Imagen de la fachada de la embajada de Irak en Nueva York.

Imagen de la fachada de la embajada de Irak en Nueva York. Google Maps

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Saddam Hussein construyó una cámara de tortura en la embajada de Irak en Nueva York

Oficiales de la embajada han denunciado que se enviaron cadáveres por valija diplomática.

13 octubre, 2016 08:35

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Ex oficiales iraquíes han denunciado ahora un oscuro secreto enterrado en el edificio de la Embajada de Irak en Nueva York. Según la denuncia recogida por New York Post, Saddam Hussein instaló una cámara de tortura y ejecución en el sótano de la oficina diplomática del país.

Esta sala de detención sirvió para torturar a civiles iraquíes que vivían en EEUU para obligar a sus familiares a volver a Irak y cooperar con el régimen, según la denuncia de dos funcionarios iraquíes. Algunos, incluso, fueron brutalmente asesinados y sus cuerpos enviados a Irak por valija diplomática.

La habitación era utilizada por guardias de Saddam, conocidos como agentes del Mukhabarat, y algunos detenidos llegaron a pasar hasta 15 días en ese 'centro de detención' y los cuerpos de los que fueron brutalmente asesinados fueron enviados por valija diplomática a Bagdad.

"Era una habitación oscura. Las puertas se reforzaron de manera que nadie podía entrar o salir y donde no se oía nada fuera", han narrado estos funcionarios al periódico estadounidense.

Entre los elementos que se utilizaron en las torturas había alambre de cobre, tubos de goma, tablones de madera, herramientas para arrancar las uñas a los detenidos... Esta cámara sería similar a las que se han denunciado en otras embajadas iraquíes de Europa del Este o de países árabes, donde se han descubierto evidencias de tortura.

Sin embargo, es difícil obtener pruebas de estas prácticas al margen de los testimonios que ha recogido el periódico porque el material desapareció cuando los soldados estadounidenses tomaron la embajada en 2003, tras la caída de Saddam Hussein.

"Empleados estadounidenses entraron y se llevaron discos duros, ordenadores. Entraron porque oficialmente Irak no tenía ya un gobierno. Nos dieron una nueva misión en menos de un año", explica un segundo oficial iraquí aclarando que los agentes de Mukhabarat fueron enviados a casa.

Las salas de tortura de la embajada iraquí fueron abiertas en 1979 después de que Hussein accediera al poder. En ese momento, Saddam había transformado el Mukhabarat de una agencia de seguridad nacional a un grupo soldados espías a su servicio. 

En el sótano se construyeron tres salas custodiadas por estos fieles que portaban siempre armas semiautomáticas de 9 milímetros y tenían acceso a varios fusiles Kalashnikov, según la denuncia.

La primera sala hacía de oficina, la segunda tenía instalado un sistema de comunicación de cifrado para enviar mensajes encriptados a Bagdad y la tercera, era el centro de detención propio cerrado con una puerta de acero pesado.

En 2014, todo el espacio subterráneo se convirtió en la zona de cocinas durante la renovación completa de la embajada.