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Existen viajes que no necesitan avión ni grandes presupuestos para dejar una huella. A solo unas horas de Nueva York, el tren que recorre el valle del Hudson ofrece una de las rutas más hermosas del noreste de EE. UU. por un precio inesperadamente accesible. Aunque el valor habitual de este trayecto ronda los 35 o 40 dólares, quienes viajan en horarios nocturnos pueden conseguir boletos por menos de 15 dólares, una oportunidad perfecta para descubrir pueblos encantadores sin romper el bolsillo.

Una escapada visual al corazón del valle del Hudson

La ruta parte desde Penn Station o Grand Central Terminal, dos de las estaciones más icónicas de Nueva York. Desde el momento en que el tren abandona la ciudad, comienza un recorrido que va dejando atrás los rascacielos para dar paso a paisajes cada vez más verdes y abiertos. El tren avanza paralelo al río Hudson, ofreciendo amplias vistas desde las ventanas que permiten seguir su curso en casi todo el trayecto.

Durante el día, el viaje es un espectáculo visual. Se pueden observar colinas boscosas, zonas de cultivo, viejos embarcaderos de madera y pequeñas estaciones con arquitectura de otra época. El agua del Hudson refleja la luz del sol, y en ciertos tramos parece que el tren flota entre el río y las montañas. La sensación es de haber salido de la rutina sin haber viajado demasiado lejos.

Una de las primeras paradas recomendadas es Poughkeepsie, famosa por el Walkway Over the Hudson, un puente peatonal que cruza el río con vistas panorámicas. Es ideal para quienes disfrutan caminar, tomar fotografías y conectar con la naturaleza sin perder acceso a servicios urbanos.

Un recorrido repleto de tesoros neoyorquinos

Más adelante, el tren llega a Beacon, un pueblo con un fuerte espíritu artístico. Allí se encuentran el museo Dia Beacon, talleres de arte contemporáneo, cafés independientes y tiendas cintare. Su ambiente relajado y su mezcla de creatividad con tradición lo han convertido en un destino favorito para escapadas de fin de semana.

Finalmente, uno de los puntos más encantadores de la ruta es Hudson, una pequeña ciudad llena de casas antiguas, librerías, restaurantes locales y boutiques. Es el lugar perfecto para quienes buscan una experiencia más sofisticada pero cercana, con aire histórico y mucha personalidad.

Cada una de estas paradas tiene algo único. Juntas, convierten el trayecto en tren no solo en un medio para llegar, sino en parte esencial del viaje.

Razones para tomar este tren desde Nueva York

  • La vista del río Hudson y sus pueblos es incomparable.

  • Puedes visitar tres destinos distintos con solo un boleto.

  • Tarifas desde $10 en modo nocturno (Night Owl Fares).

  • Alternativa más tranquila al bullicio urbano sin ir muy lejos.

  • Ideal para una escapada cultural, gastronómica o romántica.

Para quienes buscan desconectar sin salir del estado, esta ruta ofrece naturaleza, historia y arte. Es perfecta para quienes quieren tomarse un respiro sin depender de un auto propio, ni gastar de más. Solo hace falta una mochila ligera y ganas de dejarse sorprender por lo que hay más allá del concreto neoyorquino.