Desde Microsoft tienen muy clara a tendencia al alza de los juegos cooperativos online. Sin que eso signifique el detrimento de las experiencias para un solo jugador, la apuesta de la compañía por estos títulos tuvo en Xbox One un claro ejemplo en Sea of Thieves. Este martes los piratas dejan paso a los zombies en la secuela de uno de los juegos más destacados de la última etapa de Xbox 360: State of Decay.

Sus segunda parte mantiene todo lo que hizo sobresalir a su predecesor: supervivencia, gestión de recursos y de los miembros del equipo, mucha estrategia y, por supuesto, zombies. Tiene momentos de acción pero prima la cabeza por encima del resto. 

El título se lanza en un momento en el que los Battle Royale marchan triunfales. No entra dentro de ese subgénero pero si comparte con ellos elementos de supervivencia.

Su gran baza es el juego cooperativo con hasta cuatro jugadores. Es un camino que los de Redmond están recorriendo con paso firme en los últimos meses. El ya icónico Cuphead fue otra muestra de ello.

Iniciativas para marcar el modelo

Decisiones como esta dejan claro que Microsoft en Microsoft tienen los conceptos claros. Su entendimiento del mercado les ha llevado iniciativas que encajan con el negocio actual de los videojuegos, que se encuentra en evolución.



Un ejemplo de ello es el Xbox Game Pass, un modelo de suscripción que pone a disposición del jugador más de 100 títulos por 9,99 al mes. Este tipo de servicios es equiparable al de plataformas televisivas e incluye los exclusivos de Xbox One.

En la misma línea va su esfuerzo para hacer retrocompatibles títulos de las dos anteriores Xbox. Eso ha aumentado su catálogo en cientos de juegos al tener los títulos de tres generaciones en un solo sistema.





De hecho, en One X, la versión mejorada de la plataforma, algunos de estos títulos están actualizados para añadir mejoras visuales. Entre ellos se encuentran el gears of War 2 y Gears of War 3, The Elder Scrolls IV: Oblivion, The Witcher 2: Assassins of Kings, Fable Anniversary o el primer Assassin's Creed.



Precisamente esta versión de One puede presumir de ser la consola más potente del mercado, algo que ha favorecido un aumento en las ventas al contar con las versiones más logradas de los títulos plataforma más punteros.

Mejorando la industria

Otras decisiones de Microsoft no buscan tanto una recompensa directa sino mejorar la industria. El último caso de esto se anunció la semana pasada con Xbox Adaptive Controller.

Se trata de un mando diseñado específicamente para facilitar la experiencia de juego a personas con movilidad reducida. Además de botones más grandes de lo habitual permite un margen de personalización conectando otros dispositivos que hacen que el controlador se adapte a cada situación.

Más allá de los títulos, Xbox ha sido un referente durante esta generación por su manera de innovar y marcar tendencia en cuanto a servicios. Una forma de entender el sector que recuerda a su época dorada en la que su comprensión del modelo de juego online ha acabado siendo el que han imitado las consolas de la competencia.