El lugar en el que Vidal-Quadras recibió el disparo. EP.

El lugar en el que Vidal-Quadras recibió el disparo. EP.

España SUCESOS

La mujer detenida en Holanda por el atentado a Vidal-Quadras le hizo seguimientos en Madrid

La quinta arrestada por el caso es una treinteañera de pasaporte holandés y origen marroquí. El crimen se cometió hace ya casi seis meses.

1 mayo, 2024 02:33

La mujer de nacionalidad holandesa detenida este martes por su implicación en el intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras estuvo en Madrid, en los alrededores de la casa del político, realizándole seguimientos.

La detención llega casi seis meses después del crimen, ocurrido el 9 de noviembre. La detenida, según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, tiene en torno a 30 años de edad, como el resto de los cuatro implicados arrestados anteriormente por la Policía Nacional. Es de origen marroquí y cuenta con pasaporte holandés

Los detalles de la detenida apuntarían, como explicó Vidal-Quadras en su reaparición el pasado 23 de febrero, a que una familia de la Mocro Maffia holandesa podría haber sido el brazo ejecutor de un crimen por encargo cuya autoría intelectual todavía se desconoce. 

La posibilidad de la Mocro Maffia está sin confirmar, pero figura sobre la mesa de los agentes de la Comisaría General de Información (CGI), tanto por la implicación de esta mujer como por el sicario que apretó el gatillo, Mehrez Ayari.

Ayari, francés de origen tunecino, permanece huido de la acción de la Justicia desde el intento de atentado. Ayari ya habría realizado encargos para una de las familias de esa organización criminal holandesa integrada por marroquíes de segunda generación.

[Detienen a una mujer holandesa por su implicación en el atentado a Alejo Vidal-Quadras]

La detenida no es autora material del ataque, pero como otros detenidos tuvo un papel relevante en la financiación. Además, estudió las rutinas del expolítico español y preparó el crimen junto al resto de implicados, tal y como confirman fuentes próximas a la investigación.

Financiación 

Las mismas fuentes explican a este periódico cómo fue esta joven la encargada de enviar dinero a los integrantes del grupo para sufragar la preparación del atentado en la calle Núñez de Balboa, en el centro de Madrid, a plena luz del día.

Con ese dinero, que la Policía localizó al comprobar las cuentas de los detenidos, se pagó la motocicleta con la que el tirador llegó a la escena del crimen y con la que huyó de ella. La misma motocicleta que apareció después calcinada y que resultó clave para tirar del hilo y acabar encontrando a los responsables del intento de asesinato.

La mujer, tras participar en la preparación del ataque, salió de España. El juez Santiago Pedraz, titular del juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, emitió una Orden Europea de Detención (OEDE) y una Orden Internacional de Detención (OID) en cuanto se supo de la implicación de la mujer. 

El rompecabezas de lo sucedido se va completando poco a poco, pero todavía faltan al menos otras dos personas por ser detenidas. Los errores en la ejecución del asesinato por encargo alejan de la autoría del crimen a grupos de sicarios profesionales. 

Al intentar deshacerse de la motocicleta en un polígono de Fuenlabrada, la banda se olvidó de quemar por completo el número de serie del vehículo. Ese dato sirvió para empezar a deshacer la madeja.

En un primer momento el juez Francisco de Jorge, del Juzgado de Instrucción Nº5 de la Audiencia Nacional, asumió esta investigación al apuntar a un delito de terrorismo. Se valoró la posibilidad de que una organización relacionada con el régimen iraní estuviera tras el atentado.

El CNI se incorporó al operativo en los primeros compases, pero después los servicios de inteligencia se apartaron al no apreciar indicios suficientes de la implicación de Irán en los hechos. 

[Los errores y cabos sueltos del caso alejan a la Policía de la tesis de Irán tras el ataque a Vidal-Quadras]

El mismo Vidal-Quadras se lo dijo a la Policía en la ambulancia que le trasladó al hospital, nada más sufrir el ataque. No lo había denunciado, pero durante los meses anteriores había sido objeto de amenazas públicas por parte del régimen de los ayatolás, debido a su papel de defensor público de la oposición iraní.

Por eso, desde el primer momento la Comisaría General de Información ha barajado la hipótesis iraní como una de las principales vías de investigación. Esa tesis sigue presente en las pesquisas.

Pese a ello, lo poco cuidadoso y planificado del atentado, aparta ahora del foco principal al Vevak, el Ministerio de Inteligencia y Seguridad Nacional de Irán.

Lo que todavía no se ha logrado desentrañar es quién encargó este asesinato a un grupo de jóvenes de vidas aparentemente despreocupadas, de las que ofrecían todo tipo de detalles en sus redes sociales. Y tampoco se sabe con qué fin.