Carlota Maronda.

Carlota Maronda. Cedida

Talento Rebelde

Carla Maronda: "El día que necesites apoyo verdadero, te darás cuenta de cómo has tratado a los demás"

El emprendedor gallego Emilio Froján entrevista a la fundadora de la asociación "Tus manos son mis manos" para profundizar en su historia de superación, después de perder las manos hace poco más de un año por una bacteria

Más Talento Rebelde: Juan Carlos Pérez: "El rural no es un lugar que haya que 'salvar', sino un lugar que puede salvarnos"

Publicada
Actualizada

Carla perdió las manos y los pies por culpa de una bacteria hace poco más de un año. Va al gimnasio todos los días, practica la equitación y tiene una sonrisa tan contagiosa como inspiradora. A sus 27 años está terminando su Máster en Derecho Marítimo.

Hoy recuerda que salvó milagrosamente la vida cuando tenían ya el acta de defunción redactada y es que tan sólo un cinco por ciento de las personas que tienen una infección de sus características sobreviven.

Carla reivindica que la vida no está adaptada para las personas que no tienen manos ni pies. Que el precio de estas prótesis es super elevado. Cada mano, por ejemplo, nos cuenta que son 87.000 euros y sólo tienen una vida útil de 5 años. Por eso fundó la asociación: "Tus manos son mis manos".

Su vida ha cambiado mucho en este tiempo y su historia de superación me ha cautivado.

Hoy nos comparte cómo ha construido una nueva realidad llena de propósito, proyectos y una energía desbordante.

Carla, cuéntanos quién eres más allá de lo que pasó el año pasado. ¿Qué es lo que más te define como persona?

Lo que más me define como persona es mi carácter de lucha, de nunca rendirme, mi mal genio, mi insistencia, mi perseverancia, y sobre todo el nunca dejar de perseguir mis sueños.

¿Ha cambiado la definición de Carla respecto a hace dos años?

Totalmente, antes era una persona más egoísta, más centrada en su vida y sus estudios por así decirlo, y ahora me he convertido en una persona más altruista, una persona que quiere ayudar, que no permite ver injusticias…

Sigo siendo la misma persona, pero creo que en una versión mejorada. También ahora disfruto más de estar con mi familia, con mis amigas, con mi pareja, etc., intento centrarme mucho en mis relaciones personales y cuidarlas al máximo.

Por otro lado, creo que también es importante el autocuidado, pero de una forma sana, es decir, cultivar el cuerpo y la mente, con ello me refiero a que todo pasa por uno mismo: cuando has de hacer deporte, cuando has de hacer rehabilitación para mejorar tu salud y tu situación, cuando has de estudiar…creo que también es importante no procrastinar y seguir creciendo como personas.

¿Cómo es un día típico en tu vida ahora? ¿Qué cosas te emocionan al despertar?

Un día típico mío ahora, nunca es típico jajaja, mi agenda siempre está llena y tengo que ir con horarios a todas partes.

Justo la semana pasada terminé las prácticas del máster, pero hasta entonces todas las mañanas estaba trabajando de 9:00 a 14:00. Ahora, por las mañanas, me dedico a salir a andar, a hacer el TFM de abogacía (porque acabo de entregar el del otro máster), me dedico a las redes sociales, algunos días voy al gimnasio, busco tiempo para seguir escribiendo mi libro, y muchas de las mañanas, acudo a dar alguna charla o alguna conferencia para algún colegio, universidad, instituto o ayuntamiento.

Por las tardes poco más, termino lo que no me ha dado tiempo a terminar por la mañana, algunas veces me toca ir a pasar revisión con mis protésicos, intento ir a sacar el caballo, normalmente tengo alguna entrevista que hacer, incluso algún acompañamiento por redes a gente amputada, todos los lunes voy a inglés, pero también me gusta quedar con mis amigas.

Realmente, lo que más me emociona al despertar es saber que todos tenemos salud y que mi abuelita todavía me sigue teniendo aquí.

Y bueno, por qué no, el día que me toca ir a montar a caballo es mi día preferido sin duda alguna, que como ya he dicho, suelo ir por la tarde.

Has mencionado que tienes una asociación para ayudar a personas que han pasado por situaciones similares a la tuya. ¿Qué te motivó a crear este proyecto?

Sinceramente, lo que motivó a crear este proyecto fue la incertidumbre que yo pasé, los miedos que sentía, el desconocimiento que hay sobre este tema, y sobre todo el coste altísimo de mi nueva vida.
Pues, cada mano mía asciende a 87.000 € de los cuales, la seguridad social se ha hecho cargo de 43.000 € de la mano dominante y 27.000 € de la mano no dominante, Es decir, yo aún así he tenido que hacer un desembolso de 95.000 €. Mis piernas han costado unos 12.000 € en total, de los cuales la Seguridad Social también ha pagado alrededor de unos 2.000 €.

También debo decir, que unas prótesis no sirven para todo tipo de actividad, y que además no son eternas, ya que al ser un elemento electrónico, suelen tener vida útil de unos 5 años las manos y unos 3 años las piernas.

Además, soy consciente de que la gente no tiene la misma suerte que tenido yo, debido a que mi red de apoyo es muy grande y la gente ha empatizado muchísimo con mi caso, entonces me he podido sentir siempre apoyada y respaldada, sé que hay personas que no disponen de tantas ayudas, y eso me entristece. Ya que, la adaptación a tu nueva vida, incluso la rehabilitación cuando te dan de alta del hospital y la terapia psicológica corre a cargo y cuenta de uno mismo.

Así que estos son mis motivos, pues no podía dejar a nadie en una situación de vulnerabilidad, sin poder hacer frente o sin poder tener ayudas para que tengan una vida lo más independiente y autónoma posible.

¿Hubo un momento específico en el que dijiste "voy a reconstruir mi vida"? ¿Cómo fue esa decisión? ¿Dónde encontraste esa energía tan poderosa que tienes?

Creo que no hubo momento exacto, creo que fue una serie de acontecimientos.
El primero, fue pensar que mi mejor amigo falleció cuando teníamos 17 años y el sentimiento que ha dejado aquí a su familia y los amigos más cercanos.

El segundo, vino cuando llevaba tres meses en un hospital, salí, pensaba tener mi vida igual que antes y vi que ni siquiera me podía dar la vuelta yo sola en el sofá. Así que pensé, quiero recuperar mi vida y esto tiene que pasar por mi, entonces saqué fuerzas e intenté recuperarme en el tiempo más breve posible, tanto psicológica como físicamente para recuperar mi vida y mi felicidad.

El tercero, apareció con ver el declive que estaba sufriendo la gente a mi alrededor, por lo que me había sucedido.

El cuarto, estuvo acompañado del acto de amor más grande que habré hecho en mi vida, que fue decirle a mi padre que devolviese mi caballo a la hípica, porque el animal no podía estar esperándome encerrado en una cuadra hasta que yo pudiese volver a montar. Mi sueño era volver a entrenar y galopar juntos así que, solo me quedaba estar lo más fuerte posible, para que mi cuerpo no notase ninguna diferencia.

También es cierto que he tenido mucho apoyo y que cuando yo no he sido capaz de ver todo lo bonito que había, esa red de apoyo ha sido mi motor para seguir adelante y han sido ellos quienes me han empujado a veces a hacer cosas aunque tuviese miedo.

¿Qué descubrimientos has hecho sobre ti misma en este proceso de rehabilitación que te han sorprendido?

El mayor descubrimiento creo que ha sido la capacidad de adaptación, si bien es cierto que he sufrido mucho dolor, tanto psicológico como físico, me he dado cuenta que yo ya sabía que era fuerte, pero no sabía que no era tanto.
Y en cuanto a la evolución corporal, también ha sido muy muy rápida en todos los niveles, tanto a nivel de recuperación como a nivel de adaptación a las prótesis, no sabía que tenía un cuerpo tan sano y tan fuerte, y de ahí la importancia de cuidarse, tanto la alimentación como hacer deporte, como los buenos hábitos.

¿Ha cambiado tu perspectiva sobre lo que realmente importa en la vida?

Sin lugar a duda, para mí hasta entonces lo que más importaba era tener un buen futuro profesional y ser brillante académicamente. Sigo pensando que es importante, pero ya no está en mi lista de prioridades.
Las cosas que más me importan es que mis amigos, mi familia y la gente a la que yo quiero se sientan queridos, respetados, escuchados y ayudados por mí, que tengan salud y sean felices.
Ya te digo, mi mayor miedo no es sufrir yo, es ver sufrir a la gente que quiero.

¿Qué le dirías a alguien que está pasando por un momento muy difícil y siente que no puede salir adelante?

Creo firmemente que el poder está en la mente, que cuando tú demuestras que vales, los demás siempre se van a esforzar para darte lo que creen y lo que tú crees que mereces, que hay veces que no somos conscientes, pero cuando la gente ve posibilidades en alguien se esfuerzan para que las tenga.
Por no hablar de que como siempre se ha dicho, la vida no es un camino de rosas, es un camino duro y complicado, donde hay altos y bajos, donde cada uno sufrimos, donde todos vamos a pasar algo duro y solo está en nosotros el enfoque que le damos. Y el enfoque es todo, tú puedes estar pasándolo muy mal, pero si tu perspectiva ayuda, e intentas buscar la parte bonita, ya te digo que siempre será mucho más fácil y llevadero sortear cualquier obstáculo.
Para mí rendirse no es una opción.

¿Qué tipo de reacciones has encontrado en la gente? ¿Hay algo que te gustaría que entendieran mejor?

Casi siempre he encontrado reacciones buenas, reacciones de apoyo, aceptación y de un trato totalmente normal.

El tema que más me gustaría que entendiesen es que cuando yo iba en una silla de ruedas, me sentía muy pequeñita y no me gustaba absolutamente nada esa situación, ya que veías la cara de la gente y era una mirada crítica a la par que compasiva.

Podía mirarlos a la cara y escuchar perfectamente lo que pensaban: qué le habrá pasado, pobrecita, tan joven y sin manos, tan joven y sin poder andar… uff!

¿Cuáles son tus proyectos y sueños para los próximos años?

Mi sueño es crecer como persona, sentirme realizada, dejar una huella bonita en este mundo, ser totalmente independiente y autosuficiente, y ser feliz, que al final de eso se trata.

Me gustaría seguir trabajando y creciendo en redes, seguir aportando a la sociedad con mis conferencias, seguir montando a caballo, trabajar como abogada y lograr cada cosa que me proponga, aunque sea pequeña.

Ahora estás escribiendo un libro ¿Hay momentos en la escritura donde sientes que estás curando algo dentro de ti?

Así es, hay momentos donde siento que ya ha pasado, que echo la vista atrás y pienso ¡qué doloroso, pero qué orgullosa puedes estar!

También hay pensamientos y heridas que todavía duelen.

¿Qué mensaje quieres que se lleve la gente que escuche tu historia?

El mensaje más importante que puedo dejar es: vive hoy, porque no sabes si hay mañana. Vive de la forma que quieras, estudia eso que quieres sin dejarte llevar por las opiniones de los demás, vístete de la forma que te represente, haz ese viaje, sé buena persona y buena amiga o amigo, aprovecha al máximo cada experiencia, cada aprendizaje, cada momento, al final, es lo único que te vas a llevar.

Y por favor, aunque sea difícil, todos tenemos malas épocas y momentos, no te vuelvas egoísta ni tiendas a mirarte tu ombligo solamente, el día que necesites apoyo verdadero, te darás cuenta de cómo has tratado a los demás.