Yolanda Díaz, Irene Montero y Ione Belarra, en un encuentro de grupo parlamentario de Unidas Podemos.

Yolanda Díaz, Irene Montero y Ione Belarra, en un encuentro de grupo parlamentario de Unidas Podemos. Europa Press

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Alerta roja en el Gobierno: temor a que Podemos se rompa y haga imposible el resto de la legislatura

La disolución de Unidas Podemos dificultaría todavía más la negociación parlamentaria, ya muy complicada debido a la fragmentación de la Cámara.

13 junio, 2022 02:46

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Los desencuentros que están teniendo lugar en el seno de las confluencias que forman Unidas Podemos han sembrado la inquietud en el Gobierno. En los ministerios se ha instalado el temor de que la alianza que forman Podemos, Izquierda Unida y las mareas se rompa y los votos de sus diputados pasen a jugar en favor de otros intereses que no sean los del Ejecutivo. Una situación que haría ingobernable lo que queda de legislatura.

El problema está en la aritmética parlamentaria. Cada voto cuenta. El ejemplo de la ley del fondo público de pensiones es ilustrativo. Se aprobó con 172 votos a favor y 164 en contra. Un margen de solo ocho apoyos que ilustra lo difícil que está siendo para este Gobierno sacar adelante los proyectos de ley

Cada voto está costando sangre, sudor y lágrimas. Por ejemplo, en la citada ley, para lograr la abstención de EH-Bildu el Gobierno tuvo que pactar una subida de las pensiones no contributivas un 15% para lo que resta de año, algo que no estaba en la hoja de ruta. 

Por ello, desde los ministerios, sobre todo los socialistas, ven con temor los frecuentes encontronazos que se están viviendo en el seno Unidas Podemos y una posible fragmentación de la coalición. El más público y reciente de ellos ha sido la destitución de Amanda Meyer como jefa de Gabinete de Irene Montero, fruto precisamente de la batalla interna

Meyer cayó porque fue la principal hacedora, junto a Yolanda Díaz, del nombramiento de Inmaculada Nieto, de IU, como candidata de Por Andalucía, la coalición con la que las izquierdas se han presentado a las elecciones del próximo domingo.

Aitor Esteban, socio preferente de Moncloa como líder del PNV, decía en una entrevista reciente con eldiario.es que no tenía claro que el Gobierno agotara la legislatura... siendo una coalición.

La candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, en un acto en Sanlúcar de Barrameda.

La candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, en un acto en Sanlúcar de Barrameda. Europa Press

Desde Podemos no se tomaron bien este gesto, que consideraron una puñalada siendo Meyer la jefa de gabinete de Montero. Sin embargo, este conflicto entre las formaciones de izquierdas en el Gobierno no es nuevo ni es único.

Según indican varias fuentes de los ministerios de Unidas Podemos, el ambiente hace tiempo que está enrarecido en los departamentos que controlan los 'morados'. Ello está afectando incluso a los canales de trabajo: el contacto con los equipos en el Gobierno de IU o de las mareas es áspero e incluso inexistente.

Se trata de un fenómeno que ya está ocurriendo también en la cúpula de los ministerios. Como ha contado este periódico, la relación entre Ione Belarra y Yolanda Díaz es prácticamente inexistente. Lo cual es paradójico teniendo en cuenta que son, respectivamente, líder de Unidas Podemos y secretaria general del partido.

Todo esto en un momento en el que la gallega está comenzando a construir su propio espacio político, Sumar, con un proceso de escucha que comienza el 8 de julio. Nada de todo esto ha sido consultado con los pesos pesados de Unidas Podemos, entre los que no están gustando los movimientos de Díaz. 

Para más inri, este domingo, en su mitin andaluz, Yolanda Díaz proclamaba a los cuatro vientos su alianza de futuro con Íñigo Errejón, archienemigo interno de Podemos desde su batalla con Pablo Iglesias.

Socios erráticos

Si se diera la desfragmentación de Unidas Podemos, también lo haría su disciplina de voto, lo cual complica y mucho las votaciones parlamentarias por llegar. Ese es el miedo que hay en el equipo de los ministerios, sobre todo teniendo en cuenta lo errático de los apoyos de los socios de investidura, como ERC.

Todavía quedan por llevar al Congreso varias reformas clave contenidas en el Plan de Recuperación. Este es el caso, por ejemplo, del destope de cotizaciones y pensiones máximas que el Gobierno quiere negociar con los agentes sociales y aprobar antes de que acabe 2022. O la convalidación (se espera que se apruebe por real decreto-ley) de la reforma del sistema de cotización de los autónomos.

En las últimas votaciones, han sido clave los apoyos (y abstenciones) tanto del Partido Popular como de Ciudadanos para sacar proyectos legislativos. En este marco, no contar con todos los votos de los diputados de Unidas Podemos por enfrentamientos internos haría imposible la gobernabilidad para lo que queda de legislatura. No siempre va a haber un Alberto Casero que ayude a última hora.