Durante una visita a las instalaciones de la Policía de Parques de Estados Unidos en Washington D.C., Trump aseguró que la prioridad es mantener la capital bajo control. “Vamos a hacer que esto sea seguro, y luego vamos a ir a otros lugares, pero vamos a quedarnos aquí por un tiempo”, dijo ante decenas de agentes y miembros de la Guardia Nacional. El mandatario ya había ordenado que el Gobierno federal tomara el control del departamento de policía de la ciudad y enviara refuerzos.
Reacciones y manifestaciones en Washington D.C.
Trump llegó acompañado por la secretaria de Justicia Pam Bondi, el secretario del Interior Doug Burgum y asesores cercanos de la Casa Blanca, donde compartió hamburguesas y pizza con los agentes.
La visita ocurre un día después de que el vicepresidente J. D. Vance se reuniera con guardias desplegados en Union Station, en un evento marcado por protestas. Manifestantes lo interrumpieron con gritos de “vergüenza” y reclamos para que las fuerzas armadas abandonen las calles de la ciudad.
También hubo quejas por el desalojo de campamentos de personas sin hogar. Vance evitó responder con claridad sobre el destino de quienes son retirados de esos lugares y argumentó que la medida busca “compasión real” al mantener a personas con problemas de salud mental fuera de las calles.
El control policial podría llegar a otros estados
Trump insistió en que la experiencia en Washington debe servir de modelo para otras ciudades del país. “Nos hemos centrado en Washington porque es una ciudad federal bajo nuestra jurisdicción. Pero ciertamente esperamos que, ya sea Atlanta o cualquier otro lugar, la gente mire a su alrededor y diga: ‘No tenemos que vivir así’”, sostuvo.
A su vez, gobernadores republicanos de Virginia Occidental, Carolina del Sur, Ohio, Mississippi, Louisiana y Tennessee confirmaron que enviarán miembros de la Guardia Nacional para respaldar el operativo en la capital.
