Ale, la encargada de la taberna A Mina

Ale, la encargada de la taberna A Mina Treintayseis

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La taberna de Vigo donde tradición y modernidad van de la mano a escasos metros de Porta do Sol

Esta taberna marinera ofrece lo mejor de la comida tradicional gallega, así como un ambiente inigualable en el que están incluidas hasta las mascotas

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En un Vigo cada vez más turístico, hay locales que deciden dar la espalda la autenticidad y abrazar con los ojos cerrados las nuevas tendencias. No es el caso de la taberna A Mina. Allí, tradición y modernidad van de la mano para ofrecer tanto a sus clientes más fieles —los mineros como a los nuevos un ambiente inmejorable a escasos metros de Porta do Sol. Un mix perfectamente ejecutado que les ha llevado a conseguir el Solete de Otoño de la Guía Repsol en 2023.

Hace poco más de diez años, Cristina, Kiko y Jaime abrieron esta taberna marinera, aunque el local cuenta ya con más de 70 años de historia. Su objetivo, de hecho, fue mantener la esencia del mismo. “Modernizar lo antiguo”, explica la encargada, Ale, que añade que, a pesar de realizar alguna reforma, “el aspecto de cara a fuera se dejó igual que como estaba”.

La barra alta o la cocina abierta son alguno de los sellos de identidad de este espacio, que mantiene ciertos detalles en su decoración que recuerdan a la más pura esencia viguesa. En las paredes, los clientes pueden observar desde la foto de Madonna con la camiseta del Celta, hasta un remo del club de regata Tirán S.D. del que son socios, mientras toman una caña sobre un barril de madera.

Interior de la taberna A Mina

Interior de la taberna A Mina Treintayseis

Ale lleva allí desde la apertura del local. "Estaba trabajando en otro lado y unos amigos, los dueños, me dijeron que necesitaban una camarera y si podía echarles una mano el primer día", explica la mujer, que desde entonces no se ha marchado de esa taberna que es un punto de referencia para gran parte de los vigueses. "Soy la gárgola de A Mina", comenta en broma Ale.

Después de casi una década trabajando a escasos metros de la Porta do Sol, esta camarera está segura de que el ambiente del local es inigualable, ya que cualquier persona —y mascota— está bienvenida. "Te puedes encontrar gente de derechas, de izquierdas, mayores, jóvenes, pijos, hippies", asegura Ale, que explica que la gran mayoría de clientes viene a hacer "la típica ronda de cañas mientras tomas el pinchito".

Terraza de A Mina

Terraza de A Mina Treintayseis

"Creo que destacamos por el buen ambiente que hay", recalca Ale, que considera que clientes y camareros "se llevan súper bien" y, por eso, los primeros vienen "como si fueran a ver a unos amigos". Ahora bien, no hay que olvidarse de la comida, otro de los puntos fuertes de esta taberna marinera.

Comida tradicional a vista de todo el mundo

La cocina, a plena vista de cualquier cliente, es el centro neurálgico del éxito de A Mina. Los exquisitos platos de pulpo, oreja de cerdo y, por supuesto, los mejillones al vapor que se producen allí son las estrellas de la taberna. "Lo más típico aquí son los mejillones con salsa", destaca Ale, que explica que ellos se dedican a la comida tradicional gallega.

Y no nos podemos olvidar de los cocidos de A Mina. Cada sábado ofrecen a los mineros este manjar gallego que atrae hasta las malas lenguas. "Esto lo hacemos desde que acaba el verano, que nunca se sabe cuándo es ahora, hasta Semana Santa, cuando empieza el buen tiempo", detalla Ale a Treintayseis.

Diversos platos que cocinan en A Mina

Diversos platos que cocinan en A Mina Treintayseis

La taberna marinera con más esencia viguesa

A Mina combina, además, el buen ambiente y la buena comida con esencia viguesa. Fiestas locales como A Reconquista son todo un evento en el local, en el que no cabe ni un alfiler por esas fechas. En concreto, el homenaje a los vigueses que echaron a los franceses de la ciudad "levanta un poco el ánimo del servicio" tras unos meses de invierno que suele ser "una época baja de clientes".

"A Reconquista nos gusta a los bares porque nos da un empujoncito", dice Ale, que desde hace unos años se disfraza de Napoleón para amenizar esos días festivos en la ciudad olívica. Ahora bien, aunque están orgullosos de sus mineros, tienen los brazos abiertos a turistas y nuevos clientes.

Esta esencia viguesa, que se abre siempre al mar, es lo que identificó el Celta de Vigo para grabar uno de sus spots publicitarios en el local. "Un chico de marketing del equipo vino nos preguntó si podían grabar aquí y accedimos", relata Ale, que dice que fueron "muy riquiños todos".

Además, desde después de la pandemia, también organizan los Miércoles de pinchito, una especie de Tinder en directo. Una idea que surgió de unas clientas antes del Covid, pero que no pudieron ejecutar hasta que las medidas sanitarias lo permitieron.

Así, el primer miércoles de cada mes, Ale y su equipo entregan un posavasos y un boli por consumición. Entonces, si el cliente ve a alguien que le gusta, apunta su nombre, su contacto y un pequeño mensaje, y se lo entrega a Ale, que lo reenviará a la persona indicada. A partir de ahí todo queda en manos del amor, de los pinchitos y de la cerveza.