Maleni, trabajando en su tienda de Coia, Lamandala

Maleni, trabajando en su tienda de Coia, Lamandala Cedida

Comercio

Lamandala: la tienda de Coia desde la que Maleni, mujer con síndrome de Down, camina hacia la autonomía

Maleni, mujer de 56 años con síndrome de Down, abrió hace un mes su propia tienda, Lamandala, en el Centro Comercial Coia 4

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Maleni, mujer con síndrome de Down, lleva toda una vida buscando su ansiada independencia y autonomía. Desde bien pequeña, quería tener su propio hogar y para ello había que trabajar. Lo ha conseguido a sus 56 años, con la apertura de su propio negocio en el Centro Comercial Coia 4, en Vigo.

El pasado 24 de septiembre, Maleni inauguró Lamandala, su pequeño negocio donde confecciona y vende cajas de regalo y kits de bienvenida para pisos turísticos. Siempre con el foco puesto en la inclusión y sostenibilidad, todos los productos incluidos en los packs son de comerciantes locales.

El origen de la tienda está en "su voluntad de trabajar", en palabras de su hermano pequeño, Antonio Leal. Este arquitecto y profesor de dibujo técnico y expresión artística es el "guardador de hecho" de Maleni, a la que está acompañando en su camino hacia su autonomía e independencia.

Maleni vivía con su madre en Sevilla, hasta que esta sufrió un ictus. "Se vino a vivir conmigo, estuvo bastantes años aquí en Vigo, en mi casa, con mi mujer y mis hijos, hasta que se reactivó su deseo de vivir independiente y manifestaba sus ganas de trabajar", explica Antonio.

Y es que Maleni ya había expresado en varias ocasiones su anhelo por construir una vida propia y autónoma: "Cuando era un niño e íbamos por la calle andando, ella veía los carteles de 'se venden pisos' y decía: Voy a comprar ese", recuerda su hermano.

Años en busca de la independencia

Gracias a la Ley 8/2021, personas que estaban incapacitadas como Maleni "recuperaban su capacidad legal". Entonces, la actual emprendedora expuso ante el juzgado "con rotundidad y claridad" que quería trabajar.

Pero no iba a ser un camino de rosas. Maleni no sabe ni leer ni escribir, por lo que montar un negocio propio no fue la primera opción. Gracias a la Asociación para el Síndrome de Down "participaba en programas de formación y en algunas prácticas".

"Era muy complicado", admite Antonio. Su hermana "no daba el perfil" que buscaban las empresas que "suelen colaborar con personas con discapacidad". "Algo había que hacer y nos tuvimos que poner fechas. Con 55 años es ahora o nunca", comenta sobre una decisión que tomaron en diciembre de 2024.

Nueve meses después consiguieron su primer hito, el 24 de septiembre de 2024: "Era su cumpleaños y ese día conseguimos que firmara su acuerdo de alquiler, de convivencia con su compañera, con Jura". El proceso de independencia avanzaba, había que seguir apretando el acelerador.

Ahora tocaba marcarse un nuevo objetivo: fijaron la inauguración de Lamandala para el 24 de septiembre de 2025. Tenían un año para preparar la puesta a punto del negocio, un camino largo y fundamental para la independencia de Maleni.

El turismo impulsó la creación de Lamandala

La idea de Lamandala surge cuando la madre de Maleni ingresa en una residencia tras el ictus y su casa de Sevilla queda vacía. Necesitan los recursos para pagar la residencia y Antonio y su mujer deciden comprar la vivienda familiar y convertirla en alojamiento turístico.

De esta forma, tenían un lugar donde quedarse a dormir en verano, en Navidad y cuando viajaban hasta Sevilla para visitar a su madre, así como una fuente de ingresos para pagar la residencia. "Y un día pensé que quizá era buena idea que la búsqueda de empleo y vida independiente de mi hermana estuviera relacionado con el mundillo de las viviendas turísticas", afirma Antonio.

Con apoyo de su asistente personal, Maleni tenía la capacidad para limpiar la casa, preparar el check-in y el check-out, y "dejar detalles de bienvenida". "Incluso pensaba que aquí en Galicia algún propietario podía estar interesado en que mi hermana viviera con otras personas con discapacidad en un casa donde trabajaran para explotarla turísticamente", añade.

En esta búsqueda de empleo, Maleni acudía a la Fundación Igual Arte, donde la ayudaron a "pintar un gran mandala". Expresarse a través del arte es una de sus pasiones y tenía que estar en el centro de su proyecto de independencia.

Así, surge la oportunidad de Lamandala, una tienda donde Maleni y su compañera se dedican a preparar kits de bienvenida para pisos turísticos, así como cajas de degustación, elaboradas siempre con productos de proximidad y de marcas locales, y donde incluyen una pequeña obra de arte de Maleni con la colaboración de una artista local.

Un negocio viable en un centro comercial tradicional

A pesar de haber celebrado su fiesta de inauguración el pasado 24 de septiembre, Lamandala continúa ultimando los detalles para convertirse en un negocio viable y con el que Maleni pueda desarrollarse como persona. La clave estará en los propietarios de pisos turísticos de Vigo y su área que adquieran los kits de bienvenida que realizan en el local situado en el Centro Comercial Coia 4.

Cabe destacar la importancia del lugar de la tienda. Maleni y Antonio viven muy cerca del centro comercial, donde ella realizó sus primeras compras de manera autónoma en Vigo. "Ella se encargaba de comprar la fruta de mi casa", explica el profesor de instituto.

En esta pequeña joya comercial de Vigo, Maleni se encuentra segura. Todos los comerciantes la conocen y, en caso de surgir algún problema, están disponibles para ayudarla y protegerla. El ambiente del centro comercial es único y, "en ningún otro sitio", se podría llevar a cabo un proyecto como Lamandala.

Así, cada mañana, Maleni se presenta en el Centro Comercial Coia 4 para trabajar y vender sus kits y cajas de regalo, que actualizan el día 24 de cada mes. Aún no han conseguido que Lamandala sea un negocio rentable, pero su pasión y autodeterminación la acercan cada día a tener su deseada vida autónoma.