Existe un lugar donde el clima sonríe los 365 días del año, una isla que esconde muchas cosas más de las que muestra, donde lo moderno y lo sibarita aguardan la esencia de tradiciones ancestrales, donde todo parece predispuesto para sanar.

Gran Canaria es, además de sol y playa, bienestar y salud. Desde la yodada brisa del mar hasta la terapia de sonido que ofrece el arrullo del mar y el silbo del aire entre sus pinares hacen de la isla un paraíso para olvidar el ruido y el estrés, para centrar los cinco sentidos en el presente, relajarte y disfrutar.

Ulises ya hablaba en La Odisea del poder terapéutico del mar, uno de los elementos principales de la cultura griega –es la sustancia universal de la que provienen todas las cosas, según Tales de Mileto-, romana o árabe. Los historiadores de la isla se remontan a escritos del siglo XVII para apuntar a las primeras evidencias de milagrosos manantiales de aguas medicinales a los que acudían los primeros pobladores para beber.

Sus documentadas propiedades estimulantes contra el cansancio y otras dolencias y frente a problemas psicológicos, como el estrés, la ansiedad o el insomnio, comenzaron a atraer a Gran Canaria a ciudadanos provenientes del norte y centro de Europa desde la segunda mitad del siglo XIX.

En busca de cura en salud, estos primeros turistas pasaban semanas entre baños en los antiguos y desaparecidos balnearios de Azuaje y Los Berrazales, al norte de la isla. Desde entonces, el espacio ha ido modelándose para convertirse en un oasis de bienestar donde se unen suaves temperaturas, aguas ricas en minerales y privilegiadas playas de arena dorada.

Gloria Palace Royal Hotel & Spa.

Todas estas propiedades están encapsuladas en alojamientos hoteleros y extrahoteleros, centros de spa y talasoterapia que ofrecen los tratamientos de salud, belleza y relax más tradicionales junto a otros nuevos basados en los recursos naturales propios de la isla, como el aloe vera, y que exprimen a través de las técnicas más avanzadas todo el poder curativo de Gran Canaria.

Uno de esos lugares, que se han unido bajo la marca Gran Canaria Spa, Wellness & Health, es el Gloria Palace Royal Hotel & Spa, un espacio construido con piedras naturales sobre la playa de Amadores, al sur de la isla, que se fusiona al mismo tiempo con la montaña y con la inmensidad del océano Atlántico, al que desembocan todas sus habitaciones.

Sus cuatro piscinas, dos para adultos -una de ellas climatizable y de borde infinito- y dos para niños de agua dulce en las terrazas, su espacio delimitado e independiente reservado para naturistas y sus dos restaurantes -uno bufet y otro a la carta- hacen de este lugar el destino idóneo para todo tipo de clientes, desde familias que buscan pasar unos días de encuentro, hasta parejas que quieren relajarse o personas dispuestas a dejar atrás los efectos colaterales de los meses de pandemia en solitario.

Gloria Palace Royal Hotel & Spa.

Con 4 estrellas, el establecimiento cuenta con un spa con diferentes estaciones de hidromasaje gratuitas para todos los clientes. En sus salas de tratamientos faciales y corporales se puede disfrutar de un liftosome facial, una exfoliación corporal con jengibre y sales marinas o terapia gotas de lluvia y, además, cuenta con peluquería, sala de manicura y pedicura o terraza de relax.

De la mano de un equipo de terapeutas especializados, el hotel ofrece tratamientos con piedras calientes, una técnica que busca relajar y liberar tensiones a través de la posición de focos de calor profundo sobre puntos específicos del cuerpo y su efecto sobre los meridianos de energía del mismo.

Para deshacerse de los signos del cansancio y de las agresiones diarias del afeitado o la contaminación, disponen del tratamiento facial Ocean Caballero y, para los más previsores con el paso del tiempo, para quienes buscan combatir la aparición de arrugas, el tratamiento Anti-Arrugas e Hidreclat, basado en técnicas de ionización y ultrasonidos.

Gloria Palace Royal Hotel & Spa.

El producto estrella de los tratamientos de este hotel es, sin embargo, el chocolate. En términos de belleza, aplicado en la piel es un excelente aliado ya que sus semillas son ricas en xantina y teobromina, ideales para oxigenar los tejidos. Así, está indicado para reducir el estrés, relajar el cuerpo y la mente y revitalizar la piel.

El centro ofrece un tratamiento de chocolaterapia y un peeling específico a base de este producto a través de una técnica de exfoliación de la piel que consigue que la piel expulse de su superficie las capas de células muertas, facilitando así su renovación y logrando un aspecto más terso.

Volvemos a viajar y, ahora más que nunca, el objetivo es cuidar de nosotros mismos, del cuerpo y la mente. Gran Canaria es el destino perfecto para disfrutar y sanar.