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Cinco destinos a menos de dos horas de Vigo para vivir un final de verano inolvidable

Riqueza patrimonial, joyas históricas, acantilados que quitan la respiración, cascadas únicas y playas con un encanto especial; todo lo que esconden Galicia y Portugal para una escapada de última hora
Cinco destinos a menos de dos horas de Vigo para vivir un final de verano inolvidable.
Cinco destinos a menos de dos horas de Vigo para vivir un final de verano inolvidable.
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Todavía quedan días de verano de los que disfrutar antes de que llegue el frío y la lluvia, y cerca de Vigo hay muchos lugares paradisíacos a los que escaparse mientras dure el mes de septiembre. Y es que, al contrario de lo que se tiende a pensar, no hace falta viajar muy lejos para disfrutar de lugares de ensueño, ya que muchos de ellos se esconden en Galicia y Portugal.

Es por eso que en Treintayseis hemos llevado a cabo una recopilación de cinco de los mejores destinos cerca de Vigo para disfrutar al máximo de una escapada de última hora. Lugares entre los que no falta riqueza patrimonial, joyas históricas, acantilados que quitan la respiración, cascadas únicas y playas con un encanto especial.

Playas, acantilados y cuevas en Laxe

A poco menos de dos horas de Vigo, en la Costa da Morte se encuentra municipio de Laxe, un lugar conocido por sus extensas playas, increíbles acantilados y sus mágicas cuevas. Sin duda, uno de los elementos más peculiares del municipio es el Areal dos Botiños, actualmente conocido como la Playa de los Cristales. Se trata de una cala recubierta por pequeños cristales debido a que originalmente era un basurero en el que abundaban las botellas de cristal y, poco a poco, la naturaleza lo moldeó formando esta peculiar playa.

Entre las visitas obligadas del municipio se encuentran el Faro y Cabo de Laxe, un paraje espectacular en Punta Ínsua; el pueblo de Laxe, cuyo casco antiguo esconde auténticas joyas arquitectónicas y monumentos de estilo gótico y romano; y las cuevas y furnas que recorren el litoral de Punta do Cabalo.

El único río de Europa que desemboca con cascada en el mar

Uno de los lugares más visitados en la Costa da Morte es O Ézaro, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Dumbría, situado a 120 kilómetros de la ciudad olívica. Sin duda, el elemento más singular y llamativo de la aldea es la extraordinaria Fervenza do Ézaro, una cascada de 40 metros por la que desciende el agua del río Xallas hasta desembocar en el mar. Este es un fenómeno natural único en el continente, ya que ningún otro río de Europa desemboca en el mar en forma de cascada. 

Sin embargo, en el pueblo hay otros lugares que merecen la pena el viaje y no son tan conocidos. Entre ellos se encuentra el Mirador de Ézaro, desde el cual se tienen unas impresionantes vistas del río Xallas y su camino hasta encontrarse con el mar. Pese a que desde el mirador no se puede observar la Fervenza, hay unas vistas inigualables del océano y del Monte Pindo, un gigante de piedra de 627 metros de altura a escasos 2 km del mar. Sin embargo, el camino hasta llegar al mirador se debe realizar con precaución, ya puede resultar un poco complicado, incluso en vehículo, debido a que la subida alcanza el 30% de desnivel.

Más allá de sus vistas y la Fervenza, Ézaro merece la pena ser visitado por sus típicas casas marineras de piedra y su playa de arena blanca y aguas cristalinas que cuenta con un kilómetro de longitud.

Braga, la "Roma" portuguesa

Braga, conocida como la "Roma" portuguesa, es uno de los mejores destinos para una escapada a finales de verano debido a su proximidad con la ciudad olívica, ya que apenas las separan 100 kilómetros. Esta ciudad del norte de Portugal es famosa por su patrimonio cultural, ya que el nacimiento de la urbe se remonta a la época romana.

Una de las paradas obligadas en la ciudad es el Santuario de Bom Jesus do Monte, desde donde se tienen las mejores vistas de la ciudad. La capilla fue inaugurada a comienzos del siglo XIX y actualmente es considerado uno de los monumentos emblemáticos de la arquitectura neoclásica de Portugal. Otro monumento que se debe visitar en la ciudad es la Catedral de Braga, un edificio que empezó a construirse a finales del siglo XI y que ostenta el título de la catedral más antigua de todo el país luso.

También merece la pena visitar la Basílica de Nuestra Señora de Sameiro, las termas romanas de Maximinosel, Casa do Raio, el Arco da Porta Nova, el Palacio Episcopal de Braga y los Jardines de Santa Bárbara.

Cañón del Sil

Uno de los lugares más bonitos de toda la provincia de Ourense, y que sin duda se debe visitar por lo menos una vez en la vida, es el Cañón del Sil. A tan solo 140 kilómetros de Vigo se encuentra esta garganta excavada por el río, que es uno de los lugares más destacados de toda la Ribeira Sacra.

Para explorar al máximo la belleza del enclave natural el Cañón del Sil ofrece una gran variedad de actividades, entre ellas rutas de senderismo, catas de vino, rutas fluviales y turismo ornitológico. Asimismo, existe una amplia red a ambas orillas de río que permiten observar el entramado del Sil desde lo alto, así como los monasterios, viñedos y las cascadas que se encuentra a su paso.

Guimarães, el lugar de nacimiento del país luso

A tan solo 120 Kilómetros de Vigo se encuentra Guimarães, una villa que destaca por su belleza y su riqueza histórica debido a la relevancia del enclave en el nacimiento del país luso, ya que fue el lugar de nacimiento del primer rey de Portugal y funcionó como capital hasta el año 1129. Esta tradición histórica se ve reflejada en los monumentos y edificios de la villa, que todavía conserva el barrio medieval y un castillo del siglo X. Elementos que consiguieron que la ciudad fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.

Entre las paradas imprescindibles en la localidad está, por supuesto, el castillo de Guimarães, una joya arquitectónica erguida en el siglo X a petición de la Condesa de Muniadona para proteger a los monjes de un monasterio cercano de los ataques musulmanes. Además, como curiosidad, se cree que en el nació Afonso Henriques, el primer rey de Portugal.

El barrio medieval acoge muchos de los monumentos de la villa, entre ellos el Largo da Oliveira, el Largo República do Brasil y el Largo do Toural. Además, dentro del casco histórico de la ciudad se encuentran un imponente monasterio gótico y un palacio del siglo XV. Otros de los lugares que merece la pena visitar en Guimarães son las murallas "Aquí nació Portugal" y la Capela de São Francisco.

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