Exterior del domicilio donde se produjo el asesinato.

Exterior del domicilio donde se produjo el asesinato. ADRIAN IRAGO/EUROPA PRESS

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Teresa fue asesinada en O Porriño (Pontevedra) tras denunciar acoso: el informe interno revela una gestión fallida

El informe interno de la empresa concesionaria del servicio, al que ha tenido acceso Treintayseis, revela la cadena de decisiones tomadas la mañana del asesinato de Teresa, después de que la trabajadora comunicara su renuncia por acoso laboral

Más información: Matan en O Porriño (Pontevedra) a una trabajadora social de forma violenta mientras visitaba varios domicilios

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Galicia se encuentra consternada tras el brutal asesinato de Teresa, una trabajadora social de 48 años, ocurrido el pasado lunes mientras realizaba visitas domiciliarias en el municipio pontevedrés de O Porriño.

Según fuentes de la Guardia Civil consultadas por este medio, el presunto autor del crimen sería un hombre de avanzada edad, esposo de la mujer a la que Teresa atendía, y que "no estaba en sus cabales". El agresor habría utilizado una herramienta agrícola o un hacha para golpearla mortalmente.

Con el paso de las horas, el caso ha ido sumando interrogantes. Ese mismo día, Teresa había denunciado una situación de acoso por parte del presunto asesino. Ahora, un informe interno de la empresa concesionaria del servicio, Aralia, al que ha tenido acceso Treintayseis, arroja luz sobre los hechos previos al crimen.

Según dicho informe, Teresa alertó a la empresa a las 08:28 de la mañana del lunes 28 de julio. Durante una llamada al equipo de coordinación, explicó que el día anterior había sufrido una situación de acoso por parte del marido de la usuaria, y que su actitud era "cada vez más agresiva". Fue tajante: "Yo no voy a permitir que nadie me toque, ni aunque sea un brazo, ni una mano".

A raíz del aviso, la empresa contactó con los familiares de la usuaria para informarles de que Teresa no acudiría a prestar el servicio: "Creíamos que Teresa no acudiría", recoge el informe interno. Con todo, a las 09:22 horas le enviaron un mensaje para preguntarle si acudiría a su puesto de trabajo, aunque manifiestan que fue eliminado al comprobar que había fichado a las 09:01 horas. Aun así, Teresa responde diciendo: "Renuncié al servicio por acoso laboral, os doy 15 días".

Desde la empresa se le indicó que debía formalizar la renuncia siguiendo el procedimiento indicado por correo electrónico.

Poco después, a las 09:43 horas, un familiar del presunto asesino contactó con la empresa para preguntar por la situación. En esa conversación, el familiar confirmó que el agresor "no está bien psicológicamente" y que estaban esperando una cita con neurología. Ante la noticia de que Teresa mantendría el servicio durante 15 días, aseguró que intentaría que su suegro no estuviera presente durante su horario laboral, ya que "ella lo pone muy nervioso".

Más tarde, a las 12:21 horas, otra usuaria de Teresa -que debía ser atendida entre las 10:11 y las 12:15- llamó a la empresa al no recibir la visita. Intentaron contactar con Teresa varias veces, sin éxito. Es entonces cuando, a las 12:42 horas, reciben una llamada de la Guardia Civil en la que les informan de su asesinato.