Vivir en un entorno limpio y ordenado es fundamental para nuestro bienestar, y la cocina, como corazón del hogar, merece especialmente atención. La comodidad implica poder disfrutar de una cocina limpia y reluciente, y el horno no es la excepción.

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Entre los electrodomésticos más utilizados, el horno a menudo queda relegado al olvido en términos de limpieza. Y, es que, mantener este electrodoméstico en perfecto estado puede ser una tarea desafiante

Sin embargo, conseguir que dure en buenas condiciones no tiene porque ser una labor titánica ni requerir productos químicos agresivos. No te preocupes más, porque aquí te dejamos un truco casero infalible para dejar tu horno como nuevo utilizando ingredientes comunes que seguramente ya tienes en casa. 

Una combinación milagrosa

Dentro de la pesadez de las tareas domésticas, la limpieza del horno destaca por su especial complicación. Sin embargo, siguiendo estos consejos naturales puedes lograr resultados sorprendentes, y no tendrás que tener más dolores de cabeza por conseguir el producto perfecto. 

Tan solo necesitarás diez cucharadas de bicarbonato de sodio, cuatro cucharadas de agua caliente y cuatro cucharadas de vinagre blanco o de manzana. Ten en cuenta la cantidad de vinagre según la consistencia deseada, especialmente, si parece muy diluida. 

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En un bol o recipiente, mezcla todos los ingredientes hasta obtener una pasta uniforme. Esta potente combinación de bicarbonato de sodio y vinagre crea una reacción efervescente que ayuda a aflojar la suciedad y la grasa incrustada en las paredes del horno. Actuará como un desengrasante y limpiador eficaz.

Además, al utilizar productos naturales, no solo estás colaborando en el cuidado del medioambiente, sino que también te aseguras de que tu horno funcione sin problemas después de la limpieza. 

Paso a paso 

  1. Aplicación de la mezcla. Esparce la pasta de bicarbonato y vinagre por todas las superficies del horno. Presta especial atención a las áreas con acumulación de grasa. La mezcla actuará de manera más efectiva si le das tiempo, así que déjala reposar durante al menos dos horas, o incluso mejor, toda la noche. 

  2. Segundo asalto con vinagre. En un pulverizador, prepara una mezcla de vinagre y agua (utiliza un cuarto de vinagre y tres cuartos de agua). Rocía esta solución sobre las superficies cubiertas con la mezcla de bicarbonato. El vinagre actuará como desinfectante y ayudará a eliminar los residuos de bicarbonato y las manchas rebeldes. 

  3. Esponja mágica. Armado con una esponja, frota suavemente las superficies del horno. La combinación de bicarbonato y vinagre habrá ablandado la suciedad, facilitando su eliminación. Presta especial atención a las áreas más afectadas. 

  4. Aclarado final. Después de frotar, aclara bien el horno con agua limpia para eliminar cualquier residuo. Asegúrate de secar completamente todas las superficies antes de encender el horno nuevamente. 

¿Y si la suciedad es persistente?

Si tu horno ha acumulado años de grasa y no cede ante los métodos caseros, no te preocupes. Puedes recurrir a productos desengrasantes específicos para hornos. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y ten en cuenta que estos productos suelen contener químicos más fuertes, por lo que se recomienda usarlos con precaución y en un área ventilada. 

Con estos simples pasos, tu horno estará impecable y listo para cocinar deliciosas comidas sin preocupaciones. La combinación de bicarbonato de sodio y vinagre no solo es eficaz, sino también respetuosa con el medioambiente y segura la salud. Además, te ahorrarás unos eurillos en productos de limpieza especializados. 

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Aprovecha estos trucos caseros para mantener tu cocina en su mejor forma. La limpieza del horno puede convertirse en una tarea sencilla y, con estos consejos, no solo disfrutarás de un ambiente más saludable, sino que prolongarás la vida útil de tu electrodoméstico favorito. ¡Manos a la obra!