La Región Autónoma del Tíbet, al suroeste de China, es el grueso de la meseta Ginghai-Tíbet y su altura media es superior a los 4.000 metros sobre el nivel del mar. Esta tierra con tradiciones centenarias, una misteriosa cultura religiosa y un paisaje natural protagonizado por las alturas es conocida como el “Techo del Mundo”. Situada en la cordillera del Himalaya, tiene más de 50 cumbres de 7.000 metros de las que once sobrepasan los 8.000 metros.

Uno de los símbolos del Tíbet es el Palacio Potala, un majestuoso complejo de edificios blancos y rojos frente a las impresionantes montañas de la cordillera del Himalaya que se alza a unos 3.700 metros sobre el nivel del mar. En él se encuentra un conjunto de preciosas esculturas y estatuas de Buda, así como murales, antigüedades y joyería religiosa. Su majestuosa envergadura rodeada del increíble paisaje natural es la imagen icónica del denominado Techo del Mundo. Además, fue la residencia del Dalai Lama durante más de 300 años.

Lhasa es la capital y aún sigue siendo un lugar remoto y misterioso. Además del Palacio de Potala que ha sido Patrimonio Cultural de la Humanidad cuenta con otros sorprendentes lugares, como la Plaza Barkhor, la principal plaza de Lhasa. Aunque ha sido centro de muchas actividades políticas, hoy día se puede respirar tranquilidad en ella. La calle del mismo nombre es un circuito de peregrinación alrededor del templo de Jokhang, además de ser una de las calles comerciales más concurridas, donde la venta de artesanía es muy popular. El Templo Jokhang es el más antiguo y el más sagrado para los tibetanos y también, el punto focal espiritual al que peregrinos de todo el Tíbet viajan.

La Región Autónoma del Tíbet es tierra de monasterios, por eso hay un gran número de ellos que merecen una visita. El Monasterio Drepung, a las afueras de Lhasa, es el más grande y siguiendo a los peregrinos se podrán conocer los rincones secretos más sorprendentes de este monasterio donde los monjes viven en pequeñas comunidades. El Monasterio Sera es pequeño en comparación con el anterior pero destaca por ser un importante lugar donde poder observar el debate de los monjes sobre las escrituras. Los monjes con las tradicionales túnicas rojas se reúnen cada tarde en el patio del monasterio para celebrar el debate, en el que pueden dar saltos o hacer otros muchos gestos que sorprenderán al turista.

Por su parte, el Monasterio de Samye es la cuna del budismo tibetano. Fue el primer monasterio construido en el Tíbet y en él se pueden encontrar numerosos frescos, esculturas y ruedas de oración, y el paisaje que lo rodea es muy sorprendente por estar entre montañas áridas y dunas de arena. Otro importante monasterio es el de Tashilumpo, sede del Lama Panchen y que destaca por su arquitectura: un complejo de edificios rojos con cubiertas de oro que brillan bajo los rayos de sol.

Shigatse es la segunda ciudad más grande en el Tíbet y además del monasterio de Tashilhunpo ofrece otros impresionantes lugares que lo convierten en una parada obligatoria. La Kora de Tashilhumpo es un importante sendero sagrado que rodea al monasterio y recorrerlo en sentido de las agujas del reloj será una buena caminata. Al final de la Kora se ve el fuerte de Shigatse, un edificio en lo alto de una pequeña colina que muchos consideran como la miniatura del Palacio de Potala. El Palacio de Verano de Deqing se encuentra en la periferia occidental de la ciudad y aparte del dormitorio y la oficina del X Panchen, hay cinco salones de Sutras donde se santifican más de cien estatuas de Buda. Esta ciudad también alberga al mejor lugar para adquirir una alfombra tibetana: la Fábrica de alfombras Gang Gyen.

Otro aspecto por el que destaca esta región es por sus paisajes naturales. El color azul puro e intenso del cielo se entremezcla con las altísimas montañas en tonos marrones y rojizos y el verde de las praderas. El Lago Yamdrok ofrece uno de los paisajes más impresionantes: en los días soleados el color turquesa profundo se manifiesta. En el lateral se pueden encontrar campos de yaks y aldeas. Pero además de ser visitado por su belleza, es un punto de peregrinación ya que se trata de un lago sagrado para los tibetanos. Otros importantes lagos en la región son el Lago Namtso y el Lago Manasarovar. Otro punto fuerte del Tíbet es su parte en la montaña más alta del mundo, el Everest. Los más aventureros y aptos para un viaje por la montaña podrán optar por llegar al campamento base del Monte Everest, a una altitud de 5.200 metros.

Más información en: infoviajes.contacto@gmail.com