
Vall d'Alba en Castellón. CV
Este es el pequeño pueblo de Castellón donde mejor se come y casi nadie conoce: está a tan solo 27 minutos de la ciudad
Alberga un importante restaurante "honesto, comprometido y vocacional" reconocido con una Estrella Michelin.
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Este pueblo cercano a Castellón esconde una joya gastronómica que llama la atención de sus alrededores.
En Vall d'Alba, un municipio ubicado en la comarca de la Plana Alta, sus 3.103 habitantes y toda la población de los alrededores puede disfrutar de un restaurante único en el lugar.
Se trata de Cal Paradís, un establecimiento ubicado en este pueblo y que posee una Estrella Michelin.
En concreto, una Estrella verde Michelin. Según la Guía Michelin, este restaurante es un gran ejemplo de local "honesto, comprometido y vocacional", personificado todo ello en el dueño, Miguel Barrera.
Así, en Cal Paradís busca mantenerse "fiel a las raíces castellonenses, a sus recuerdos y a esos productos kilómetro cero que definen cada territorio". Muchos de esos alimentos los cultiva en su propia huerta.
En relación con la gastronomía, la Vall d'Alba cuenta con un amplio recetario de cocina tradicional. En él se incluyen carnes y embutidos de gran calidad que caracterizan a esta zona.
Otros platos destacables son la olla de verduras, el cerdo y el conejo asado con ajo aceite. También, inevitablemente, la paella se lleva un gran protagonismo, al igual que en el resto de la Comunitat.
En cuanto a los postres, destacan los que se han elaborado con almendras, así como los tradicionales pastissos de cabello de ángel y boniato, además de los rollets d'aiguardent.
Más allá de la gastronomía, si se visita Vall d'Alba se puede aprovechar el día para dar una vuelta por el pueblo, pues posee monumentos históricos dignos de admirar.
Uno de ellos es la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, en la que se conserva un lienzo del siglo XVIII.
También es llamativa la Ermita de San Cristóbal, que está ubicada en un admirable paraje con grandes vistas al núcleo urbano.
Además, este lugar es óptimo para pasar el día, pues cuenta con paelleros, piscina y juegos infantiles. También un restaurante y un hotel.
Vall d'Alba contiene una colección etnológica que permite observar distintos ambientes recreados con todos los objetos que se usaban en la antigüedad en el campo y para elaborar productos como el aceite.

Paisaje de Vall d'Alba. CV
Este pueblo también cuenta con interesantes rutas de senderismo. Por ejemplo, la Ruta de les Sènies, antiguas construcciones para extraer agua subterránea para el riego.
También existen otras como la Ruta dels Aljubs y la Ruta de les Muntanyes, que permite disfrutar de las sierras que rodean el municipio.
En cuanto a las fiestas del pueblo, en enero celebran San Antonio, y en abril tiene lugar la Feria del comercio, agrícola y ganadera.
Otras fiestas de igual importancia son la Semana Santa, la Romería a la Ermita de San Cristóbal y las fiestas de Sant Antoni Montalba y Sant Jaume. Además, a finales de agosto se celebra la semana cultural y las fiestas patronales de la Vall d'Alba.