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El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) anunció la suspensión en la emisión, renovación y reemisión de licencias de conducir comerciales (CDL y CLP) para ciertos grupos de no ciudadanos. La medida impacta directamente a refugiados, asilados y beneficiarios de DACA, quienes quedarán sin acceso a este tipo de credenciales hasta nuevo aviso.

Qué implica la decisión del DPS

De acuerdo con The Texas Tribune, la decisión se debe a una regla de emergencia emitida por la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA). Con esta disposición, Texas dejó de procesar nuevas solicitudes y trámites relacionados con las CDL de los grupos mencionados, generando preocupación en comunidades que dependen de este documento para trabajar legalmente en el sector de transporte.

Según el comunicado oficial del DPS de Texas, la suspensión cubre tanto la expedición de nuevas licencias como las renovaciones y reemisiones. Además, se detuvo la entrega de las llamadas “CDL no domiciliadas”, utilizadas por algunos extranjeros con estatus migratorio específico.

La medida no afecta a las licencias de conducir regulares, por lo que quienes manejan vehículos particulares pueden mantener sus permisos sin cambios. El impacto recae únicamente en quienes requieren licencias de tipo comercial, indispensables para operar camiones, autobuses y otros vehículos de carga pesada.

El trasfondo federal de la regla

La suspensión en Texas no es aislada, sino que responde a un mandato federal. La FMCSA, en coordinación con el Departamento de Transporte, instruyó a los estados a detener la emisión de estas credenciales a no ciudadanos bajo ciertos estatus migratorios. La razón oficial, de acuerdo con la agencia, es que estos programas migratorios no ofrecen estabilidad suficiente para sostener credenciales de transporte a largo plazo.

El DPS de Texas explicó que la regla se aplicará de inmediato y sin excepciones, aunque reconoció que miles de trabajadores podrían quedar en incertidumbre laboral. Expertos legales advierten que esto generará litigios, pues en el pasado ya hubo cuestionamientos a políticas estatales que diferenciaban entre estatus migratorios en la emisión de licencias.

Quiénes son los más afectados

Entre los grupos alcanzados por la medida están los refugiados y asilados, que hasta ahora podían obtener CDL para trabajar en el transporte interestatal, así como los jóvenes amparados bajo DACA, que representaban una proporción significativa de conductores en Texas. En todos estos casos, los afectados no podrán renovar sus licencias cuando venzan ni solicitar nuevas, lo que limita directamente sus oportunidades de empleo.

De acuerdo con KERA News, líderes comunitarios han expresado que esta decisión no solo golpea a los trabajadores, sino también a industrias que ya enfrentan déficit de conductores comerciales. El sector transporte, clave en la economía texana, podría resentir una reducción en la fuerza laboral disponible.

Un futuro incierto para miles de conductores

El anuncio del DPS abre un escenario de incertidumbre en Texas. Mientras algunos grupos ya preparan recursos legales para impugnar la medida, otros buscan alternativas para que los trabajadores afectados no pierdan sus empleos.

La expectativa está puesta en si la regla federal se mantendrá o si será modificada tras la presión de comunidades, empresas y organizaciones de derechos civiles.