Los trabajadores agrícolas inmigrantes con visa H-2A en Estados Unidos recibieron un alivio importante luego de que el Departamento de Estado anunciara que quedarán exentos de la reciente regla que obligaba a la mayoría de los solicitantes temporales a asistir a entrevistas en persona. Esta decisión del gobierno de Donald Trump representa un triunfo para el sector agrícola y para los propios trabajadores, quienes enfrentaban grandes obstáculos para renovar sus documentos.
La decisión de Trump que beneficia a miles de trabajadores agrícolas temporales
El programa de visas H-2A permite a trabajadores inmigrantes trabajar de forma temporal en granjas estadounidenses, pero exige renovaciones anuales que suelen ser costosas y complejas. A inicios de septiembre, la administración Trump había endurecido los requisitos eliminando las exenciones de entrevista que algunos inmigrantes podían obtener, incluyendo menores y adultos mayores.
Con el cambio anunciado este jueves, los trabajadores agrícolas vuelven a ser elegibles para recibir una dispensa de entrevista, lo que les permitirá acelerar el proceso y reducir los costos de traslado. Aunque la exención no es automática, sí abre la puerta a que más jornaleros puedan continuar trabajando sin interrupciones.
Expertos en inmigración señalan que la medida es estratégica para evitar retrasos que afectan tanto a los empleados como a los empleadores. “El sector agrícola es más vulnerable que otros. Si las cosechas no se levantan a tiempo, los agricultores pierden ingresos vitales para sus familias y comunidades”, explicó el abogado Matt Mauntel-Medici a Newsweek.
Impacto en la agricultura y la economía rural de Estados Unidos
Organizaciones agrícolas celebraron el anuncio y aseguraron que sin los trabajadores temporales la producción nacional se vería comprometida y aumentaría la dependencia de importaciones. “El programa H-2A es costoso y complejo, pero garantiza que los consumidores sigan teniendo alimentos cultivados en Estados Unidos”, dijo a Newsweek Ben Tindall, director ejecutivo de Save Family Farming.
Los agricultores de estados clave como Iowa señalaron que la decisión llega en un momento crítico, cuando las cosechas de maíz y soja requieren de una gran fuerza laboral.
La medida entrará en vigor el 1 de octubre.
