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El gobierno federal entró en cierre tras no lograrse un acuerdo en el Congreso, lo que impacta directamente a miles de empleados. Según informó Texas Tribune, el estado de Texas es uno de los más afectados por el alto número de trabajadores federales y por la magnitud de las agencias que operan allí.

Consecuencias para los empleados en Texas

En Texas hay más de 130,000 empleados federales civiles, concentrados en agencias como el Departamento de Asuntos de Veteranos, el Ejército, la Fuerza Aérea, el Departamento de Defensa y el Tesoro.

Durante este cierre del gobierno, quienes cumplen tareas esenciales, como controladores aéreos y agentes de seguridad en aeropuertos, deben continuar trabajando sin recibir sueldos hasta que se restablezca el financiamiento. Otros serán enviados a licencia sin paga.

El Texas Tribune detalló que, aunque la ley garantiza el pago retroactivo una vez resuelto el conflicto, la presión económica es inmediata para miles de familias que dependen de esos salarios.

También se verán interrumpidos servicios no considerados esenciales, como oficinas regionales de beneficios para veteranos en Houston y Waco, así como personal en parques nacionales y en oficinas del Departamento de Agricultura.

Otras consecuencias en los programas sociales texanos

El impacto del cierre del gobierno federal también alcanza a programas sociales. El suplemento de nutrición para mujeres y niños (WIC), que atiende a unas 800,000 personas en Texas, enfrenta riesgos si el financiamiento no se reanuda pronto. En cambio, beneficios como Seguridad Social, Medicare y Medicaid se mantienen activos, aunque con posibles demoras administrativas.

El panorama tampoco es alentador para el personal militar. Más de 200,000 trabajadores del Departamento de Defensa en Texas, entre uniformados y civiles, deberán mantenerse en funciones sin recibir sus salarios hasta que el Congreso logre un acuerdo.