Manuel Ruiz de Lopera en una imagen reciente.

Manuel Ruiz de Lopera en una imagen reciente. Raúl Caro EFE

Fútbol

Muere Manuel Ruiz de Lopera, presidente del Betis durante una década, a los 79 años

El exdirectivo del equipo bético fue hospitalizado de urgencia hace un mes pero recibió el alta hace diez días. Finalmente ha fallecido en su casa.

24 marzo, 2024 00:39
Sevilla

El expresidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, ha muerto en Sevilla a los 79 años. El también empresario, figura muy conocida en la ciudad, padecía un problema intestinal que ya le llevó a quirófano en 2017.

Lopera ha muerto en Sevilla tras superar dos ingresos hospitalarios: el primero en enero, el 5 de enero. El segundo, más largo, desde el 11 de marzo, del que salió hace solo 10 días. Su estado de su salid era muy delicado y, de hecho, había mucha preocupación en los días que estuvo bajo atención médica. 

Finalmente, ni dos semanas después de recibir el alta, y con un estado de salud muy delicado, volvió a casa. Finalmente ha fallecido en la madrugada del Domingo de Ramos, al inicio de la Semana Santa. 

[Manuel Ruiz de Lopera vuelve a ser ingresado en la UCI por problemas digestivos]

Lopera llegó a la presidencia del Betis en 1996. Desde el 91, en realidad, ya estaba en Junta Directiva del club. Su ascenso en el organigrama llegó de mano de una operación que acabó en los tribunales. De hecho, la juez Mercedes Alaya, la misma de los grandes casos de corrupción del PSOE de Andalucía, le enjuició por esos hechos.

Más allá de su papel en ese caso, Lopera era conocido y querido en Sevilla. Sus 10 años al frente de uno de los dos grandes equipos de la capital hispalense le dieron un escaparate que él, con su expresiones y forma de hablar peculiares, se encargó de llenar.

Lopera, en los Juzgados de Sevilla.

Lopera, en los Juzgados de Sevilla. EP Sevilla

Pese a que dejó la presidencia del Betis en 2006, seguía siendo una figura de referencia para el beticismo.

Fichaje de Denilson

Entre los éxitos de su mandado en el Betis se recuerdan cuando Lopera anunció el fichaje de Denilson, en el momento el más caro del mundo. El club pagó 30 millones de euros por el jugador.

En su palmarés como máxima autoridad del Betis hay una Copa del Rey (en el año 2005) así como cinco participaciones en Europa. El "Eurobetis", como se conoció entonces, dio grandes alegrías a la afición y también al sevillano.

Con él al mando se acabó el nuevo estadio -que un tiempo llevó su nombre y luego volvió a ser el Benito Villamarín- y la ciudad deportiva.

"Don Manué"

La figura de Lopera no se entiende sin Sevilla. Cofrade hasta la médula, muchos sevillanos le conocen como "don Manué". LLegó a convertirse casi en un personaje pop. Su forma de hablar "Vemos mandado un far" por "hemos mandado un fax" o "er shico" por "el chico", cuando hablaba de un jugador, le hicieron querido e imitado.

"Yo os entrego a ustedes un Betis limpio; en primera; pa ustedes". Es una de las frases más recordadas de Lopera. Genio y figura.

El estadio del Betis, que un tiempo llevó el nombre de Lopera.

El estadio del Betis, que un tiempo llevó el nombre de Lopera. EP Sevilla

Sevillano de El Fontanal nacido en 1944, allí tenía su casa. Sus inicios como empresario fue con el sector del electrodoméstico. Como prestamista y alguna incursión en la construcción.

Devoto del Gran Poder

Católico practicante, muy muy devoto de Jesús del Gran Poder, cuya imagen preside su casa de la calle Jabugo, era amante de la copla.

No es la única imagen religiosa en esa casa en la que un día estuvieron las oficinas del Betis y donde los periodistas deportivos hacían guardia por si el presidente daba una noticia o llegaba algún jugador a firmar... o llevarse una bronca. Algún plumilla echó tantas horas allí que lo retrató el coche de Google Maps al fotografiar el barrio. 

Se le podía ver, cuando aún estaba bien de salud, en la Basílica del Gran Poder donde, se decía, tenía a alguien guardándole la fila que se forma para los besapiés. En Semana Santa se apostaba en la Carrera Oficial y no se perdía un paso.

Su devoción era doble: su Betis y su Gran Poder. Los llevaba a ambos en la solapa del traje cuando era presidente del equipo sevillano.

Pelea con Cuervas

Sevilla se queda huérfana de una persona que caló en la cultura popular. Cualquier vecino de la ciudad recuerda sus choques con Luis Cuervas, entonces presidente del Sevilla con Amparo Rubiales mediando en su calidad de delegada del Gobierno en Andalucía antes de un derbi.

Tampoco su perro, Hugo, del que se hicieron bromas hasta la saciedad. O de sus grandes frases cuando, por fin, construyó el nuevo estadio que, en realidad, se quedó a medio hacer.

Deja una huella enorme. Y un equipo en Primera. Como él quería. "Pa ustedes, limpio", añadiría.