Diego (21), en 'shock' al cursar Biomedicina en Canadá. EE
Diego (21), estudiante en Canadá, no da crédito: "Son muy estrictos, ni me prestaron una goma en un examen"
El joven valenciano cursa Biomedicina en la universidad de Toronto y no puede evitar sorprenderse por las diferencias culturales.
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De Valencia al mundo. Diego Durá, a sus 21 años, ha recorrido y descubierto numerosos países alrededor del globo. Ahora, más allá del turismo y las vacaciones, ha decidido instalarse en la otra punta del mundo para estudiar.
Es valenciano de nacimiento, aunque desde hace tres años vive en Barcelona. Hasta allí se fue para estudiar la carrera universitaria de sus sueños: Biomedicina. Y ha aprovechado el último curso del grado para cursarlo en Toronto (Canadá).
Así, al cambiar completamente de estilo de vida, no puede evitar sorprenderse por las diferencias. Algunas de ellas, resalta, tienen que ver con el mundo académico: "Son muy estrictos, ni me prestaron una goma en un examen".
Aunque únicamente lleve dos meses viviendo y estudiando en Toronto, Diego ya tiene anécdotas para contar. Una de las más impactantes le ocurrió el día de su primer examen: "Pensaba que los exámenes se hacían a boli y son con lápiz. Por suerte tenía uno en la mochila, pero no tenía goma. Pedí una prestada y me dijeron que no".
Según explica, los canadienses son "muy estrictos con las normas". "Cumplen las reglas a la perfección, me dijeron que debería haberme llevado una goma y no estaba permitido dejarme una", añade.
También tiene anécdotas más positivas: "Aquí los estudiantes hasta tenemos un 10% de descuento en el supermercado". Puede parecer insignificante, pero él lo ve como una buena iniciativa que "podría ser trasladable a España y vendría bastante bien a muchos estudiantes".
Y sí, Diego da fe de algo que muchos se preguntan: "Mi universidad es de película, son diez manzanas en medio de la ciudad. No tiene ningún tipo de sentido", asegura.
A nivel deportivo también es "muy de película": "Hay un estadio para el equipo de fútbol y cuando juegan tienen animadoras y las gradas siempre están llenas".
Diego confiesa lo que parece un secreto a voces: "Lo que más me gusta en el mundo es viajar". República Dominicana, Dinamarca, Grecia, Albania... y la lista de países visitados continúa.
Así, asegura que desde el principio de su carrera universitaria tuvo claro eso de estudiar fuera: "En su momento pensé en hacer la carrera entera fuera, pero al final no se dio. Pero sí supe que por lo menos un año quería irme a estudiar a otro sitio", explica.
"Yo siempre he sido una persona muy movida, muy inquieta y con ganas de aprender cosas nuevas y ver sitios nuevos", apunta el valenciano.
Un entrenamiento ya lo ha hecho durante los últimos tres años en Barcelona. Allí se matriculó para cursar la carrera, y desde entonces vive fuera de casa. "El shock de irme lejos de casa y de mi familia ya lo he vivido", asegura. Eso sí, también destaca que "no es lo mismo que irse a Toronto".
Eso sí, en cuanto a las tareas domésticas dice estar "más que acostumbrado": "Ese problema lo tuve en Barcelona, ahora en Toronto he podido adaptarme bien".
Diego (21), en Canadá. EE
En cuanto a la economía, asegura no notar grandes diferencias. "El alquiler en mi residencia de estudiantes es bastante similar al de España, quizá un poco más caro", explica. Pero sí que existe una gran diferencia: los salarios. El salario medio de España es muchísimo más bajo que el de Canadá.
Como él mismo explica, estos salarios más altos y el coste de vida "solo un poquito mayor que en España" hace que ahorrar sea más sencillo: "Te permite ahorrar mucha mayor cantidad de dinero".
De esto se ha percatado en poco tiempo, ya que a la ciudad canadiense llegó el 31 de agosto. Únicamente lleva un par de meses viviendo allí. Tiempo suficiente, eso sí, para darse cuenta también de que tienen "bastante buena calidad de vida".
También ha podido cerciorarse ya del frío canadiense: "Acaba de empezar noviembre y ya tenemos temperaturas mínimas de 0ºC". Esto, explica, hace que el ambiente en la calle vaya disminuyendo.
Se trata de una gran diferencia con la vida social de España. Según explica Diego, "cada día sales a la calle y el ambiente y la gente te alegran el día". Eso en Canadá no le ocurre. "La ciudad está un poco condicionada en base al frío, hay muchas zonas interiores para poder hacer vida y salir de casa sin congelarte", explica.