Carlos Mazón, saliendo del coche en el Palau de la Generalitat. EFE/Biel Aliño
La jueza de la dana cita como testigos al chófer y a los escoltas de Mazón que trabajaron con el presidente el 29 de octubre
La magistrada considera necesario escuchar los testimonios de los trabajadores asignados al jefe del Consell la tarde de la dana.
Más información: El dueño de El Ventorro afirma ante la jueza que Mazón y Vilaplana se fueron entre las 18:30 y las 19:00
La jueza de la dana ha citado como testigos tanto al chófer como a los escoltas del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que estaban de servicio el día 29 de octubre.
A petición de una acusación particular y la acusación popular de Compromís, la magistrada ha acordado este viernes la citación de los escoltas y el conductor asignados al presidente de la Generalitat el día de la dana entre las 15.00 y las 21.00 horas.
De esta forma, la magistrada que investiga la causa de la dana considera necesario escuchar los testimonios si dichos testigos "efectivamente pudieron oír algunas de las llamadas o los comentarios a raíz de ellos", en alusión al jefe del Consell y a la entonces consellera de Justicia e Interior.
La magistrada considera necesario si dichos testigos "efectivamente pudieron oír algunas de las llamadas o los comentarios a raíz de ellos", en alusión al jefe del Consell y a la entonces consellera de Justicia e Interior.
Entiende la instructora que es extrapolable a estos testigos los argumentos recogidos en el auto de la Audiencia Provincial que ordenó la práctica de la testifical de la periodista que comió el día de la dana con el presidente de la Generalitat, Maribel Vilaplana.
Así, la petición se justifica en las recientes revelaciones, apuntadas por la periodista Maribel Vilaplana en su declaración en el juzgado, y por el propio Mazón en el Congreso, de que los escoltas no le acompañaron a la salida del restaurante tras la comida.
Así, en el acta notarial se dice que se recogen las llamadas entrantes y salientes del teléfono de Pradas y se especifica: "Con indicación de día (29 de octubre de 2024), horas, si es entrante o saliente, duración, si es cancelada (no se pudo realizar la conexión) o perdida (no se respondió)."
"Es decir, --explica la magistrada-- se diferencia claramente entre la última categoría (no se respondió) lo que efectivamente haría referencia a que no se contestó por el receptor, frente a la denominada llamada cancelada, en la que la investigada no pudo realizar la conexión, le fue imposible".
Para la instructora, el hecho de que fuera la propia Pradas quien optara voluntariamente por cancelar las llamadas "no se desprende en modo alguno del acta y lo que es igualmente relevante, una de las dos últimas llamadas canceladas, la de las 19:10, se produjo precisamente en un intervalo temporal de 37 minutos (entre las 18:57 h y las 19:34 h) sin ningún tipo de comunicación del president con ninguna persona".
"Llamada cancelada y verificada en el acta notarial durante dicho periodo, lo que puede derivar igualmente de que el teléfono esté apagado, o de que el teléfono esté en modo avión o de que el contacto hubiera sido bloqueado por el receptor. No hay constancia de ninguna imposibilidad técnica para efectuar las llamadas entre el presidente y quien fue su consellera", apostilla.
Asimismo, prosigue la resolución judicial, a las 19:34 h se reanuda la comunicación del president, pero no con Salomé Pradas, "quien efectuó una llamada a las 19:36 horas, pero en el listado de llamadas está cancelada, en definitiva, que no pudo tampoco realizar la conexión".
"La posibilidad de que la misma Salomé Pradas hubiera cancelado esas llamadas que aparecen como 'canceladas' con Carlos Mazón no se corresponde con la clasificación expresada de las llamadas que se efectúa en el acta notarial aportada por la defensa", incide.
La jueza Nuria Ruiz Tobarra hace notar, además, que, "a medida que avanzaban las horas, la necesidad de actuación se habría convertido en más imperiosa para la señora Salomé Pradas, dado el largo tiempo en la toma de decisión de la alerta, y el mismo criterio ha de aplicarse respecto de la voluntad de contactar con el presidente, lo que efectivamente no pudo realizarse hasta en tres ocasiones".
De esa "voluntad de contactar dan buena fe las llamadas a las 16:29, 19:10 y las 19:36 horas, las cuales aparecen como 'llamadas canceladas' en el acta notarial". "A las 19:43 horas se efectúa una llamada por el presidente a la consellera y se produce una llamada del president a la consellera a las 20:10 horas, un minuto antes de materializarse el envío del sistema Es-Alert".
La petición
El letrado Ximo Esteve, autor de esta solicitud, consideró que sus testimonios pueden ser útiles respecto a la "cronología, ubicación y comunicaciones mantenidas por Carlos Mazón y Salomé Pradas, así como otras personas relevantes para la investigación".
Además, citó Esteve el pronunciamiento de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial que autorizó la declaración de Vilaplana. "Forman parte de la instrucción las actuaciones dirigidas a averiguar la incidencia que pudo tener la omisión o traslado tardío de información en decisiones erróneas o en la omisión de decisiones debidas, las cuales podrían haber evitado los graves daños personales investigados".
Por ello, cree que los escoltas pueden ofrecer información relativa a las conversaciones telefónicas de Mazón, si fueron liberados del servicio por él mismo, su estancia en el restaurante, posible inquietud del presidente por lo que sucedía o el acompañamiento al Centro de Emergencias de l'Eliana.
Por lo que respecta al chófer y bedeles del Palau, esta parte considera que su testimonio es "indispensable" para reconstruir "de manera precisa lo que sucedió aquella jornada".
"La citación de los agentes de seguridad o escoltas, del o los chóferes del vehículo oficial, y del personal de vigilancia del Palau de la Generalitat constituye no solo una diligencia lógica y coherente con la investigación, sino estrictamente necesaria para esclarecer hechos clave", indica.
Se refiere a la ubicación, desplazamientos, comunicaciones, acompañamiento y conducta de Carlos Mazón, así como contrastar las declaraciones ya prestadas por Maribel Vilaplana y Marco Presa (asesor de Pradas), concluye el referido escrito.