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La administración del presidente Donald Trump dio inicio, el pasado 30 de septiembre, a una transición importante en los métodos de pago de diversos programas sociales al dejar de emitir cheques de papel. Esta decisión también aplica para reembolsos fiscales y otros tipos de desembolsos gubernamentales, afectando especialmente a quienes hasta ahora dependían de recibir beneficios mediante cheques físicos.

Detalles del cambio y qué pagos dejan de hacerse en papel

Según el Departamento del Tesoro de EE. UU., mediante un comunicado oficial del 14 de agosto de 2025, se anunció que a partir del 30 de septiembre de 2025 dejarán de emitirse cheques físicos para la mayoría de los pagos federales.

La directriz proviene de la orden ejecutiva “Modernizing Payments To and From America’s Bank Account”, firmada el 25 de marzo de 2025, que exige que los distintos departamentos y agencias federales adopten métodos electrónicos de pago como depósito directo, tarjetas prepagas u otros medios digitales, salvo excepciones justificadas por ley.

El anuncio aclara que no se requiere acción para la mayoría de personas que ya reciben sus beneficios por vía electrónica. Pero para quienes aún recibían cheques físicos, un grupo reducido, se les solicita hacer su transición a pagos electrónicos para evitar interrupciones.

Además, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) también está ajustando su operación: los cheques de reembolso fiscal en papel serán eliminados progresivamente, conforme a la misma orden ejecutiva.

Quiénes son los más afectados y los retos del proceso

Los grupos que corren mayor riesgo con esta transición incluyen personas sin cuenta bancaria (los “unbanked”), ancianos que dependen del correo postal, ciudadanos con baja alfabetización digital, o quienes viven en zonas remotas con acceso limitado a servicios bancarios.

Medios como AP explican que más de 400,000 beneficiarios de programas como el Seguro Social aún recibían cheques físicos poco antes del cambio.

Hay críticas de organizaciones defensoras que advierten que la eliminación abrupta del cheque puede provocar que algunas personas dejen de recibir beneficios por fallas al adaptarse. También se menciona que, aunque la operación será más eficiente y segura, es esencial garantizar que haya excepciones accesibles para quienes no puedan adoptar métodos electrónicos.