeos

23 noviembre, 2015 03:14

Una reforma laboral que no crea trabajo y lo precariza

El Gobierno de Mariano Rajoy no ha conseguido crear empleo neto: ahora existen 104.300 puestos de trabajo menos que cuando llegó a La Moncloa en 2011. El triunfalismo oficial se basa en la disminución del número de parados, omitiendo la caída de la población activa. La reforma laboral de la ministra Fátima Báñez no ha logrado su objetivo primordial, pero además ha supuesto una indudable precarización del empleo. Muchas empresas, aprovechando las facilidades para el despido, han sustituido plantilla con derechos adquiridos por otra más barata. Dicho esto, no es justo atribuir el estancamiento del mercado laboral español a esta medida en exclusiva. No hay que olvidar que Europa exigía un cambio en la legislación española en este ámbito y que muchas empresas hubieran cerrado por culpa de la rigidez que les impedía despedir a pesar de su mala situación. El error del Gobierno ha sido no combinar esta reforma con medidas como un trato más favorable a los autónomos, una reducción de la excesiva burocracia o una bajada de impuestos.

La responsabilidad en el Madrid empieza por los jugadores

El descalabro del Real Madrid ante el Barcelona ha abierto una crisis en el club que obliga a tomar decisiones. El sábado, por primera vez en esta segunda etapa de Florentino Pérez como presidente, muchos aficionados se volvieron hacia el palco. Sin embargo, hay unas responsabilidades en cascada que empiezan en el terreno de juego. Los mismos jugadores ridiculizados ahora en el Bernabéu le ganaron al mismo Barcelona (3-1) hace menos de tres meses. Entonces se llegó a plantear si ese Madrid era el mejor de la historia, por delante del de Di Stéfano, Puskas y Gento. Luego hubo un bajón de juego y de condición física que se atribuyó a la mano blanda de Ancelotti y los caprichos de algunos futbolistas. Benítez ha sido incapaz de revertir esa situación. Ahora bien, para lograrlo debería poder sentar en el banquillo a cualquiera de las estrellas, incluido Cristiano Ronaldo. Y no está claro que hasta ahora tuviera esa autoridad. Ha llegado el momento de ejercerla. Sólo entonces, y si las medidas no dieran resultado, habría que plantear el cese del entrenador o incluso la convocatoria anticipada de elecciones. En ese sentido, la suerte que tiene el Madrid es que el club pertenece a sus socios y ellos deciden quién y con qué programa ha de estar al frente.

¿Por qué el 11-M es un tabú que hay que censurar?

La retirada en un medio digital de una entrevista al cineasta francés Cyrille Martin, retirada que incluye la petición de disculpas a los lectores y el compromiso de no volver a publicar informaciones que cuestionen la verdad oficial del 11-M, revela hasta qué punto los atentados de Madrid se han convertido en un tema tabú para una parte de la sociedad española. Es difícil explicar que un medio izquierdista como eldiario.es censure a un realizador de izquierdas como Martin, porque éste defiende que Zougam es "un chivo expiatorio" condenado con pruebas muy endebles para tapar la "manipulación" policial de la investigación. Si en el 11-M todo estuviera tan claro, los partidarios de la versión oficial deberían felicitarse cada vez que alguien se expusiera al descrédito con tesis distintas a la suya. ¿Por qué entonces ese miedo a discutir acerca del mayor atentado de nuestra historia? Los ataques de París han vuelto a poner sobre la mesa algunas de las lagunas con que se cerró el 11-M, como la falta de kamikazes o el enigma de la autoría intelectual. La existencia de prejuicios, aspavientos y actitudes liberticidas una década después de la masacre demuestra que hay miedo a volver sobre el asunto, y sobre el miedo no se puede construir la verdad.

Marta Rivera de la Cruz Domingo

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