A la izquierda, el cartel del Ministerio de Cultura; a la derecha, la foto de Sherman.

A la izquierda, el cartel del Ministerio de Cultura; a la derecha, la foto de Sherman.

Libros un cartel polémico

Plagio, falta de ortografía, “¿o qué?”, la campaña más chapuza del Día del Libro

El ilustrador Javier Saez Castán utiliza una imagen de la fotógrafa Cindy Sherman para celebrar el fomento a la lectura y a la defensa de la propiedad del derecho de autor. Además, al curioso lema creado por Eduardo Mendoza le falta una coma. 

12 abril, 2017 12:16

Para celebrar el día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, el próximo 23 de abril, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha faltado a la propiedad intelectual de la fotógrafa norteamericana Cindy Sherman, cuya fotografía Untitled Film Still #21 (1978) es la clara referencia del cartel realizado por Javier Saez Castán, Premio Nacional de Ilustración 2016. En aquel momento, el Jurado falló a favor del ilustrador por “su creatividad y talento narrativo que implica la dimensión objetual del libro”, en referencia al extraordinario Animalario universal del profesor Revillod.

El ilustrador asegura que crear una imagen nueva no deja de ser algo ingenuo: en el fondo, todo el juego de la ficción es un juego de espejos, en el que vas tomando referentes de aquí y de allá

Tal y como comunicó ayer la Secretaría de Estado de Cultura, el autor se ha “inspirado en la obra Sin noticias de Gurb, obra del galardonado con el Premio Cervantes 2016, Eduardo Mendoza”. La nota de prensa no aclaraba más -ni de dónde partía la supuesta inspiración-, aunque se difunde para celebrar la semana grande de la literatura, con la entrega del galardón el 20 de abril del Premio Cervantes al novelista. La imagen respeta la autoría de la frase del novelista y del ilustrador, pero ni palabra sobre la fotógrafa. 

La fotografía original, en la que se inspira el ilustrador, pertenece al Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, y recuerda que desde que Sherman apareció en la escena artística, a finales de los años setenta, se ha caracterizado por autorretratos deliberadamente confusos tomados en circunstancias familiares pero artificiales. “Sherman introdujo la fotografía como arte de performance posmoderno”.

Sherman utiliza la fotografía como una herramienta artística para engañar y cautivar. Sus imágenes se han convertido en algunas de las fotografías más valiosas jamás producidas

De su serie de películas Untitled Film Still #21recuerda al formato de la serie B. “Las imágenes son enteramente creaciones de Sherman, colocando al espectador en el papel de voyeur involuntario. En lugar de capturar la vida real en un clic, Sherman utiliza la fotografía como una herramienta artística para engañar y cautivar. Sus imágenes se han convertido en algunas de las fotografías más valiosas jamás producidas”, puede leerse en la web del MoMA sobre la icónica imagen, de la que no se hace referencia en ninguna parte del cartel conmemorativo del “Derecho de Autor”.

Así es la postmodernidad

Javier Saez Castán explica a EL ESPAÑOL que no es un plagio. Tampoco cree necesaria la cita a la fotógrafa en el cartel oficial del fomento a la lectura y a la protección de los derechos de autor. “No creo que sea necesario ni lo contrario. No creo que sea un obstáculo para lo que quiero contar”, asegura el ilustrador. Quería recrear la época de principio de los noventa, con la Expo y los Juegos Olímpicos. Está es la imagen de la posmodernidad y Cindy Sherman es una transformista. Es el personaje que asume todas las máscaras y que se vacía de toda la personalidad. Nos cuenta la transformación permanente. Tiene mucho que ver con el hecho de la lectura: poder ponerte cualquier máscara. La lectura es vivir otras vidas. Sabía que habría mucha gente que descubriría la imagen original y eso es bueno”, añade.

No lesiona el derecho de autor de Cindy Sherman. Cuando Picasso hace una versión de Las meninas, todo el mundo entiende que es una versión

“Crear una imagen nueva no deja de ser algo ingenuo: en el fondo, todo el juego de la ficción es un juego de espejos, en el que vas tomando referentes de aquí y de allá. El hecho de tomar una imagen y jugar con ella no cotradice el espíritu de la novela de Mendoza y de lo que yo entiendo por lectura. Podemos encontrarnos otros libros dentro del libro”. ¿Y tampoco lesiona el derecho de autor de Sherman o del MoMA? “No lesiona el derecho de autor de Cindy Sherman. Cuando Picasso hace una versión de Las meninas, todo el mundo entiende que es una versión. Espero que no me vayan a demandar por ello, pero la Historia del Arte es un juego legítimo”.

Una pintura, no una foto

El ilustrador cuenta que es algo recurrente, que lo verdaderamente “tramposo” sería apropiarse de la imagen “tal cual”. “Esto es una pintura, no una foto, que se apropia de una composición, de un icono. La propia Sherman se apropia de códigos de las películas. Ella tiene series en las que se fotografía a sí misma como si fueran cuadros de Caravaggio, ¿el patrimonio italiano la demandaría? He lanzado esta imagen con esta conciencia”.

Además, el cartel comete una falta de ortografía en la supuesta invitación a la lectura, al eliminar la coma detrás del verbo: “Leer ¿o qué?”. Saez Castán confirma a este periódico que el lema es idea de Eduardo Mendoza, a quien la Subdirección General de Promoción del libro, la lectura y las letras españolas, dirigida por Javier Pascual, le hizo el encargo de la frase. La Secretaría de Estado le mandó este lema, sin la coma antes de la conjunción. El ilustrador la estampó en el cartel, con la figura de la mujer no hubo más correcciones. 

*Este periódico se ha puesto en contacto con la Secretaría de Estado de Cultura, dirigida por Fernando Benzo, para poder contrastar la información con el responsable de la campaña, pero no ha sido posible hablar con ninguno de los cargos del Ministerio dirigido por Íñigo Méndez de Vigo.