Soldados iraquíes atacan al EI a las afueras de Makhmour al sur de Mosul en marzo de 2016.

Soldados iraquíes atacan al EI a las afueras de Makhmour al sur de Mosul en marzo de 2016. Reuters

Oriente Próximo

Estado Islámico ve desvanecerse su sueño expansivo en Irak

El grupo terrorista ha perdido capacidad operativa y la coalición ultima la recuperación de Mosul. 

28 julio, 2016 00:18

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Mientras los seguidores del autodenominado Estado Islámico (EI) cometen atentados en Europa o Estados Unidos (el último, en la localidad francesa de Saint Etienne du Rouvray), en las últimas semanas este grupo terrorista ha perdido importantes enclaves estratégicos en Irak.

A la importante recuperación de Faluya a mediados de julio -ciudad a unos 50 kilómetros de la capital, Bagdad-, se suma una menos publicitada pero también importante conquista en la lucha contra el grupo terrorista en este país: la base aérea de Al Qayara, 83 kilómetros al sur de Mosul, a inicios de julio. Sin olvidar la muerte de Omar ‘El Checheno’, uno de los líderes del grupo terrorista a quien otorgaban el cargo de “ministro de guerra”.

Las Fuerzas Armadas iraquíes, varias milicias -entre las que destacan los peshmergas kurdos- y la coalición internacional liderada por Estados Unidos se preparan para el asalto final a Mosul, el principal bastión del EI en Irak, que se encuentra en el norte del país. Podría producirse tan pronto como este otoño, estima el experto en Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano que hace un seguimiento a los movimientos militares del conflicto, Félix Arteaga.

La toma de la base aérea supone un avance significativo para la logística en esta importantísima campaña militar. “Es un avance estratégico. Ayudará a acelerar la ofensiva sobre Mosul”, comentó un oficial desde el frente a la agencia Reuters al recuperar el aeródromo. El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, también presumió de que era “importante para la liberación de Mosul”.

“El problema que tienen las tropas iraquíes en su avance es que no disponen de capacidad logística. La idea del mando americano es hacer aterrizar allí aviones con el equipo [necesario para mantener] a unas fuerzas armadas en movimiento: municiones, gasolina, comida, repuestos…”, detalla Arteaga a EL ESPAÑOL. “Es muy importante, porque si no, esas unidades tendrían que esperar a que llegaran aprovisionamientos [por tierra] para seguir”.

Preparación para la ofensiva final

El secretario de Defensa de EEUU, Ash Carter, anunció a los pocos días de la conquista del aeródromo que desplegaría a 560 militares “especialmente” allí para ayudar a Bagdad en la recuperación de Mosul. “Este contingente ayudará a los iraquíes a establecer un trampolín logístico para su ofensiva sobre Mosul, que el primer ministro Abadi me confirmó que pretende lograr este año”.

Liberar a la ciudad de Faluya del EI supuso una operación de alrededor de tres semanas. Arteaga cree que la toma de Mosul puede llevar más tiempo: es más grande, tiene una mayor densidad de población (2 millones de habitantes en el periodo anterior a la guerra actual) y será más difícil separar terroristas de la población civil, que pueden usar como escudos humanos… Y está la dificultad añadida del río de la ciudad. La duración de la batalla depende de si los terroristas “tienen la determinación de hacer de Mosul algo épico que concentre la mística como una única batalla o van a salir corriendo como lo hicieron de la base aérea y tantos otros sitios”, indica Arteaga.

El experto en estrategia militar indica que en verano no habrá grandes movimientos, pues “la estación no es favorable a grandes movimientos de tropas” y además todos los atentados que está sufriendo Bagdad han desestabilizado al Gobierno, donde dimitieron siete ministros entre el 19 y el 20 de julio. “Ahora lo que se impone es un parón, consolidar lo que han ganado”.

“Lanzar la última ofensiva sobre Mosul requiere mucha preparación, calcular muy bien dónde lanzar los ataques aéreos. Además hay mucho simpatizante suní [una rama del islam] y hay que ver si resisten con ellos o deciden abandonar la ciudad. Si es que no, estaríamos hablando entre otoño y diciembre; en el mejor de los escenarios para ellos para ellos, más”, resume Arteaga.

Los socios de Bagdad

Las fuerzas de la coalición internacional trabajan junto Bagdad para ganar a Estado Islámico en la guerra que libran con ellos sobre el suelo iraquí. Estados Unidos es el principal apoyo militar, desde el aire y con tropas.

Francia -que tras los atentados de París el pasado 13 de noviembre inició su ofensiva en Siria e Irak- ha desplazado anteriormente su portaaviones Charles de Gaulle al Mediterráneo oriental para prestar una base a los ataques aéreos contra el EI.

El portaaviones francés volverá a la zona a finales de septiembre, pero ya en agosto París proporcionará “medios de artillería” al Ejército iraquí. España centra su rol en entrenar a los soldados iraquíes. De hecho, la liberación de Faluya del grupo terrorista lleva el sello español. Para la toma de Mosul también hay españoles que se han integrado por su propia cuenta en una milicia.

Alemania, por su parte, va a abrir dos nuevos centros de entrenamiento cerca de Arbil (al este de Mosul) para entrenar a milicias kurdas que trabajan conjuntamente con las fuerzas oficiales. Y Canadá anunció el 22 de julio el envío de 60 personas de personal sanitario para gestionar un hospital de campaña en el norte de Irak, recoge el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés).

El Gobierno regional del Kurdistán iraquí anunció hace una semana que movilizará a entre 40.000 y 50.000 efectivos para la campaña final en la que esta alianza de fuerzas espera arrebatar Mosul, el principal bastión de Estado Islámico en Irak, al grupo terrorista. Estados Unidos financiará a estos peshmergas con 415 millones de dólares mensuales, además de continuar suministrándoles armas y entrenamiento.

Incluso el responsable de la milicia kurda detalló que sus tropas en principio atacarán desde el oeste, este y norte de la ciudad, mientras que el Ejército iraquí lo hará desde el sur, recogió la agencia Efe. No está previsto que los peshmergas entren en la ciudad y en cualquier caso, una vez reconquistado el territorio, se retirarán a su zona autonómica.

No hay datos públicos recientes sobre los terroristas que componen Estado Islámico en Irak actualmente, pero de lo que no cabe duda es de su retirada en distintos lugares donde han ido avanzando las Fuerzas armadas iraquíes con ayuda de milicias y la coalición internacional.

“Lo que se nota es que van perdiendo la capacidad operativa para dar golpes de sorpresa. A medida que aumentan los ataques con personas o vehículos, quiere decir que ya no tienen capacidad operativa o que la están reservando, desplazando al norte”, valora el experto.

Mosul es la segunda gran ciudad bajo control del grupo terrorista, por detrás de la siria Raqa. Tiene su control desde junio de 2014. Ahora las Fuerzas Armadas iraquíes y sus aliados se preparan para lo que sería un durísimo golpe a su sueño de construir un país dominado por una versión fanática y violenta del islam.