Noviembre suele ser un mes casi de transición entre la despedida tardía del verano y la llegada de la Navidad. Sin embargo, las iglesias y catedrales de algunas ciudades asumen este tiempo de adviento para reivindicar una espiritualidad más artística que religiosa y son un buen motivo para seguir haciendo turismo.
Es el caso de Toledo y su Batalla de Órganos en una de las catedrales más espectaculares de toda España que, cada sábado del mes, hace una especial lucha entre los sonidos de sus grandes instrumentos con artistas invitados de todo el mundo y que envuelven a la ciudad de una magia que bien merece una escapada.
Para este último sábado, 22 de noviembre, los organizadores han reservado una de las citas más diferentes, sobre todo por el escenario y los participantes. Se trata de la Batalla de las Campanas, en un edificio que, a 80 metros del suelo, cuenta con La Calderona, una estructura del siglo XV que es la más antigua de la Catedral, y con La Gorda, la campana más grande de España y fuente de muchas leyendas.
Un detalle de los órganos de la Catedral de Toledo.
Esta increíble campana de 14.000 kilos de peso fue subida hasta la torre por 22 marineros venidos de Cartagena y varios bueyes días antes de su inauguración, el 8 de diciembre de 1755, en homenaje a la Purísima Concepción. Se dice que su tañido se oyó a kilómetros de distancia y que era tan fuerte que rompió los vidrios de las ventanas de Toledo y que hasta algunas mujeres embarazadas se pusieron de parto tras el estruendo.
Ahora, el sonido matizado de este increíble instrumento es uno de los más llamativos de la capital manchega cuando se hace sonar por cualquier motivo festivo, como si fuera portavoz de buenas noticias para todos los toledanos.
El lenguaje de las campanas
Desde la Edad Media, las campanas han creado un lenguaje propio y popular que todavía se habla en muchos pueblos donde sólo por su tañido se sabe a varios kilómetros de distancia si ha fallecido alguien, si es un día de fiesta o si hay alguna emergencia.
Por eso, esta épica batalla con las de Toledo se antoja una escapada única, puesto que se trata de una de las ciudades con más campanarios del mundo que van desde la imponente torre de la Catedral hasta las tribunas del coro, donde resuenan las ruedas de campanas durante la celebración de las Batallas.
Jesús Carrobles, presidente de la Real Fundación de Toledo, tiene claro lo que supone esta aventura para la ciudad: "Son conciertos únicos, irrepetibles, por las improvisaciones, pero sobre todo por los instrumentos, ya que hay muy pocos sitios que mantengan los órganos en funcionamiento".
Como Carrobles asegura, "hay cosas que sólo pasan en Toledo" y es que cuenta con siete órganos que constituyen el conjunto más importante de nuestro país y que buscan recuperar una tradición ya olvidada incluso en la iglesia.
Por eso, la idea de este concierto es sumar estos toques que inspiraron a genios de la música desde el Barroco hasta nuestros días, con la impresionante mezcla de los sonidos de sus grandes órganos: el del Emperador, el más antiguo de la catedral y que cuando suena es como dos orquestas y media sinfónicas a la vez; el de Berdalonga y el de Echevarría; hecho por un padre y por su hijo; el de Sagrario y el de Realejos.
Los caballeros que protagonizarán esta batalla serán Samuel Liégeon, organista titular de la iglesia de Saint Pierre de Chaillot en París; Baptiste-Florian Marle-Ouvrard, organista titular de la Iglesia de San Eustaquio de París; Marc Pinardel, organista de Notre Dame de Grâce de Passy en París; y Juan José Montero Ruiz, profesor del Conservatorio de Toledo y un organista reconocido en todo el mundo.