Cogerse una mochila, ponérsela a los hombros y emprender el viaje cada vez se está poniendo más de moda, no solo para los jóvenes más aventureros y atrevidos, sino también para el resto de los vivientes que quieren disfrutar de una experiencia diferente, dejando de lado los bueno hoteles con piscina y todo incluido.

Playas de Australia.

Playas de Australia.

Un viaje con mochila significa adentrarse por completo en la cultura que se visita, conocer de primera mano cómo vive esa gente, sus costumbres y su cultura en general y olvidarse un poco de los transitados puntos turísticos de cada destino; incluso, si se opta por buscar una habitación en una casa local, puedes convertirte en uno más de esas costumbres y cultura. Los mejores destinos para hacer un viaje con mochila podrían ser:

Perú

Recorrer los principales atractivos del país peruano es disfrutar de la gran variedad de contrastes que hay. Vivir la ajetreada y vibrante vida de Lima, descender hasta Paracas, donde se puede poner rumbo a las islas Ballestas para avistar pingüinos y leones marinos, para después llegar a la capital peruana del pisco, Ica. Sobrevolar el distrito de Nazca para divisar las enigmáticas líneas, ascender hasta la ciudad blanca colonial, Arequipa y proseguir hasta el puerto peruano del lago Titicaca, Puno. Sin olvidarse de Cuzco para recorrer el camino Inca hasta la Maravilla del Mundo de Machu Picchu.

Arequipa, Perú.

Arequipa, Perú.

Sureste asiático

Los viajes mochileros del sureste asiático suelen comenzar en Khao Sanh Rd, el centro mochilero de la gran Bangkok, después se pone rumbo hacia las playas de Ko Pha-Ngan o Phuket. Otra ruta para contemplar el legado de las civilizaciones antiguas es llegar hasta Siem Reap (Camboya) y seguir hasta la Ciudad Ho Chi Minh y el litoral de Vietnam, para conocer las majestuosas formaciones de piedra de la bahía de Halong. Se puede alargar el viaje pasando por la capital de Laos, Vientián.

Templo de Camboya, Banteay Srei.

Templo de Camboya, Banteay Srei.

La costa este de Australia

Se puede iniciar la ruta en Sidney, y disfrutar de sus playas y emblemáticos monumentos, o en Melbourne, con una gran cultura cosmopolita y un clima semejante al europeo, claro que sin invierno. Una vez tomada la decisión de dónde empezar, hay que poner rumbo a Byron Bay, el paraíso hippie situado al norte de Sídney que cuenta con unas olas fantásticas para los amantes del surf. La ruta continúa pasando por Brisbane y Cairns, ciudad base para vivir y cruzar la joya conocida como la Gran Barrera de Coral.

Oriente Próximo: de Estambul a El Cairo

Estambul es el trampolín ideal para visitar Oriente Próximo. Comenzar en Turquía y tomar dirección sur hasta llegar a Siria, aunque este país se puede saltar debido a la situación política que está viviendo. Continuar rumbo a Jordania para poder admirar en primer plano las ruinas de petra y flotar en el mar Muerto. Antes de continuar rumbo hacia el mar Rojo para bucear en sus especiales aguas, se puede hacer un desvió para contemplar los parajes de Jerusalén. Para terminar la ruta, El Cairo será la última ciudad. Su bullicio y su gran vida es digna de experimentar, así como no puede faltar la visita a las pirámides de Gizeh.

Recorrer Rusia en el Transiberiano

Se trata de un trayecto de 9.289 kilómetros, anteriormente conocido como la “ruta de los zares”. La ruta comienza en la costa de Vladivostok y avanza hasta Moscú, pasando por lugares como el lago Baikal, Jabárovsk, Chitá, Omsk, Ekaterimburgo, Perm o Nizhny Nóvgorod. El viaje termina en Moscú, donde se puede disfrutar de unos días visitando la majestuosidad de la capital rusa, con sus iglesias de cúpulas doradas o la Plaza Roja. Se puede llegar hasta San Petersburgo o tomar la otra ruta en tren denominada ‘Transmongoliano’, que se adentra en Mongolia desde su comienzo en Pekín.

Fort Worth, Texas.

Fort Worth, Texas.

Ruta 66 (Estados Unidos)

Pocas carreteras tienen la fama que tiene la conocida mundialmente Ruta 66, también llamada “la madre de las carreteras de América”. Comienza en Chicago y pasa por St. Louis, conocida por sus blues, y sigue hasta Kansas, el corazón de las grandes llanuras. Más tarde atraviesa Texas, el paisaje de vacas típico de Nuevo México y Arizona. Finalmente, California es el final de la ruta, donde el viajero culminará su viaje en Los Ángeles, Hollywood y Rodeo Drive.