Una habitación de hotel puede ser impresionante por su tamaño, su decoración o el lujo de sus servicios pero también puede ser única por las vistas o el lugar donde se ubica. Y este es el caso de la de Faro Silleiro.
Se trata de una infraestructura en activo ubicada cerca de Baiona y casi tan al oeste como Finisterre o, lo que es lo mismo, lo que un día fue el fin del mundo.
Este hotel boutique sólo cuenta con 17 habitaciones, algunas en suite, que tienen como banda sonora la canción de todo un océano que se desliza entre el murmullo y la fuerza de su golpeo sobre la roca.
Detalle de la suite del hotel de Faro de Silleiro.
La experiencia de dormir en un faro todavía en activo, donde la luz nos recuerda en todo momento durante la noche que al otro lado hay alguien esperando una señal, es una de las experiencias más poéticas para disfrutar frente al mar.
Además, en el Faro Silleiro, el tiempo parece haberse detenido y sólo corre al ritmo de las mareas que suben y bajan con un momento del día mágico: la puesta del sol.
Faro Silleiro en Galicia.
Suite del Faro Silleiro.
Por eso, es un destino perfecto para quienes buscan reencontrarse y bajar las revoluciones. El hotel cuenta con una biblioteca frente a los grandes ventanales con vistas, una piscina infinita hacia el océano que es el mejor lugar para pasar los meses de verano, un gimnasio y terrazas que invitan al dolce far niente gallego: contemplar, respirar y dejar pasar el tiempo.
Todas las habitaciones son exteriores, lo que las convierte en una especie de miradores o bien hacia la montaña o bien hacia el Atlántico. De hecho, en la suite incluso puedes ducharte mientras observas las salpicaduras de las olas al dar contra las rocas.
La escalera que sube a la parte de arriba del faro.
El Hotel Boutique Faro Silleiro forma parte del proyecto Lighthouse Baiona, una iniciativa que recupera espacios con historia para convertirlos en lugares donde el mar, la calma y la belleza se encuentran.
Mar y montaña
Desde este increíble hotel de Vigo se puede caminar por algunos de los senderos que bordean los acantilados cercanos o apostar por recorrer parte del Camino Portugués por la costa que pasa justo frente al faro.
Es una forma más de absorber y de entrar en contacto con la naturaleza con más intensidad y aprovechar la energía que se siente alrededor del faro.
Además, el hotel cuenta con un servicio de desayuno artesanal tanto en el comedor como en las propias habitaciones preparado, principalmente, con productos locales.
Piscina infinita en Faro Silleiro.
Si queremos probar otra gastronomía diferente, también cuenta con la Taberna Faro Pequeno, el proyecto hermano del hotel, que ofrece una cocina atlántica honesta y una carta básica pero rica.
A pocos minutos de esta punta de mar se encuentra Baiona, una de las villas más bonitas de la zona y con un ambiente único entre plazas y bares. Es la mejor forma de volver a tomarle el pulso a la vida, pero poco a poco, con el ritmo que marca este lugar increíble.
El interior del Faro Silleiro.
Allí también podemos pasear por el puerto con la vista puesta en las Islas Cíes y ver cómo el cielo va cambiando de color conforme avanza el día y la estación.
Otras actividades que podemos hacer casi sin movernos del Faro de Silleiro es hacer una visita a las bodegas del Rosal o recorrer la desembocadura del Miño y ver cómo Galicia y Portugal se rozan.