Pyme. Efe

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Opinión

Autónomos en peligro de extinción

Alma Alfonso
Publicada

"Los autónomos societarios crecen un 8,5% y ya son tres de cada cuatro". Este titular, que a primera vista podría parecer una señal de dinamismo emprendedor, en realidad es el síntoma más claro del profundo deterioro que sufre el empresario individual bajo las políticas económicas del Gobierno socialista de Sánchez y sus socios.

¿Qué nos dice realmente este dato? Significa que tres de cada cuatro nuevos autónomos optan por crear una sociedad. Y esto no es un dato esperanzador, sino una huida desesperada de la inseguridad jurídica, la presión fiscal y la falta de apoyo real al emprendimiento individual.

El autónomo persona física, el emprendedor más pequeño, el que levanta su negocio desde cero, el que no tiene estructura ni respaldo, se siente abandonado por el Gobierno y busca refugio en la figura societaria como única salida para protegerse.

¿Por qué se refugian en la sociedad limitada? Porque temen ser arruinados ante cualquier error, sanción o impago. La responsabilidad ilimitada a la que están expuestos los autónomos persona física es hoy una espada de Damocles.

En un entorno de inseguridad normativa, cambalache fiscal y burocracia creciente, ser autónomo sin escudo societario es un riesgo demasiado alto. Porque la Ley de Segunda Oportunidad no funciona. Se vendió como una herramienta para salvar a los autónomos que fracasan, pero la realidad es que solo acceden a ella un número marginal, y con procesos largos, costosos y humillantes.

No hay verdadera red de protección para quien lo intenta y no lo consigue. El mensaje que lanza el Gobierno es: "Si fallas, te arruinamos de por vida".

Porque la maraña fiscal es insostenible. El régimen de autónomos, tras las reformas improvisadas del Gobierno, es una trampa para pequeños negocios. Las cuotas crecen, las deducciones son insuficientes, y la administración persigue antes que apoyar. Porque no hay seguridad jurídica.

Los cambios constantes en fiscalidad, cotizaciones y requisitos legales provocan que muchos autónomos busquen protección jurídica y contable a través de la figura societaria. No es por crecimiento, sino por pánico regulatorio.

Este dato no es una victoria del emprendimiento, es la derrota del trabajo autónomo bajo el PSOE y sus socios. En lugar de fortalecer al autónomo, facilitarle las cosas y dotarle de herramientas para crecer y competir, el Gobierno ha empujado al más débil a disfrazarse de empresa para sobrevivir. No porque quiera, sino porque no le dejan otra opción.

Desde el Partido Popular defendemos una política clara y estable para el autónomo real, el que empieza solo, con una idea, sin estructura ni socios. Para ello proponemos una reforma efectiva de la Ley de Segunda Oportunidad que sea ágil y accesible, así como un sistema de cotización más justo, simple y predecible, con incentivos claros al crecimiento.

Pero sobre todo, es imprescindible una reducción drástica de cargas burocráticas y una fiscalidad justa e impulsar un entorno jurídico estable, seguro y favorable al emprendimiento.

El dato del 8,5% de aumento de autónomos societarios es la prueba más contundente de que el autónomo persona física ha dejado de confiar en este Gobierno. Y no podemos permitir que el miedo siga siendo el principal motor del emprendimiento en España.

Alma Alfonso es portavoz de Economía Social del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados