Con el objetivo de siempre conservar nuestros productos frescos y deliciosos el mayor tiempo posible, encontramos un error común que muchas personas cometen sin darse cuenta. Consiste en colocar los plátanos junto a otras frutas en el frutero. 

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A simple vista, puede parecer una práctica inocua, pero en realidad, este hábito puede acelerar significativamente el proceso de maduración de otras frutas debido a la emisión de etanol por parte de los plátanos.

El etanol, una forma de alcohol, es un subproducto natural del proceso de maduración de los plátanos. A medida que los plátanos maduran, liberan pequeñas cantidades de este compuesto químico en el aire. 

Imagen de un plátano cortado. Hazal Ak Istock

El peligro de los plátanos

Esta emisión de etanol es lo que hace que los plátanos tengan ese aroma característico y que su piel se vuelva más oscura con el tiempo. Sin embargo, lo que muchos no saben es que este etanol puede afectar a otras frutas que están en su proximidad.

Cuando las frutas como las manzanas, las peras o los aguacates están expuestas al etanol emitido por los plátanos, su proceso de maduración se acelera considerablemente. Esto se debe a que el etanol actúa como una hormona vegetal que estimula la maduración de la fruta al desencadenar la liberación de etileno, una hormona natural del crecimiento de las plantas. 

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Como resultado, las frutas cercanas a los plátanos maduran mucho más rápido de lo esperado, lo que puede llevar a un desperdicio innecesario de alimentos si no se consumen a tiempo. La aceleración del proceso de maduración no solo puede afectar la frescura y la calidad de las frutas, sino que también puede provocar un mayor riesgo de deterioro y descomposición. 

Cómo evitar los problemas con etanol

Entonces, ¿cuál es la solución? La respuesta es simple: separar los plátanos del resto de las frutas. Almacenar los plátanos en un lugar separado, como en un gancho de frutas o en un plato aparte, puede ayudar a evitar que el etanol afecte a otras frutas y prolongar su frescura. 

Además, es importante revisar y consumir las frutas más sensibles, como las fresas o los melocotones, antes de que maduren por completo para evitar que se echen a perder rápidamente.

Otra opción para reducir la emisión de etanol es envolver los extremos del racimo de plátanos con papel de aluminio. Esto ayuda a contener el gas etanol y limitar su liberación al ambiente circundante.

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Sin embargo, es importante recordar que los plátanos también necesitan cierta ventilación para evitar que se pudran prematuramente, por lo que envolverlos por completo puede no ser la mejor solución a largo plazo.

Separar los plátanos de otras frutas también es importante almacenar las frutas en un lugar fresco y bien ventilado. Un ambiente fresco puede ayudar a ralentizar el proceso de maduración de las frutas y prolongar su vida útil. Además, mantener las frutas limpias y secas también puede ayudar a prevenir el crecimiento de moho y bacterias, lo que contribuye a una despensa más saludable y segura.