Una nueva propuesta en el Congreso de Estados Unidos busca endurecer las consecuencias migratorias por conducir bajo los efectos del alcohol. Esta medida podría poner en riesgo de deportación a titulares de Green Card y otros inmigrantes legales.
Qué plantea el proyecto de ley que podría poner en riesgo a miles de inmigrantes
El proyecto H.R.6976, aprobado en la Cámara de Representantes y ahora en revisión en el Senado, propone que una sola condena o incluso la admisión de haber conducido en estado de ebriedad (DUI) sea motivo de inadmisibilidad o deportación. La medida aplicaría sin importar si el delito es considerado una falta menor o un delito grave, según las leyes estatales o locales.
Actualmente, el DUI no siempre desencadena consecuencias migratorias directas. Sin embargo, de avanzar esta legislación, afectaría a residentes permanentes, estudiantes internacionales y titulares de visas con antecedentes de este tipo.
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Un solo DUI bastaría para activar un proceso de deportación.
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Podría impactar incluso a quienes cometieron la falta en el pasado.
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Incluiría tanto condenas como admisiones de conducta.
El impacto en la comunidad inmigrante de Estados Unidos
De acuerdo con datos de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), más de 43.000 inmigrantes fueron arrestados por cargos de DUI entre 2018 y 2023. El gobierno de Donald Trump respalda la propuesta como una medida de seguridad pública, mientras que abogados y organizaciones de inmigración advierten que miles de familias podrían resultar afectadas.
Expertos señalan que el proyecto modificaría décadas de estándares en deportación y aumentaría la presión sobre ICE, que ya enfrenta críticas por el uso de recursos y la capacidad de detención.
Opiniones encontradas sobre el proyecto de ley
Quienes apoyan la ley argumentan que conducir bajo los efectos del alcohol pone en riesgo vidas y que los inmigrantes deben cumplir estándares estrictos de “buena conducta moral” para aspirar a la ciudadanía. En cambio, abogados de inmigración consideran que la medida es desproporcionada y que castiga a personas que, fuera de esa falta, cumplieron con todas las leyes de Estados Unidos.
El proyecto aún debe superar varias etapas en el Senado y contar con la firma del presidente Donald Trump para convertirse en ley. Aunque no hay fecha definida para su votación, especialistas creen que con modificaciones podría finalmente aprobarse.
