Distintas ideas de presentación de las natillas

Distintas ideas de presentación de las natillas

Postres

El sencillo truco para que las natillas caseras tengan más sabor

Una pequeñísima cantidad de un ingrediente que tiene la propiedad de potenciar el sabor de la vainilla.

3 mayo, 2024 01:50

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Las natillas, incluso si se hacen por el método tradicional, es decir, removiendo y observando cómo la mezcla de leche, huevo, azúcar y vainilla va cogiendo consistencia hasta convertirse en una deliciosa crema, son un postre fácil de hacer. Es de esos dulces que resuelven mucho, porque se conservan en la nevera varios días y, ahora que llega el buen tiempo, muchos agradecen tener a mano.

La ventaja de hacerlo casero, aparte de que estará mucho más bueno, es que se puede jugar con la cantidad y el tipo de endulzante, pues salvo por el azúcar, que últimamente nos hace saltar las alarmas, las natillas son un postre nutritivo que puede ser una opción más para consumir lácteos.

Sucede lo mismo con otras recetas que son primas hermanas de las natillas, como la crema pastelera o la crema inglesa, aunque, a diferencia de éstas, las natillas no suelen utilizarse como parte de otros postres.

Las diferencias entre las natillas, la crema inglesa y la pastelera

Estas tres elaboraciones comparten lista de ingredientes, la diferencia está en las proporciones de éstos y, por consiguiente, en la textura final de la preparación.

La crema inglesa, como su propio nombre indica, es un clásico de la repostería anglosajona. Tiene una textura ligera y una consistencia casi líquida. Se utiliza como salsa para dar el toque final a otros postres como bizcochos o torrijas. También se emplea como base para elaborar helados. 

Las natillas son el siguiente escalón en cuanto a consistencia y son un postre en sí mismas. Aunque a veces se acompañen de galletas, barquillos o merengue, como en las islas flotantes, no dejan de ser protagonistas.

Finalmente, la crema pastelera, más espesa, se utiliza como relleno de bizcochos y tartas como la de la abuela o la milhojas, pero también como base para otras cremas que se usan en rellenos o coberturas como la frangipane, con almendra molida o la chiboust, una especie de mousse que se elabora con crema pastelera, claras montadas y gelatina.

Como decíamos más arriba, todas ellas se preparan con leche, huevos, azúcar y, habitualmente, vainilla, que se utiliza para dar sabor a la crema. Ahora bien, podemos realzar el sabor de este ingrediente si, a la hora de infusionar la leche con él, añadimos un par de granos de café por cada litro de leche. 

Ingredientes para hacer unas natillas deliciosas

  • Leche entera, 500 ml
  • Vainilla, 1 vaina
  • Azúcar, 80 g
  • Sal, 5 g
  • Huevos M, 5 ud
  • Grano de café, 1 ud

Paso 1

Ponemos la leche en un cazo suficientemente grande en el que resulte cómodo revolver con la varilla manual.

Paso 2

Abrimos la vaina de vainilla por la mitad a lo largo, rascamos las semillas del interior con una cucharilla y las ponemos junto con la vaina en el cazo a la leche. Mezclamos bien para que se reparta bien en la leche y no se forme un pegote. Añadimos también el grano de café.

Paso 3

Ponemos el cazo con la vainilla a calentar a fuego medio-bajo y, cuando veamos que está a punto de hervir, retiramos del fuego, tapamos y dejamos infusionar durante 10-15 minutos.

Paso 4

Mientras reposa la leche, en un bol, ponemos los huevos, el azúcar y la sal. Batimos bien con ayuda de unas varillas hasta que blanqueen y doblen su volumen.

Paso 5

Cuando haya reposado la leche, retiramos el grano de café y la vaina de la vainilla.

Paso 6

Incorporamos dos cucharadas de leche a la mezcla de huevos y volvemos a batir para que adquiera una consistencia líquida.

Paso 7

Ponemos de nuevo el cazo con el resto de la leche a calentar a fuego bajo y añadimos la mezcla de huevos y leche. Cocinamos a fuego bajo sin dejar de remover con una varilla manual durante un par de minutos.

Paso 8

Continuamos cocinando y removiendo con una espátula hasta que al pasar la espátula se forme un surco que tarda unos segundos en cerrarse. Todo esto debe hacerse a fuego lento y sin que la crema llegue a hervir, pues si la temperatura supera los 80 ºC, la crema se volverá granulosa al coagular la yema de huevo.

Paso 9

Una vez cuajada, podemos repartir la crema en tarrinas o vasitos y dejarlos enfriar en la nevera.

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