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En plena suspensión de actividades del gobierno federal, iniciada el 1 de octubre de 2025, los planes migratorios de la administración Trump avanzan sin impedimento alguno con la reciente deportación de ciudadanos iraníes desde Estados Unidos. De acuerdo con AP, autoridades de Teherán informaron que los primeros 120 iraníes serían enviados “en los próximos días” como parte de un plan más amplio que alcanza a cientos de personas.

Detalles de la deportación y la declaración de Hossein Noushabadi

Según Reuters, el primer grupo saldría de Luisiana, haría escala en Qatar y continuaría hacia Teherán, dentro de un esquema que contempla hasta 400 deportaciones, en su mayoría personas que habrían ingresado desde México de forma irregular, conforme indicó un alto funcionario iraní.

De acuerdo con AP, Teherán sostiene que el envío de nacionales detenidos en Estados Unidos ocurre en un contexto de tensiones bilaterales y que el volumen contrasta con cifras recientes (por ejemplo, en el año fiscal 2024 se reportaron apenas 20 deportaciones de iraníes).

En palabras del director general para Asuntos Parlamentarios del Ministerio iraní, Hossein Noushabadi, “en el primer paso decidieron deportar a 120 iraníes”, la mayoría tras cruzar desde México; además, anticipó vuelos adicionales si el plan progresa.

Según CBS News, la administración estadounidense no reconocía públicamente un “acuerdo” con Irán, pero dos funcionarios de EEUU señalaron que un vuelo con menos de 200 personas había sido programado.

La estrategia de deportación del gobierno de Trump

De acuerdo con Reuters, el operativo forma parte de la política migratoria de la administración Trump, enfocada en una represión ampliada contra la permanencia irregular. Los reportes describen una coordinación inusual entre Washington y Teherán para viabilizar los vuelos, aunque sin anuncios detallados por parte de DHS o el Departamento de Estado.

Según Al Jazeera, la medida ha generado preocupaciones de derechos humanos en organizaciones y defensores, por el riesgo que podrían enfrentar personas con posibles temores de persecución al regresar. La cobertura internacional subraya que el incremento contrasta con prácticas históricas de acogida a disidentes iraníes desde 1979.

Cierre del Gobierno y continuidad de la política migratoria

Aunque el cierre federal ha afectado a cientos de miles de empleados y paralizado áreas no esenciales, la mayor parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), incluyendo Patrulla Fronteriza, ICE y TSA, continúa operando por su naturaleza de servicio esencial.

De acuerdo con Federal News Network, más del 90% de la plantilla de DHS sigue trabajando bajo los planes de contingencia por lapse in appropriations.

Según el propio plan de DHS para lapsos de financiación, las funciones de aplicación de la ley y protección de la vida y la propiedad se mantienen activas, lo que explica que las deportaciones y detenciones migratorias avancen aún durante el cierre.