Calle del Príncipe, en Vigo.
¿Qué necesita el comercio de Vigo para despegar? Los comerciantes hablan de sus principales problemas
Entre ellos destacan la proliferación de centros comerciales, el auge del comercio electrónico y la falta de relevo generacional
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El comercio local está en crisis, lo llevamos escuchando durante años. Es un problema que no solo afecta a Galicia, sino a todo el conjunto nacional, donde uno de los pilares de su economía se está viendo gravemente afectado por el comercio electrónico, las grandes marcas y es el fast fashion.
Para intentar paliar la situación, la Xunta de Galicia aprobó el Plan Estratéxico do Comercio de Galicia 2025-2030. Este nuevo plan se compone de 70 acciones específicas para consolidar el comercio local como un sector fuerte, moderno, sostenible, atractivo y de calidad, dando a más de 100.000 personas en la comunidad.
La propuesta tiene como metas principales dinamizar y visibilizar el comercio local, además de garantizar el relevo generacional, una de las mayores amenazas del sector. Según datos de la Xunta, Galicia cuenta actualmente con unos 32.000 comercios, que dan empleo a solo 1.007 personas.
En Vigo, las asociaciones de comerciantes valoran positivamente esta iniciativa y no dudan en señalar cuáles son, a su juicio, los principales retos que enfrenta el sector. Entre ellos destacan la proliferación de centros comerciales, el auge del comercio electrónico y la ya mencionada falta de relevo generacional.
"El principal hándicap que tenemos en Vigo son los centros comerciales, hay demasiados", explica Luz Álvarez, gerente de la asociación de comerciantes Zona Vigo Centro. "En Vigo tenemos un comercio con mucha esencia, pero es una ciudad en la que se vive muy deprisa, y ante el desconocimiento, los consumidores tienden a ir directamente a comprar al centro comercial", añade.
Para los pequeños comercios, competir con la visibilidad y los recursos de estas grandes superficies es prácticamente imposible. A esto se suma la escasez de nuevos emprendedores que quieran continuar con los negocios familiares. "Antes los comercios pasaban de padres a hijos, pero ahora, cuando un comerciante se jubila, muchas veces no hay quien continúe el negocio", lamenta Roberto Giráldez, gerente de la asociación Zona Teis.
Otro problema es la falta de sensibilidad del comprador. Aunque cada vez hay más conciencia, muchos clientes siguen priorizando el precio sobre la calidad y el valor añadido que ofrece el comercio local. Uno de los desafíos más difíciles de afrontar es el impacto del fast fashion y las grandes marcas, que acaparan el mercado con descuentos constantes y precios con los que los comercios tradicionales no pueden competir.
Para tratar de combatir esta tendencia, los comerciantes insisten también en la necesidad de apostar por la digitalización y el uso de redes sociales como vía para visibilizar sus productos y conectar con un público más joven. La clave, dicen, está en encontrar el equilibrio entre la experiencia de compra presencial y la proyección online.
Ante esta situación, desde las asociaciones viguesas insisten en que el comercio local es un motor económico para la ciudad. Sin él, dicen, Vigo perdería parte de su identidad. "Una ciudad sin comercio local es una ciudad muerta", reivindica Luz.