Playa de las islas de Santo Tomé y Príncipe.
Santo Tomé y Príncipe es un archipiélago africano en el golfo de Guinea: el paraje ideal para un viaje no convencional
Un destino atípico alejado del turismo tradicional. Las islas de São Tomé son el lugar perfecto para disfrutar de maravillosas playas y rutas de senderismo.
Más información: Barbados, la isla al este del Caribe que se distingue por una cultura rica e inigualable: tiene buen clima durante todo el año.
Las islas de Santo Tomé y Príncipe, situadas sobre el Atlántico ecuatorial, a 300 y 250 km respectivamente de la costa noroeste de Gabón, constituyen el país más pequeño de África. Las islas forman parte de una cadena montañosa de volcanes extintos que incluye también las islas de Annobón al sudoeste y de Biokoal noreste, que pertenecen a Guinea Ecuatorial, y el Monte Camerún, en la costa oeste de África.
La capital se encuentra en la isla de Santo Tomé (más grande y montañosa), que es la más importante junto a Príncipe. El territorio isleño está formado en su mayoría por selvas ecuatoriales. Como lengua oficial encontramos el portugués, utilizado junto al dialecto criollo y lenguas locales. Asimismo, la mayoría de la población profesa la religión católica. Las dos islas principales son patrimonio mundial de la biosfera, y son de origen volcánico, muy montañosas, en las que encontramos selvas, montañas y playas.
El país tiene visitas diferenciadas: por una parte, playas maravillosas y muchas rutas de trekking en São Tomé, capital del archipiélago de Santo Tomé y Príncipe, que es una bulliciosa y pequeña ciudad, parada obligatoria en cualquier ruta por el país. Se necesitan varios días para descubrir los imprescindibles que ver en este destino, lleno de encanto y autenticidad, donde los olores a especias y frutas tropicales inundan el ambiente y se funden con la cultura local, creando un lugar único en el corazón del golfo de Guinea.
Playa de las islas de Santo Tomé y Príncipe.
Con sus coloridos mercados, arquitectura colonial y rica herencia cultural, São Tomé ofrece una experiencia cautivadora para los viajeros que buscan destinos no típicos y alejados del turismo más tradicional. Deambulando por las calles y flanqueadas por edificios reflejo del pasado colonial del país, descubrimos una ciudad colorida y animada, incluso frenética si la comparamos con el resto de Santo Tomé. Con un caótico tráfico, puestos improvisados en la calle donde se vende casi de todo y reuniones de lugareños que charlan animadamente en las plazas.
Para los muy amantes de los mercados en São Tomé hay dos que son parada obligatoria: el Mercado Nuevo y el Mercado Viejo representan el día a día de la vida en la ciudad y en el país. Son un lugar colorido y caótico donde los lugareños de toda la isla compran y venden todo tipo de productos. En ambos hay una parte interior donde encontramos puestos de frutas, verduras, pescado y carne; pero es en sus calles, en el exterior, donde veremos la zona más interesante y auténtica. Una de las visitas más interesantes que hacer en São Tomé.
“Cacau” es un proyecto basado en una filosofía particular cuyo lema es el cacao y la importancia de este “con la población y no para la población” del país. Aquí podremos disfrutar de exposiciones y eventos en un antiguo edificio público de la época colonial mientras tomamos algo en unas antiguas naves reconvertidas en un espacio moderno donde el arte y la cultura actual del país, en todas sus vertientes, se promocionan y dan a conocer.
El árbol del cacao, en Guinea Ecuatorial.
Un claro ejemplo de los esfuerzos de modernización de Santo Tomé y Príncipe es la avenida principal, conocida como 12 de Julio, es un claro ejemplo del pasado portugués del siglo XIX y principios del XX; además de ser una de las arterias más importantes de la ciudad que discurre paralela a la Bahía de Ana Chaves. Caminar por sus desconchadas aceras es uno de los paseos más agradables y tranquilos de la capital.
Este malecón se encuentra flanqueado por numerosos edificios de estilo colonial. Ubicado en uno de los extremos de la Bahía de Ana Chaves encontramos el Fuerte de San Esteban, de claro estilo colonial, fue levantado en 1575 por las tropas portuguesas, convirtiéndose en el primer edificio defensivo de estas características en la isla. A lo largo de los años ha sufrido diversas reconstrucciones, incluyendo la desarrollada en 1866, que se sumó a la estructura el Faro de São Esteban, que en la actualidad alberga el Museo Nacional de Santo Tomé y Príncipe.
La Catedral de Nuestra Señora de Gracia, levantada a principios del siglo XV, es la iglesia más antigua del país y uno de los edificios religiosos más antiguos del África subsahariana. En 1534, la ciudad se convirtió en un obispado por mediación del Papa Paulo IV, que estableció la diócesis de Santo Tomé y Príncipe y elevó la iglesia que ya existía al estatus de catedral.
El Palacio Presidencial de São Tomé, también conocido como "Palacio do Povo", es la residencia oficial del presidente de Santo Tomé y Príncipe. Este edificio, de estilo colonial del siglo XIX, sirvió anteriormente como residencia del gobernador portugués hasta 1975, cuando el país logró la independencia.
En las playas más hermosas de Santo Tomé y Príncipe es donde se puede disfrutar de uno de los espectáculos más increíbles del planeta: el desove de las tortugas. Además, para poner la guinda de este brutal pastel, no podemos olvidarnos de visitar la maravillosa Isla de Rolas, donde se encuentra una de las playas más increíbles: Playa Batería.
La bandera de Santo Tomé y Príncipe.
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