Vigo Secreto: los escenarios literarios más literarios de la ciudad
Vigo Secreto: Diez lugares de la ciudad que esconden un escenario literario
Las páginas de 285 novelas de 153 autores diferentes desarrollan tramas determinadas en diferentes zonas de la ciudad olívica entre edificios simbólicos, playas, calles y barrios
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En 2018, la Biblioteca Neira Vilas lanzó el Mapa Literario de Vigo, un repositorio en el que se puede conocer la ciudad de una manera totalmente diferente a la que estamos acostumbrados.
En los últimos años, Vigo, su ría y su comarca se han convertido en platós de rodaje de películas y series, pero desde mucho antes, la ciudad ya era un escenario literario, con páginas de obras que ubican acciones, escenas y tramas en diferentes espacios de la urbe.
Según recoge el Mapa Literario de Vigo, son 285 novelas de 153 autores distintos en cuyas páginas se puede leer la ciudad a través de la escritura y la mirada de otros que la eligieron para contar sus historias.
En Treintayseis, hemos elaborado una lista de diez lugares que pueden presumir de ser eje de una historia y que, para muchos vigueses, es totalmente desconocida.
Puerta del Sol - Fillos do Mar (Pedro Feijoo)
Puerta del Sol.
El kilómetro cero de la ciudad sirve a Pedro Feijoo como punto de referencia geográfico y emocional en Fillos do Mar. Uno de los espacios clave de la trama, que es punto de partida y regreso para los personajes, como punto de conexión entre la ciudad y el mar, con la escultura del Sireno, que mira hacia la ría desde lo alto de su pedestal.
Es aquí también donde su protagonista, Simón Varela, transita reflexionando sobre sus orígenes, el peso de la herencia familiar y el pasado marítimo de la ciudad.
Museo Marco - Cemiterio de Elefantes (Fran Alonso)
Museo Marco, en Vigo.
Fran Alonso utiliza el Marco, la antigua cárcel situada en pleno centro de la ciudad, como un símbolo de encierro, soledad y exclusión, un lugar cargado de historia y dolor en una novela cuyas historias se desarrollan por la noche. El edificio trasciende sus paredes y las salas revelan no sólo las piezas museísticas, sino también hace reflexionar sobre los fantasmas personales y el legado de la ciudad. Así, mezcla arte moderno, viejas historias, identidades desubicadas y una ciudad que se reinventa con el paso del tiempo.
Berbés - Arraianos (Xosé Luís Méndez Ferrín)
Berbés.
El barrio marinero vigués funciona como símbolo del origen en Arraianos, un lugar donde se mezclan el pasado de la ciudad con la modernidad, el mar y la tierra, un choque entre la Galicia profunda y una ciudad portuaria que se abre al mundo. Así, Ferrín lo convierte en una metáfora del país gallego: un territorio que lucha por mantener su identidad entre la modernidad y la memoria, entre el mar que lo nutre y la historia que lo hiere.
Escuela de Artes y Oficios - El último barco (Domingo Villar)
Escuela de Artes y Oficios.
Este edificio, obra del arquitecto Michel Pacewicz y situado en García Barbón, se convierte en uno de los escenarios principales de la última novela escrita por Domingo Villar. Es aquí donde trabaja Mónica Andrade, la mujer desaparecida cuyo caso se encarga de investigar el inspector Leo Caldas.
La Escuela de Artes y Oficios se convierte en un lugar lleno de pistas y melancolía que el escritor vigués describe con una precisión extrema, casi cinematográfica.
La Gota de Leche - Amor de Tango (María Xosé Queizán)
Edificio de la Gota de Leche.
En Amor de Tango, de María Xosé Queizán, el edificio conocido como La Gota de Leche, en Ronda de Don Bosco, es el contrapunto al deseo y la libertad que representa el baile y el tango. El edificio representa la maternidad vigilada, la caridad como forma de poder, un emblema de las mujeres silenciadas en la ciudad y que luchan por sobrevivir y se dueñas de su destino.
Avenida de las Camelias - Barricadas de Sal (Francisco Castro)
Avenida das Camelias en Vigo.
La expansión de Vigo como ciudad, convirtiendo lo que era un límite periférico en un espacio de tránsito y de confrontación entre lo industrial y el presente urbano, aparece representado en Barricadas de Sal en la Avenida de las Camelias. Por ella, transitan los protagonistas y se ubican escenas de reivindicación obrera, la memoria de los barrios populares y los movimientos sociales.
Así, esta vía representa la vida real de la ciudad, lejos del centro burgués, que el autor convierte este espacio en un escenario de dignidad y esperanza,
Iglesia de Santa Cristina de Lavadores - A vinganza do defunto (Carlos Reigosa)
Iglesia Santa Cristina de Lavadores.
La iglesia de Santa Cristina de Lavadores se convierte en esta obra en punto de referencia espacial y emocional dentro de la trama policial protagonizada por el investigador Nivardo Castro. Aquí, Reigosa sitúa un momento clave en el que la comunidad se enfrenta a su propia conciencia y a las huellas del pasado.
El templo actúa como símbolo del peso de la religión y de la comunidad, donde todos se conocen y donde los pecados se esconden bajo la apariencia de normalidad.
Samil - Un tipo listo (José Monteagudo)
Vista aérea de la playa de Samil.
Monteagudo sitúa varias escenas de la novela en Samil, describiéndola con su tono característico de realismo urbano y observación social. La playa viguesa aparece como lugar de ocio, comodidad y relacionada con una ciudad moderna, pero también como el espacio donde el protagonista da vueltas a su conciencia, el pasado y el sentido de la vida.
Un contraste entre el éxito y la desolación.
Playa del Vao - A voz das nereidas (Santiago Lopo)
Playa del Vao.
En la novela, el Vao funciona como el lugar donde se mezclan lo real y lo fantástico, desde donde se escucha "la voz de las nereidas", las ninfas del mar, que simbolizan la atracción y el peligro de lo desconocido. Así, la tranquila playa, con las islas Cíes enfrente, se convierten en un escenario de introspección y de misterio, en límite entre lo real y el mundo de lo invisible.
Isla de Toralla - En vías de extinción (María Reimóndez)
Toralla.
En la novela, la isla de Toralla aparece como contrapunto de todo lo que son y significan sus protagonistas. Un espacio cerrado y elitista que representa la apropiación del paisaje por parte de unos pocos. En el otro lado, Reimóndez sitúa el mundo natural y solidario que defienden las protagonistas, activistas y científicas comprometidas con la defensa del medio ambiente.
La isla se convierte así en símbolo del "egoísmo de especie" de las élites, aisladas, que viven en su burbuja mientras, denuncia la autora, el planeta y las personas más vulnerables están "en vías de extinción".