Xavier Salvador fue fundador y director de 'Crónica Global'. Hoy es consejero delegado de este grupo de medios con implantación en varias CCAA.

Xavier Salvador fue fundador y director de 'Crónica Global'. Hoy es consejero delegado de este grupo de medios con implantación en varias CCAA. Luis Miguel Añón

Política HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Xavier Salvador: "Sánchez no sería lo que es hoy sin el apoyo de Illa. Ha reconstruido el PSC"

"Illa será president. ERC está somatizando el duelo, pero no está pensando en aupar a Puigdemont ni en otras elecciones" / "Esta nueva etapa que empieza nos trae alivio. Destrozaron nuestra redacción por defender periodísticamente el constitucionalismo" / "La mayoría de periodistas en Cataluña es nacionalista. Sin duda".

19 mayo, 2024 03:14

Se nota que Xavier Salvador (Barcelona, 1965) tuvo como director a un periodista llamado Rafael Nadal. Es la metáfora más adecuada para ir desmigando su trayectoria en los medios: una continua reinvención.

Igual que el Nadal niño desplegaba un juego indetectable en el Nadal veterano, el Salvador que aquí entrevistamos es irreconocible puesto en el espejo del Salvador que se licenció en la universidad. En realidad, eso podría decirse casi de cualquier periodista. Pero una revolución digital y el afán emprendedor nos permiten afilar el retrato de este director y consejero de periódicos.

Empezó en la prensa local: papeles y radios. Después aterrizó en el Diari de Barcelona, donde escaló hasta la jefatura de sección en Economía y la subdirección de la cabecera. Luego vinieron tres lustros en El Periódico de Cataluña.

Y en 2015 fue donde tuvo lugar eso que los directores de cine americanos llaman plot point: el momento en que todo cambió. Refundó Crónica Global y lo convirtió en un medio centrado en la actividad económica y empresarial de Cataluña. Un medio de nicho. Pero la actualidad quebró el plan. El procés demandaba de cualquier redacción "a pie de obra" –la expresión la utiliza mucho– información relacionada con el delirio que empezaba a trenzarse.

En 2016, en ese contexto, Crónica Global firmó una alianza con EL ESPAÑOL para intercambiar lectores e informaciones. Unos se asoman, desde entonces, a la ventana del otro. Salvador, además, es consejero y columnista en estas páginas. Del proyecto Crónica han ido naciendo más tentáculos y este consejero delegado ya gestiona 130 diarios locales repartidos por toda España.

La labor periodística de Salvador en los años más duros de la Cataluña contemporánea fue la de impulsar un "constitucionalismo lo más transversal posible". Aquello les costó ataques de los radicales del procés a su redacción. Esas noches de los cristales rotos fueron fotografiadas y enmarcadas en la sede de Crónica Global como huella de algo que no conviene olvidar. Salvador nos lo muestra ahora.

Hoy, confiesa alivio y se explica con la sensación del que recoge frutos después de una siembra por la que pocos daban un duro: muchos medios catalanes y los partidos políticos independentistas no mostraron solidaridad con los ataques a Crónica.

*** Esta entrevista forma parte de la serie de conversaciones publicadas por este diario con los actores más relevantes de los medios en Cataluña. El objetivo: aportar distintos puntos de vista, todos ellos locales, sobre una de las realidades más complejas del país. Han participado José Antich (director de El Nacional), Jordi Juan (director de La Vanguardia), Jordi Basté (director de El Món a RAC1) y Enric Juliana (subdirector de La Vanguardia).

El día después de las elecciones, tu periódico titulaba: "Illa será president". Creo que fue el único medio que lo hizo. Nadie más se atreve hoy a afirmar eso informativamente. ¿Podrías explicar la historia de ese titular?

La historia es sencilla. Tenemos el convencimiento de que toda la cabalística con conocimiento a pie de obra que puede llevarse a cabo pasa por darle a Illa la presidencia.

Hay algunos periodistas y politólogos, fundamentalmente en Madrid, que se inclinan por la repetición electoral. E incluso otros, en menor cantidad, que sugieren la posibilidad remota de que Sánchez entregue la presidencia de Cataluña a Puigdemont para mantenerse él. La única salida es que Illa sea president.

Fue un titular por descarte, entonces.

Exacto. Pero insisto: después de haber analizado bien la información que tenemos recogida a pie de obra. La presidencia de Illa será el corolario al final de una etapa. El nacionalismo, ahora independentista, llevaba en el poder desde 1980, cuando ganó Jordi Pujol. El titular, por tanto, también es una apuesta editorial.

Pero, ¿realmente no otorgáis ninguna posibilidad a la repetición electoral? ¿Y si esa apuesta editorial está llevándoos a dejaros secuestrar por el deseo?

Hemos conocido muy de cerca y durante todos estos años el exceso de teatralización de todos los agentes políticos en Cataluña. Ahora, Esquerra está somatizando el duelo. Pero no está interesada en aupar a Puigdemont ni, por supuesto, en una repetición electoral.

¿Por qué?

Una repetición nos llevaría a una especie de segunda vuelta electoral. Illa y Puigdemont polarizarían el debate al máximo. Esquerra se dejaría todavía más plumas.

Crónica Global es, quizá, el único medio en Cataluña con una línea editorial muy próxima al PSC.

No estoy de acuerdo. Matizo: nuestra línea editorial no es próxima al PSC en general. Hemos sido muy críticos con su política lingüística y con sus colaboraciones nacionalistas. Crónica Global es un medio constitucionalista de carácter muy transversal.

No comulgamos con la CUP ni con partidos de carácter nacionalista. En definitiva, no somos un medio de ADN socialista. Otra cosa es que la sociedad catalana haya apostado ahora mayoritariamente por el PSC. Ni somos su medio de referencia ni aspiramos a serlo.

Hay quien sostiene que el PSC es un partido nacionalista en la práctica. ¿Qué respondes?

En algunos momentos, es verdad, el PSC ha coqueteado con el nacionalismo, supongo que por razones de estrategia electoral. También lo hizo en los tripartitos, estando en el poder. Eso ha llevado a muchos a decir que el PSC no es fiable, pero… ¿qué decían todos esos de los pactos de Aznar con CiU? Fueron más intensos que algunos de los acuerdos de Zapatero.

Crónica Global, en la defensa de ese "constitucionalismo amplio", sufrió ataques de radicales en los momentos más duros del procés. Supongo que esta nueva etapa que asoma os trae algo de alivio y de satisfacción personal por las tesis defendidas.

Sí, en 2017 fuimos objeto de un ataque de terrorismo de baja intensidad o de vandalismo elevado, llámalo como quieras. Nos sentimos muy solos porque nuestra defensa del constitucionalismo llevó a las juventudes de la CUP a martillear nuestra sede, a romper los vidrios de nuestra redacción, a pintarlo todo y a señalarnos como "fascistas". No había nada más fascista que su ataque.

Nos sentimos solos. No hubo demasiada solidaridad por parte del resto de medios catalanes. Sí encontramos esa solidaridad en los demás lugares de España. Los partidos independentistas se pusieron de perfil. Hemos resistido, hemos aguantado esas presiones.

"Fascistas, colonos, ñordos...". Nos decían eso por defender ese constitucionalismo transversal de la izquierda y la derecha razonables y civilizadas. Algo tan simple o de sentido común no fue fácil de impulsar en aquellos momentos. Creer hoy que el procés se ha acabado nos hace muy felices, para qué decirlo de otra manera.

La alianza entre Crónica Global y EL ESPAÑOL fue en su día muy llamativa, tenía pocos precedentes. ¿Qué sentido tiene?

Los dos medios nacieron de manera casi paralela, con una defensa muy clara de los valores constitucionales. Es una alianza muy útil para dar a conocer en el resto de España la realidad catalana vivida desde dentro. Y al revés: nos es muy útil a nosotros para dar a los catalanes una visión centrada y liberal de España.

¿La mayoría de periodistas en Cataluña es nacionalista?

Sí. En estos momentos, sin duda. Desde la escuela y las universidades, el nacionalismo se ha ido apoderando de hasta dos generaciones de catalanes. Cuando el independentismo se impuso con tanta fuerza en 2017, atrajo a toda una generación de jóvenes profesionales que encontraron ahí un horizonte. El independentismo ha sido moderno y cool durante estos años. Y entre esos jóvenes profesionales había muchos periodistas, claro.

"Cuando atacaron nuestra redacción por defender el constitucionalismo, no hubo demasiada solidaridad por parte de los demás medios catalanes"

Tú, personalmente, ¿crees que Cataluña es una nación? ¿Tienes ese sentimiento "de país" del que escribía Pla?

¿Cataluña es una nación? Me parece algo muy discutible. Yo creo en las realidades periféricas. En España, percibo una especie de emetrentismo, de la M-30 para dentro, una fuerza centrípeta muy grande. Eso lleva a la incomprensión de las realidades periféricas que algunos llaman "España plurinacional".

Nuestro grupo de medios está implantando en Cataluña, Canarias, Euskadi… Creo, como te digo, en las realidades periféricas. Pero lo de Cataluña como nación me parece relativo. Si "nación" es una cultura vinculada a una lengua, te digo que por supuesto. Si nación es una Comunidad ciudadana con muchos más intereses comunes además de eso, sería difícil de afirmar. Además, Cataluña es muy española, ¿eh? Formó parte de la creación de la nación española.

En esta serie de entrevistas a los principales actores de la prensa catalana, algunos me han dicho que hoy existe un "nacionalismo madrileño".

Quizá se refieran así a lo que te he dicho del emetrentismo. Existe, es cierto, un centralismo muy agudo, muy acusado. Pero yo no lo llamaría nacionalismo. El nacionalismo no puede existir con un hecho diferencial cultural muy marcado, sin una lengua propia.

¿Te gustaría un referéndum pactado?

Los demócratas pensamos que es en la votación donde está el máximo exponente de la libertad. A mí no me importaría que un día se votara, pero en unas condiciones reales de igualdad, debate y juego limpio. Sólo me convencería la votación si se pudiera dar en un ambiente lejos de las presiones y los sectarismos. Hoy eso no ocurre. Pero, si algún día se llega a votar así, no me generaría sarpullido.

Xavier Salvador, en su despacho, poco después de la entrevista.

Xavier Salvador, en su despacho, poco después de la entrevista. Luis Miguel Añón

Montaste también un medio sobre el Barça. Es muy conocido aquello que decía Vázquez Montalbán del club como "ejército desarmado de Cataluña". El auge del procés coincidió con la era dorada del Barça. ¿Es más difícil que crezca el independentismo con el Barça hundido?

Por supuesto. El independentismo ha perdido su mayoría en las urnas al compás del peor Barça de las últimas décadas. No sólo en lo deportivo. También con el caso Negreira y una investigación a Laporta abierta por Hacienda. El triunfo en el campo redimiría al Barça de la mala gestión, pero no llega. En cambio, el Barça de Guardiola que meaba colonia era la Cataluña nacionalista con la independencia como helado de postre.

"Un gran triunfo en el campo redimiría al Barça de la mala gestión"

¿Por qué te ha encandilado tanto Salvador Illa?

Es el tipo de político que Cataluña necesita en estos momentos. Después de cierta locura política, después de tanta agitación, conviene un liderazgo así: sosegado y de sentido común. Salvador Illa demostró como ministro de Sanidad en el peor momento para serlo de la Democracia las cualidades que reúne: capacidad transaccional y sentido común.

Una de las grandes paradojas de Cataluña es la aparente diferencia entre Sánchez e Illa: uno es un experto polarizador, autor del relato de "la máquina del fango". Y el otro es un filósofo aburrido de tono moderado. ¿Le cuesta a Illa defender la manera de hacer política de Sánchez?

Como bien has dibujado, son dos personas muy distintas con dos maneras muy diferentes de hacer política. También es cierto que complementarias. Así lo han demostrado los resultados. Sánchez es presidente de España gracias en parte a Illa, que recuperó el PSC en Cataluña y lo hizo crecer hasta convertirlo no en un partido de centro, pero sí central. Sánchez no sería lo que es hoy sin el apoyo de Illa.

¿Y al revés? ¿Illa se ha beneficiado de Sánchez?

Creo que menos. Ha habido mucho debate sobre cómo han afectado a la campaña estos cinco días de reflexión. Pero creo que las actuaciones de Sánchez han tenido bastante menos influencia en el resultado de Illa que al revés. Aunque es cierto que el movimiento de Sánchez hizo que dejáramos de hablar de Puigdemont para hablar del presidente. Desplazó el eje del debate y eso fue inteligente. Sánchez es hoy más querido en Cataluña que algunos líderes independentistas.

Por convencimiento o por obligación de partido, Illa también es víctima de la hemeroteca: de haber dicho hasta hace un telediario lo contrario de lo que ahora promueve. Pero no parece haberle pasado factura.

El debate sobre los indultos y la amnistía fue tan intenso y precipitado que llegamos a las elecciones catalanas con el tema amortizado. Illa era contrario a la amnistía, es verdad, y se puso una pinza en la nariz cuando tuvo que apoyarla. Pero, al final, la amnistía se ha revelado útil.

Ha beneficiado a sus impulsores, que parecían los perjudicados; y ha perjudicado a sus beneficiarios. La amnistía ha abierto una Cataluña en la que el independentismo no manda. Debemos reconocerlo los que estamos en contra.

¿Eso ha cambiado la línea editorial de Crónica Global? Porque una cuestión es que los números avalen el efecto buscado por Sánchez y otra estar convencido de que la amnistía es lo que más conviene a la sociedad.

Antes te hablaba de mi opinión personal. En cuanto a tu pregunta: creo que la línea editorial no ha cambiado sobre el parecer contrario a la amnistía. Pero sí hemos incluido ese matiz: admitimos que ha traído este nuevo escenario. Y debemos aprovecharlo para estrenar un nuevo ciclo que resucite la modernidad, la vanguardia, el liderazgo y la tracción económica en Cataluña. No nos atasquemos en debates que se han revelado estériles.

Los resultados de Cataluña demuestran que, en general, los catalanes, independentistas o no, estaban a favor de una amnistía. ¿Por qué cree que así sucede?

Aunque en el resto de España el procés también se vivió con mucha intensidad, la convulsión fue extrema en Cataluña. Los catalanes tuvimos problemas con amigos, con familiares… De repente, apareció algo que permitía pasar esa página tan negra para todos. Capilarizó en el subconsciente colectivo.

Xavier Salvador trabajó casi quince años en 'El Periódico de Cataluña'.

Xavier Salvador trabajó casi quince años en 'El Periódico de Cataluña'. Luis Miguel Añón

En las europeas podrá probarse, del mismo modo, si los españoles en general están favor de eso que Sánchez llama "políticas de reconciliación".

Soy incapaz de prever lo que va a pasar. Además, las europeas no son las elecciones preferidas de la ciudadanía y la participación no es muy alta.

Tampoco lo ha sido en Cataluña. No ha llegado al 60%. No sabemos qué piensan de la amnistía y la independencia casi cuatro de cada diez catalanes con derecho al voto.

En 2017, con el procés, se alcanzó el récord de participación: casi un 80%. Estaba movilizado el independentismo en plenitud, pero el constitucionalismo también. Históricamente, en las elecciones catalanas no ha habido altos niveles de participación. El 60% viene siendo el promedio. El referéndum del Estatut, que algunos sitúan como verdadero origen del procés, tuvo una participación bajísima.

El PP, de hecho, dejó de hablar de amnistía en campaña y ahora lo ha recuperado como elemento capital para las europeas.

El PP ha sabido leer bien la jugada en las catalanas. Ha sido así. Tuvo la virtud de no adentrarse en una línea que, como previeron, les podía complicar. Sabían que con un discurso frontal contra la amnistía podía concentrarse el voto útil en el PSC.

Sería problemático para la gobernanza del país –y hay altas probabilidades, según las encuestas, de que suceda– que en el resto de España se estuviera mayoritariamente contra la amnistía y en Cataluña se esté mayoritariamente a favor.

El PP debería jugar limpio. Me explico: la primera reacción de Feijóo tras la lectura de los números catalanes no fue verdadera, además resultó contradictoria con la de su candidato, Alejandro Fernández. Alejandro dijo que el procés había muerto y ahora Feijóo, con la vista puesta en las europeas, se empecina en decir que está vivo. Lo hace por interés electoral.

Esa es una de las cosas que el PP no hace bien y que le cuesta tan cara en Cataluña: utilizar el debate político catalán para lograr votos en otros lugares de España. El debate es perfectamente legítimo, como lo es estar en contra de la amnistía. Pero no me parece limpio variar la opinión sobre algo así en función de la conveniencia electoral.

"No me parece limpio que el PP varíe su opinión sobre la amnistía en función de dónde compite"

Has escrito con cierta vehemencia: "En la corte mediática de Madrid están más pendientes del futuro de Sánchez que del de ocho millones de catalanes". ¿Realmente son Cataluña y Madrid dos mundos tan distintos?

En lo político, sí. En ocasiones, esa fuerza centrípeta de la que hablábamos antes lleva a una interpretación según la cual todo lo que pasa en España debe tamizarse con la lectura madrileña. Yo me resisto a eso. Madrid es una capital administrativa y política, pero Barcelona tuvo durante años el apellido de capital económica. El ecosistema mediático madrileño es poco sensible a las realidades periféricas.

El independentismo se ha hundido en las grandes ciudades y se ha mantenido con fuerza en las localidades de menos de mil habitantes. ¿Es un fenómeno rural?

Es que el independentismo es carlismo. Una nueva expresión del carlismo rural, que tiene mucha fuerza en la Cataluña del interior. Ese mismo carlismo, puesto al día con las tendencias europeas, ha dado a luz a un partido ultra y xenófobo: Aliança Catalana. En esos pueblos del interior tiene una profunda influencia eso que podríamos llamar el nacionalcatolicismo catalán.

Salvador muestra las fotos tomadas poco después del ataque sufrido por la redacción de 'Crónica Global' en los días más duros del procés.

Salvador muestra las fotos tomadas poco después del ataque sufrido por la redacción de 'Crónica Global' en los días más duros del procés. Luis Miguel Añón

Hay cierto consenso en señalar la fórmula PSC+ERC+comuns como opción más probable para desbloquear la investidura, pero tú señalas un detalle que se olvida con frecuencia: hubo adelanto electoral en Cataluña precisamente porque los Comunes se negaron a aprobar los presupuestos del govern de Esquerra.

Sí. Entre otras cosas debido a esa incompatibilidad, la fórmula hoy más probable es que la investidura cuente con el apoyo de Esquerra y de los Comunes, pero para un gobierno de Illa en solitario.

¿Te gustaría una investidura de Illa votada por el PSC, los comuns y el PP, además de la abstención de Vox? Parece una locura por la dinámica en la que han entrado los partidos, pero tendría que ser la opción más racional. Todos los partidos autoenmarcados en la Constitución dando carpetazo al procés. ¿Es una diferencia de patriotismo? A nadie le cabe la menor duda de que, si sumaran mayoría absoluta, los partidos independentistas sí se pondrían de acuerdo.

Este es un momento para que el constitucionalismo deje sus batallas y sus fricciones habituales a un lado. El cambio de ciclo es una causa mayor. Pero lo veo muy difícil. Los partidos son excesivamente cortoplacistas y hacen sus políticas con la demoscopia en la mano. Ojalá el constitucionalismo catalán hiciera ese acto de generosidad.

Vox no saldría perjudicado ante sus electores si permitiera la presidencia de Illa. Lo entenderían. Además, sólo tendrían que permitirla, ni siquiera promoverla. Con una abstención sería suficiente. Y luego podrían fiscalizar al máximo el gobierno de Illa.

No es solo cuestión de Vox. Es un veto bidireccional. Illa tampoco quiere saber nada de Vox.

Es cierto. A mí, los cordones sanitarios me parecen una barbaridad. Siempre que se han aplicado han tenido unas consecuencias nefastas. Illa debería empezar por ser generoso si realmente quiere abrir una nueva etapa.

La pelota está en el tejado de Esquerra. Junqueras ha tomado las riendas tras la dimisión de Aragonès. Ya ha dicho que no entrarán en el govern. ¿Qué podemos esperar de él? ¿Un arrepentido procesista que investirá a Illa a cambio de compromisos sociales o un procesista resucitado que sólo investirá a Illa a cambio de una consulta?

Todavía es pronto para saberlo. Por un matiz que no me parece menor: Junqueras no ha tomado las riendas. Se ha ofrecido a hacerlo. Esquerra funciona como en las típicas asambleas de universidad que todos conocemos. El partido se va a poner a estudiar muy bien la situación. Querían ocupar el espacio histórico de CiU, el de la transacción y el diálogo. De ahí su buena entente con el PSOE en Madrid. Pero se han dado un batacazo.

La cuestión es por qué.

Claro. ¿Los votantes les han castigado por haberse alejado de esa vía más rupturista o les han castigado por la gestión hecha desde el Govern? Es una pregunta muy difícil e interesante de responder. Probablemente tenga que ver con las dos cosas.

¿Descartas que el independentismo acabe uniéndose y montando un frente común Junts-ERC para presionar al PSC con la investidura de Puigdemont?

Eso no lo veo en absoluto. ERC y Junts están tan divorciados y son tan diferentes… Hace años, las peleas en esos municipios pequeños del interior eran entre Esquerra y CiU. Esquerra eran la izquierda y los jóvenes; Ciu los mayores y el caciquismo. Iban a muerte unos contra otros. Eso no ha variado demasiado. Consiguieron aplacarlo un tiempo, pero la confluencia se ha revelado insostenible. Invistieron a Aragonès, firmaron la coalición y al año lo dejaron solo.

¿Puigdemont es un hombre de palabra? ¿Se jubilará si Illa sale investido?

Tengo muchas dudas sobre eso. Se va a ver obligado a hacerlo, es prisionero de sus palabras. Pero ceo que fue una estratagema. Seguramente se ha arrepentido de haberlo dicho.

Parece decidido a plantearle a Sánchez un chantaje: "O me invistes a mí o te desmonto el gobierno en Madrid". Pero la única manera real de que Puigdemont echara a Sánchez sería pactando una moción de censura con Feijóo y eso parece difícil.

Siempre he sostenido que Feijóo y Puigdemont se parecen mucho. Los dos han sido presidentes autonómicos, se conocen y comparten políticas en vivienda, fiscalidad y asuntos sociales. ¿Será capaz Puigdemont de hacer algo de esa magnitud? No sé siquiera si seguirá en el cargo. En caso de no obtener la presidencia y querer permanecer en el puesto, pienso que sus bases apostarían por la refundación.

Xavier Salvador también es consejero y columnista de 'El Español'.

Xavier Salvador también es consejero y columnista de 'El Español'. Luis Miguel Añón